Lo bueno era que Camila iba a poder ver más tiempo a su nuevo mejor amigo. Bueno verlo no es lo mejor para describirlo, mejor sentirle cerca.
Nos quedamos un rato más hasta que empezó a anochecer y nos tuvimos que ir a casa. Entramos al salón y vi algo que no me cuadrada en mi cabeza. Sin darle muchas vueltas al asunto, subí a Camila para que comiera y para que se tumbara a dormirse. Subimos y mi puerta estaba abierta algo que me sorprendió bastante ya que siempre mi hermana no estaba y venía muy tarde. Equivocándome, a los segundos vi a mi hermana mayor en su cama escuchando música con sus auriculares grises. No tenía muy buena cara pero nunca la tenía así que no tenía de que preocuparme.
Dejé a Camila en mi cama y bajé las escaleras sin ver todavía los cuadros donde los había puesto.
Mi cara lo decía todo así que por eso la abuela me hizo un gesto señalando el comedor, vi el gesto ,sorprendida fui hacia el lugar que me indicó y allí los vi. Notaba algo diferente pero no sabía lo que era, me quedé mirándolos unos minutos hasta que la voz de la abuela me interrumpió.
-¿Te ha gustado como he repasado los bordes con rotulador negro? Me dijo cuando entraba en la habitación.
-Si, creo que le da un toque especial, muchas gracias abuela unos segundos después estaba abrazándola.
Fue verdad lo que le dije a la abuela me gustaba mucho el efecto que hacía el rotulador encima de las pinturas de diferentes colores y formas distintas. Era como algo negro en un entorno multicolor, me encantaba el contraste que hacían los dos dos colores y más que me lo hubiera hecho mi querida abuela con sus manos, eso es algo que nunca olvidaré.
Nos soltamos y me dijo que le ayudara a poner la mesa y eso mismo hice sin decir ni una palabra.
Esperando a los demás para cenar, empece a jugar un poco con mi reloj/movil y se apagó. Suponía que se me había apagado o había tocado algo que no debería haber tocado.
Cogí el cargador de mi madre para cargarlo pero no podía, no tenía ningún agujero ni nada del estilo. Me empecé a agobiar mucho y me salieron unas lágrimas. De repente entró papa y me vio así y su cara cambió. Me pregunto y me ayudó para saber algo que no me gustó para nada.
Todas las fotos y los juegos que tenía habían desaparecido o yo las había borrado completamente.
Me entró un vacío gigante al recordarme varias veces que no volvería a ver la foto, la increíble foto que le había hecho a Camila hace unos pocos días. Ese simple hecho me quitó las ganas de comer de un momento a otro.
Comí unos trozos de manzana que había tirados por la mesa de la cocina y con eso no volví a comer más antes de dormir.
Mi familia un poco preocupada se percató de que me pasaba algo pero nadie hizo nada para preguntarme o decirme algo.
Me metí a la ducha y con las gotas que caía iban unas pequeñas lágrimas por perder esa foto que significaba mucho para mí. Sin mediar palabra pare de llorar y pensé en la buena idea que había tenido al pintar la fotografía en el lienzo.
La suerte que había tenido me ayudaba a parar este sentimiento que me iba haciendo un poco más triste el día.
Me puse el pijama después de salir de la ducha y me fui directamente a la cama.
-¡Hasta mañana! Grité por todo lo alto para que todos me escucharan y creo que lo hicieron.
Camila al abrir la puerta muy rápido se asustó pero creo que notó que era yo y se le fue enseguida.
Esperaba que el día que venía fuera un poco mejor que este y no me den más disgustos como este.
Desperté con mucho calor, más calor del que yo estaba acostumbrada. Creo que los demás también lo tenían ya que cuando me desperté y salí de la habitación se estaban quejando de lo mismo que yo hace unos minutos. Quedaban unos dos días para volver a casa y no estaba preparado para ello, era algo que veía de lejos pero ahora que se está acercando me esta dando miedo como el miedo que le dio a Ana hace unos días atrás.
Había un olor familiar que venía de la cocina y me intrigaba saber que era pero tenía que ir primero al baño. Salí y bajé las escaleras hacia la cocina.
Acababa de venir el abuelo con un montón de churros en un bolsa y algo parecido a un litro de chocolate caliente para mojar los churros en ellos.
Me comí unos dos o tres en unos cortos minutos y un vaso muy grande de chocolate caliente con unos hielos recién sacados de la nevera de los abuelos.
Mis primos tardaron algo mas y mientras tanto estuve mirando por la ventana de el salón para ver quien pasaba pero como no había nadie en la calle encendí la televisión y me puse a ver mi canal favorito de todos los tiempos.
Unos diez-quince minutos más tarde, después de comerme un montón de anuncios de casas de muñecas y bolsos para llevarlas. Empezó un programa que odiaba con todo mi ser y nada más con ver que se me venía encima con ese programa, lo cambié inmediatamente sin pensarlo puse unos números al azar y me salió un canal que no había visto nunca. Era un canal de manualidades para hacer en casa, eso era algo que no había visto nunca en ningún canal y menos que fuera de ese estilo.
Hacían unas manualidades muy chulas y otras no tanto pero que valían para mucho. Habían para todas las personas incluso para mascotas. Fue muy entretenido hasta que empecé a cerrar poco a poco los ojos viendo cada vez menos de la pantalla del televisor.

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Soy yo
Teen FictionHera lo tenia todo a su familia, sus amigos... La vida le trataba bien y se sentía cómoda en ella. Tenía amigas de verdad que la querían y familia que la adoraban, no necesitaba más. La perdida de sus familiares hacen que su ansiedad y sus problema...