Faltaban solo un cuarto de hora para que viniera Susi y todo estaba quedando perfecto.
Fui a la habitación y le cogí el perfume que mas me gustaba a mama y me lo puse por todo lo que veía. Esa colonia me enloquecía y no podía decir que no a ella.
Mis bailarinas eran color rosa pastel al igual que mi vestido, todo era genial. Buscando cosas para poner en el centro de la mesa, vi una diadema del mismo color que mi vestido y decidí cogerla y preguntarle a la abuela ya que la había encontrado en su habitación.
La estuvo revisando unos cuantos segundos y accedió con la cabeza moviéndola de arriba para abajo.
Inmediatamente fui al baño para limpiarle unas cosas que tenía en la parte de atrás de la diadema, salió enseguida y me puse feliz.
Habían tocado a la puerta y todos ya sabíamos quién era o nos lo imaginábamos.
Le habíamos pagado a un señor para que trajera a Susi a casa.
Era un señor de unos cuarenta y tantos años y seguramente tendría más de dos hijos. Esto último era intuición mía no sabía si era verdad o no.
Tenía el pelo de dos colores, blanco y negro. El blanco era por todas las canas que tenía y no se las quería esconder él mismo.
Iba vestido como todos los hombres de su edad, una camiseta de cuadros y unos pantalones desgastados por las rodillas.
En cambio, Susi venía radiante con un espectacular vestido rojo hasta un poquito más allá de las rodillas y sin llevar a tocar el suelo con ello. Su vestido era clásico pero perfecto y me encantó. Sus zapatillas eran rojos pero iguales a las que siempre llevaba por la residencia.
Susi era tan mona que les había puesto a los zapatos unas flores con muchos destellos en ellos para que parecieran otros zapatos totalmente diferentes a los que tenía en realidad.
En el pelo tenía una diadema flores muy mítico de este pueblo.
Se veía muy mona pero a la vez se podía ir con ese mismo conjunto a las campanadas de noche vieja y hasta a Navidad podía ir así. Iba super guapa y nadie de los que estábamos presentes, ni siquiera el taxista podía negarlo.
Le ayudamos a el señor a bajar a Susi de su taxi.
Mi padre y mi tio no se habían arreglado mucho que era lo más habitual, si eso se arreglaban más para alguna boda o algún bautizo algo parecido a eso sí, pero para los cumpleaños pasaban de todo eso, ni para su cumpleaños se arreglaban más.
Mi prima y mi hermana se arreglaban un poco pero tampoco tanto para exagerar y decir que se habían puesto al nivel de Susi, iban muy monas pero a su manera de vestir. Casi todo su armario era de color negro y de vaqueros rotos. Habían muy pocas camisetas de colores llamativos, aunque de color blanco si habían bastantes. Este era prácticamente todo el armario de ropa de mi hermana mayor.
El de mi prima era similar pero ella si vestía camisetas más llamativas con el color negro adentro de ellas, pero algo es algo. Tenía cinturones de muchos colores y formas distintas. Le encantaban los zapatos altos con plataforma y los zapatos de deporte que siempre sacaba Nike.
A mi hermana pues le daban igual los zapatos, en verano casi siempre iba en chanclas o en invierno en botas. Siempre se compraba los zapatos de deporte en la tienda más barata que veía.
Algo que me llamó la atención de mi hermana era que tenía sandalias en vez de estas chanclas de la piscina, un detalle muy bonito por su parte. Algo es algo y aunque creo que no le había hecho un regalo a Susi era de apreciar. Ella iba muy poco a visitar a Susi y cuando ella iba, Susi le regalaba un montón de caramelos y le decía muchas cosas bonitas que le suben el ánimo a cualquier ser humano.
A mí, no me daba tantos caramelos pero me hacía lo mismo que a ella y me regalaba un montón de cosas qué aunque fueran pequeñas a mí me encantaban.
-Hera, al final nos vamos mañana para casa y así podemos estar aquí más tiempo. Me dijo mama por detrás de donde yo estaba, parada ahí viendo como entraba Susi por la gran puerta que tiene esta casa.
No se porqué me quedaba en mis pensamientos y no había nada solo meterme en ellos y no moverme del sitio donde estaba antes de meterme a mi otra realidad paralela.
Yo creo que convivir todo este mes con mi familia me ha hecho reconocer y tenerle más respeto y cariño a mi querida familia. También a la vida todo estaba saliendo muy bien, en todos los aspectos y quería con todas mis fuerzas que así continuará.
En mi casa siempre había alguna mascota, hace dos años se murió el perrito que tenían los abuelos y nos sentó muy mal a todos por que queríamos mucho a ese perrito. Un año después le regalamos unos tres pececillos en un acuario. Les pusimos nombres muy raros de cosas sobre el mar. El más grande se llamaba Nemo, como en la película, el mediano se llamaba Coralina, un nombre que venía de los corales del fondo del mar y el más pequeñin se llamaba Oceania creo que muchos de los
Nombres ya estaban inventados pero en nuestra casa no sabíamos o no nos acordamos de ninguno.
Esos pececitos les gustaban mucho a los abuelos pero yo creo que unos peces en un acuario no los puedes ni tocar ni darle mimitos ni jugar con ellos. Esas eran cosas que no podías y que eran muy necesarias, por si tienes una mascota.
Tenía en todo caso pensado regalarles un gatito a mis abuelos para que se divirtiesen más. Creo que ninguno era alérgico al pelo de un gatito y que le iban a cuidar muy pero que muy bien si os digo la verdad.
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Soy yo
Fiksi RemajaHera lo tenia todo a su familia, sus amigos... La vida le trataba bien y se sentía cómoda en ella. Tenía amigas de verdad que la querían y familia que la adoraban, no necesitaba más. La perdida de sus familiares hacen que su ansiedad y sus problema...