Instituto

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Bajaron a la calle, estaba muy llena de gente comprando y yendo para todos sitios a comprar más y más. Nosotros solo íbamos a la papelería pero no le restaba importancia. La calle solía estar así ya que era un zona muy buena para comprar cosas caras con mucho lujo y estilo, lo cual le gustaba a mis padres. Llegamos a la peluquería que estaba con un poco de fila. Habían mas de ocho personas delante nuestra pero iba disminuyendo muy rápidamente. Fuimos cogiendo la mochila, el estuche, los bolígrafos, los rotuladores, los subrayadores... todo era nuevo y además todo estaba a un buen precio. Nos lo iban a llevar a casa en una media hora y para nosotros era mejor ya que no teníamos que cargar con todo el peso. También nos iban a mandar todos los libros que necesitaba para el instituto nuevo, pero estos iban a tardar más. Mañana por la tarde nos los traían . Papá pagó y nos fuimos de la tienda. Como siempre la calle estaba llenísima así que nos desviamos un poco en el camino de regreso a casa y nos fuimos por el parque que había al lado. En el papá se encontró a unos amigos que iban paseando por allí. Cuando papá empezaba a hablar no paraba, tenían que hablar mínimo una media hora o más. Entonces, me fui al parque de al lado mientras él estaba ahí hablando sin parar. Le veía y no paraba de hablar y de reírse. Estaba muy feliz y se le notaba un montón. Nunca lo había visto así de feliz. En el parque había una niña que al principio no nos entendimos mucho ya que las dos éramos algo tímidas, yo algo menos que ella, después me acerqué a ella y me puse a hablarle para que fuéramos amigas y así fue. Mi nueva amiga se llamaba Laura, un nombre que me gustaba mucho. Tenía el pelo muy rubio y muy liso. Tenía el pelo corto pero así hacía que le resaltaran más los ojos color café que tenía. Nunca había visto a nadie rubio con ojos marrones y fue algo que me encantó.
No sabía porque estaba en el mismo parque que yo, ya que nadie venía ni siquiera yo. Así que le pregunté. Me dijo que su padre estaba hablando con su amigo y entonces entendí que era la hija de uno de los amigos de mi padre. Ya habíamos encontrado algo en común, a lo mejor nos volveríamos a volver a ver. Le conté todo lo nerviosa que estaba por lo que iba a pasar mañana ya que era mi primer día. Me entendió a la perfección ya que ella también empezaba mañana. Hablando más descubrí que íbamos a ir al mismo instituto y incluso a la misma clase. Iba a ser genial, ya tenía más ganas de ir. Jugamos y charlamos durante una hora y algo, todo ese tiempo se nos hizo muy corto a las dos ya que nos lo pasamos muy bien. Nuestros padres nos llamaron para irnos a casa y les contamos todo en lo que habíamos coincidido. Nos despedimos con un abrazo muy fuerte aunque sabíamos que nos íbamos a volver a ver mañana. Nos volvimos a despedir y nos fuimos alejando cada una por un camino distinto. Papá y yo nos fuimos por el camino largo para no coger a tanta gente en el camino y así ir mejor. Nosotros solemos entrar por la entrada trasera del edificio pero esta vez entramos por la puerta principal algo que era muy raro de ver. Subimos hasta la cuarta planta que era nuestro piso y abrimos la puerta. Nadie estaba por el salón ni por la cocina que era muy raro ya que siempre mamá o mi hermana estaban por ahí por alguna razón hoy no estaban, algo muy raro. Unos minutos después bajó mi hermana a coger un batido de chocolate y se devolvió a su cuarto como hacía siempre. Subí al piso de arriba y me metí en mi habitación como siempre esperando a que viniera todo lo que habíamos ido a comprar. Nada más tumbarme en mi cama llamaron a la puerta de nuestra casa. Papá contestó y abrió. Yo veía eso desde un hueco que se podía ver por la parte de abajo de las escaleras ahí el piso de abajo. Abrió la puerta y lo que había llegado era como algo gris con rallas para todos lados, algo muy raro que me tenía intrigada y tenía que saber qué es. Yo al principio creía que ya habían llegado los libros algo que me sorprendió muchísimo ya que siempre llegaban puntuales pero no se pasaban de la hora.
Hera baja!  me llamó mi padre desde el piso de abajo.
Bajé intentando disimular que ya había visto lo que era pero no sabía que había adentro de ello. Me dijo que subiera a mi habitación y lo abriera, algo que también me extrañó algo más. Subí corriendo y cerré la puerta por si acaso.
Al venir corriendo sentía que esto era ropa y que no era otra cosa pero no sabía para qué era. Abrió las pocas capas de plástico liso medio transparente medio blanco y vio un uniforme. Era el uniforme de su nuevo instituto. Con tanto lío con los libros no me había puesto a pensar en que iba llevar mañana. Salí de la habitación y vi a papá recibiendo otro paquete que este si que eran mis libros. Bajé y fui a darle un abrazo enorme por acordarse. También el abrazo fue para coger los libros y todo el material que tenía en aquella caja que acababan de traer hace unos segundos. Subí a mi habitación poco a poco por las escaleras con la enorme caja llena de cosas, creo que pesaba mucho más de lo que yo creía. Tarde en subir mas de diez minutos aunque no los había contado ya que estaba ocupada subiéndola. Cuando conseguí acceder al pasillo de la planta de arriba me tumbé un poco en el suelo y recobré fuerzas para llevarla hacia mi habitación.

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