Soy yo

Navidad de Nuevo

Llegamos al pueblo, ya estaban puestas todas las decoraciones de navidad ya puestas. Vi a mis amigos en frente de la casa de mis abuelos con rosas y margaritas. No sabía cómo había adivinado cuales eran mis flores favoritas, o a lo mejor se lo había dicho mi abuela.
Bajé del coche con mi maleta de mano y fui a saludar a cada uno de ellos. Se veian super guapos todos y todas.
El cielo estaba de color blanco, eso seguramente significara que iba a nevar dentro de poco. Estaba muy preparada para que nevara ya que me había traído los guantes, el gorro y más cosas para estar bien abrigado en la nieve. En mi pueblo nevaba muy poco ya que estaba muy alejado de las montañas y tampoco hacía mucho frío. Cuando nevaba, lo hacía durante días enteros y se acumulaba mucha nieve.
En cuanto entre por la gran puerta de casa de mis abuelos, me acordé de mi abuelito. Los ojos se me pusieron llorosos y no podía casi ver, pero intente seguir para adelante. Me froté los ojos y subí las enormes escaleras hacia la planta de arriba. Desde que entré a la casa, estaba triste. Habían desaparecido las energías que antes esta casa estaba llena de ellas. Se sentía muy diferente, era como si le faltara algo y ya sabíamos que era.
Encima de mi cama estaba el ordenador del abuelo, algo que me trajo muy buenos recuerdos. El ordenador estaba con su funda y con una carta dentro de ella. Suponía que era alguna factura o algo del ordenador.
Dejé la maleta y la mochila dentro del armario y me subí a mi cama. Abrí la funda y ahí estaban el ordenador y una carta. Cogí la carta y las manos me empezaron a temblar. No quería abrirla porque sabía que iba a empezar a llorar pero tenía que abrirla.
Era una carta de color blanco oscuro, era un color muy parecido al beige. Tenía escrita una frase en la parte delantera de la carta que ponía: "La muerte está tan segura de ganar que te da toda una vida de ventaja". Estaba muy de acuerdo con esa frase; todos nacemos, evolucionamos y nos morimos, ese es el ciclo de la vida. Sabia de quien era la letra quien había escrito esa frase. Ese era mi abuelo.
Mi abuelo de joven le escribía cartas así a mi abuela y después ella las iba guardando en una cajita de flores que tenía escondida en el armario. Se donde estan porque cuando quería estar sola y sin distracciones me iba a la habitación de mis abuelos y me metia en su armario, justamente las veía y me ponía a leerlas. De ahí se como es la letra de mi abuelo.
A lo mejor estaba mal leerlas pero eran muy bonitas y no podía resistirme. Seguramente habrían más de unos treinta y algo, según lo que yo había contado.
Estuve tocando la carta unos minutos hasta que creia que estaba lista para abrirla. Cuando ya estaba preparada, la abrí muy despacio para que no se rompiera ninguna parte de la carta. Dentro habían algunas fotos y un folio lleno de palabras y frases. En la carta ponía:
Querida Hera:
Espero que leas esto algun dia. Es muy dificil para mi hacer esto pero quiero hacerlo antes de irme.
Quiero que sepas que la vida está para disfrutarlas y para agradecer que estamos vivos. Sobre todo hay que disfrutar los momentos con la gente que nos rodea y nos hace la vida mucho más feliz. A veces hay que dejar de lado lo material y buscar tu propia felicidad para estar bien contigo mismo. La vida esta para vivirla así que no la desaproveches y vívela.
Supongo que te habrán dicho la enfermedad por la que estoy pasando a día de hoy. Esto esperaba que solo fuera una parte triste de mi vida pero al final no fue así.
El penúltimo día que estuvisteis aquí, fuimos la abuela y yo a ver al doctor para que me dijera los resultados de unos exámenes que me habían sacado hace tiempo. El médico nos dijo que no iba a vivir por mucho más tiempo si no hacían algo, ese algo era operarme.
Una semana después de que os fuisteis se lo dije a todos mis hijos, incluido tu padre. Se por cómo reaccionaron cada uno de ellos que estaban muy preocupados. Seguramente no te lo hayan dicho pero era lo normal, tenias que estar bien para empezar muy bien el instituto.
Habían pasado cinco días desde que aquello sucedió y mañana mismo me iban a operar. Tu padre se estaba preocupando mucho por mi todos estos días.
Si mañana me voy de este mundo quería encargarte dos cosas. Una de ellas es que cuides a tu abuela, porque la voy a necesitar mucho y otra de ellas es que nunca te separes de aquellos que te quieren tanto como tu familia. También cuida de Susi es una persona muy buena y merece todo el cariño que tu tanto das.
Siempre te querré mi pequeñaja
Un enorme abrazo de los nuestros,
tu abuelo.
Al terminar de leer la carta entera me dieron ganas de llorar y llorar, no levantarme nunca de ahí. Incluso hubo unos segundos en los que quería ir con él, adonde él estuviera yo iba a estar feliz.
Estuve llorando poco más de una hora y algo, decidí abrir el ordenador por si me había dejado algo más dentro de él. Lo abrí y había un papelito doblado por la mitad. Adentro decía que el ordenador era mío. Encendí el ordenador y vi en la carpeta de imágenes que estaban las mismas imágenes que había dentro de la carta.
Me gustó mucho todo lo que había hecho el abuelo, era algo que él me había dejado solo para mi y que solo sabíamos él y yo, nadie mas. En ese momento empecé a entender algo que no entendía hasta entonces