Nerviosa

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Dejamos el transportin junto a una camilla en aquella habitación.
Después de unos minutos esperando, vinieron unos empleados y se llevaron a mi gatita en la camilla.
Se la llevaron a otra sala unos treinta minutos hasta que nos confirmaron que iba a empezar la operación.
Nos dejaron verla antes de que empezaran y vimos como le ponían la anestesia, algo que me dolió más a mí que a ella. Poco a poco vi como se le cerraban los ojitos y las lágrimas me querían invadir poco a poco. Nos echaron de la sala y empezó la operación.
Era la hora de comer y todavía no nos habían dicho nada sobre ella, nadie había salido de la sala donde estaba o nosotros no notábamos ningún movimiento. Pasaban los minutos y no teníamos ninguna noticia sobre mi gatita y me hacía estar aún más nerviosa que lo que estaba antes.
Todos estábamos muy nerviosos por todo lo que estaba pasando. Camila se había ganado el amor de todos, la amábamos mucho. Papá dio la idea de irnos a comer mientras estaban en la operación y si pasaba algo le iban a avisar por llamada y luego íbamos a volver aquí a esperar a que saliera.
Salimos y enfrente más o menos vimos un restaurante muy chulo y nos fuimos a comer en él. Tenía muchas plantas en su interior y era muy colorido.
Yo tomé una sopa con muy buena pinta y una ensalada de trufa y setas. En el postre tomamos un helado muy bueno creo que era de hierbabuena.
Terminamos y estaba chispeando un poco así que empezamos a caminar un poco más rápido. Llegamos a la clínica y había más gente que antes.
La chica de antes nos llevó a una nueva sala en aquel edificio tan grande. Llegamos y vimos a Camila en una camilla con una mantita de unicornios rosita oscuro. Se veía muy mona con esa manta. Estaba con los ojos cerrados. La chica se llevo a mamá y a papá a la recepción para que hizieran unos papeles. Me dejaron quedarme a intentar despertar poco a poco a Camila. Vino un chico también muy parecido a la chica de antes. Creo que eran hermanos o primos o de la misma familia porque se parecían mucho. Tenían muchos rasgos parecidos.
Me digo que empezará haciéndola cosquillas y que la acaricie para que se despierte mucho mejor.
Se despertaba poco a poco iba moviendo las patitas y la cola.
Le pusieron una especie de parches en los ojitos para que no le den mucho la luz.
-¿Nos la vamos a poder llevar a casa hoy? Le pregunté al chico que estaba al lado mío.
Me explicó que tenían que dejarla aquí para ver que no le pasaba nada en el ojo ni nada parecido.
Me fui de la habitación sin las noticias que quería me asomé a la ventana que había y vi ahí a Camila. Me dieron ganas de llorar pero me retuve y no me puse a llorar. Fui a la entrada del edificio donde papá y mamá me estaban esperando para irnos a casa de nuevo. Eran las cuatro de la tarde y todavía queda mucha tarde por delante. Me subí al coche y en menos de lo que yo pensaba ya estábamos en el garaje del edificio donde vivíamos.
No tenia ganas de nada. No me apetecía ni siquiera subir al ascensor hacia nuestra casa. Con la intención de animarme un poco, volví a escuchar la canción de Selena Gomez unas ocho o nueve veces más de las que había escuchado antes.
Seguía sin tener ganas de nada pero fui a la nevera para ver si podía comer algo. Cogí una manzana y la lavé. Empece a comérmela y cuando ya me estaba dando cuenta ya me la había casi terminado completamente. No sabía ni cómo había vuelto a mi habitación no quería caminar ni sentía los pies, era una sensación muy rara. Extrañaba mucho a mi gatita y necesitaba jugar con ella y tenerla aquí conmigo para saber que estaba bien.
Estaba en mi cama sin saber que hacer y se me ocurrió la idea de dormir aunque no hubiera cenado. Al principio me costó mucho coincidiar el sueño porque no tenía a mi gatita para abrazarla o jugar con ella antes de dormirme. La noche transcurrió muy rápidamente. Me levanté con lágrimas en los ojos, sabía que el sueño que había tenido no era un sueño era una enorme pesadilla. No sabía que hacer sin ella solo con unas horas, no me quiero imaginar cuando se valla para siempre y no la vuelva a ver. Solo pensarlo me dan ganas de llorar y no parar. Tenía miedo que le pasara algo y no pudiera estar con ella más tiempo.
Me levanté de la cama sin muchos ánimos y me fui a lavar la cara para despejarme un poco de mis pensamientos. Terminé y me bajé a desayunar algo ya que tenía mucho hambre por no haber comido por la noche la cena.
Estuve mirando un buen rato que comer ya que no se me ocurría nada. Vi unos nuevos cereales que seguramente habría traído papá y me los eché junto a un bol con leche. Eran como una especie de donuts de diferentes colores y sabores. Estaban muy buenos combinados con la leche, se mezclaban los sabores y eran increíbles.
Terminé un poco llena, metí el bol y la cuchara en el lavavajillas y me dirigí de nuevo a mi habitación. Sinceramente no sabía qué hacer así que me puse a ver videos en mi nuevo móvil para pasar el rato. Terminé durmiendo con el móvil en la mano y reproduciéndose videos de canales que no conocía. Cuando desperté me había dormido unos cuarenta minutos y tenía más hambre todavía. Volví a hacer el mismo recorrido de siempre y en la nevera no veía nada. Así que me llevé de ella un yogur enorme y una cuchara grande para ir comiendo mientras tanto.

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