Finalmente

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Llegamos a la clínica y estuvimos esperando un rato mientras nos atendían en el mostrador. Los gatitos estaban bien solo que como eran muy juguetones no paraban de moverse y de jugar entre ellos. La chica que antes atendía en el mostrador ya no estaba y era una chica nueva, ya que tardaba mucho en hacer todas las cosas que tenía que hacer, suponía que era hoy su primer día. Cuando por fin llegamos a donde estaba la chica nueva, le decíamos a lo que había venido y no nos entendía muy bien, ya que como nos contó venía de otro país y estaba empezando a manejar nuestro idioma un poco mejor.
Cuando terminó de hacer todos los papeles que tenía que hacer, nos indicó la sala y el pasillo por donde teníamos que ir para que la veterinaria revisara a los gatitos para ver como estaban.
Salimos de la consulta muy contentos, no les pasaba nada malo a los gatitos, estaban muy sanos. Les pusieron varias vacunas para su salud y nos dieron una especie de gel para bañarla y que no se le metieran mosquitos o alguna cosa mala en la piel.
La que era la doctora de los gatitos fue la que antes era la recepcionista que nos había atendido en la operación de Camila. No sabía que había estudiado para ser recepcionista y especializarse en medicina veterinaria.
Salimos de la clínica y gire la mirada hacia la enorme tienda donde estaban haciendo liquidación y todo el mundo estaba como loco en entrar y coger todo lo que pillara por enfrente ya que estaba casi a un euro muchísimas cosas de las que vendían.
Llegamos a casa y dejamos a los gatitos con mi hermana en el salón jugando. Yo y mi madre subimos a nuestras respectivas habitaciones, ella iba a dormir y yo iba a ver quien me había escrito al móvil.
Me había escrito mis amigas para hacer videollamada y para que les contara lo de los gatitos. No sabía cómo se enteraban de todo lo que me pasaba pero lo hacían. Los demas eran de Mac, no sabia si abrirlos primeros  o esperar.
Después me puse mi canción favorita de Selena Gomez y la puse a todo volumen por mi habitación,a saltar y a gritar a todo pulmón la canción, imaginándome estar en uno de sus conciertos cantando y disfrutando de estar allí.
Esperaba que llegara el día en que eso pasara de verdad y cuando eso pasara iba a ser la chica más feliz del mundo.
Salí de esa hermosa burbuja en la que había vivido durante 3:45 minutos que era lo que duraba la canción.Me puse a contarles todo lo que había pasado desde entonces y me dijeron que aquellos habían tenido suerte por haberles encontrado en muy buen estado.
Estaba respondiendo a Laura cuando, me entró una llamada de Susi. Su voz estaba apagada y no desprende ninguna energía buena. Con la intención de hacerla alegrar algo más de lo que estaba ella. No sabía porqué estaba así tan decaída y sin ánimos de nada.
Le conté cuentos y cosas que siempre que las decía se echaba a reír sin parar. La única vez que la hice reír, su risa no era como la de antes, su voz ya estaba apagada. No sonaba a la misma con la que había estado apenas hace unas pocas semanas antes
-Te extraño mucho  me dijo con ganas de llorar.
-Yo también preciosa  le respondí con ganas de llorar como era de esperar.
-Nunca me olvides por favor le dije con la voz rota.
-Nunca lo haré, te quiero muchisimo nunca lo olvides, siempre estare contigo me respondió.
A los pocos segundos después colgó. Toda la llamada me había sonado a una despedida y no quería que eso pasara. Me desperté de donde estaba y con ganas de abrir la puerta las lágrimas me invadieron y la fuerza que tenía en la mano desaparecieron de un momento y acabé tumbada en la cama llorando abrazando a Camila que había venido al oír el gran estruendo al caer al suelo.
Unos minutos más tarde mi hermana entró como pudo en la habitación y me vio ahí tirada en el suelo y avisó de inmediato a mi madre. Ellas dos me cargaron encima de la cama y mientras mi madre me tenía en sus brazos esperando a que me calmara, mi hermana estaba llamando a algún doctor que las ayudara en aquel momento. Nadie me contestaba y cada vez la respiración me iba mas rapido y no podía parar. Ver la cara de mi madre derramando lágrimas fue la gota que me ayudó a volver a donde estaba antes. Intenté controlarme y respirar hondo para que esto pasara lo más rápido posible para que parara de llorar.
Lloraba menos, mucho menos que antes. Le pedí que me dejaran salir a tomar un poco el aire a la calle, a pasear. Me puse los primeros zapatos que vi en el zapatero y bajé las escaleras antes de que no pudieran decirme algo más.
Baje las escaleras con la capucha que tenía para que ningún vecino me reconociera en el estado en el que estaba.
Lloraba menos, mucho menos que antes. Le pedí que me dejaran salir a tomar un poco el aire a la calle, a pasear. Me puse los primeros zapatos que vi en el zapatero y bajé las escaleras antes de que no pudieran decirme algo más.
Baje las escaleras con la capucha que tenía para que ningún vecino me reconociera en el estado en el que estaba.
Me duché y me puse el pijama. Mi madre y mi hermana estaban tumbadas en el sofá. Les di un beso y un abrazo a cada una y me subí a mi habitación. Me subí a mi cama y empecé a dormir, quería que este día se acabara ya.
Me desperté, estaba rara pero no tenía ninguna idea de que me iba a pasar hoy. El suelo estaba frío y fui corriendo al baño a lavarme la cara. No había nadie por la casa y eso era muy raro. Mi madre debería estar despierta. Decidí ir a ver qué había pasado y me acerque a su habitación. Mamá estaba en una esquina de la cama llorando. En mi mente empecé a decir "lo sabía". Por qué era lo que iba a pasar. En cuanto me di cuenta, leí la mente de mamá y supe enseguida de quién se trataba. Las dos lo sabíamos.

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