Ella sufría cada día más y todo por culpa de las personas a las que más ama. Lo ocultaba,no tenía opción hasta que el llega y se convierte en la única persona que puede ayudarla.
❝ Ya no puedo hacer esto, el dolor
no desaparece por más que lo inten...
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Octubre, 2019
Tenía miedo, mucho. No era solo por mi, la verdad eso era lo último que me preocupaba. Tenía miedo por ella. No la quería ver sufrir, eso me partiría el corazón en mil pedazos. Mi madre lo es todo para mi, todo mi afecto va hacia ella. No puedo imaginar un mundo en donde no esté a mi lado. Y no se si voy a hacer lo correcto para nuestra pequeña familia pero siento que es lo correcto para ella.
Merece saberlo.
Todos los niños piensan que existe ese prototipo de familia perfecta pero cuando empiezan a crecer se dan cuenta que han sido engañados la mayor parte de su vida y en eso me incluyo totalmente, yo era igual que ellos. Entramos en el mundo real.
Una persona puede arruinar las cosas en tan pocos segundos, es tan parecido como cuando estás apunto de morir. Muchos dicen que tu vida pasa por delante de tus ojos. Pues aquí y ahora mi vida pasa por delante de mi tratando de recordar todo lo bueno que he vivido y para llevarlo conmigo en lo que quedará.
Hace días mi padre había dejado su teléfono en la mesa después la comida. Mi curiosidad fue mucho más fuerte que nada, una parte de mi desearía no haber husmeado nada pero la otra parte dice que hice las cosas bien y que he podido ver quien es realmente.
Habían demasiados mensajes con varias chicas y no eran de lo más agradables, la mayoría hablaban de sexo y a otras simplemente les coqueteaba.
Mi padre había estado muy cambiado desde agosto y desde hace años. Ya no demostraba tanto cariño con mi madre, a veces le alzaba la voz cuando se enojaba por pequeñas cosas y llegaba a pegarle en varias ocasiones.
Desde que había conseguido un nuevo trabajo y el cambio de casa todo había marchado bien. Había hecho nuevos amigos y aunque no me caían del todo bien yo no era nadie para juzgar. Ellos se veían rudos y tan engreídos cada vez que venían que me hacían imposible fingir una amable sonrisa.
Algunas veces mi padre tenía algunos ataques de ira pero mamá y yo lo dejábamos pasar porque pensamos que eran por el estrés.
Una chica en especial llamo mi atención en su movil ese día porque iban a reunirse hoy misma en la tarde cerca de un bar. De todas maneras tenía que confirmarlo con mis propios ojos antes de poder decir algo.
El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos. Avani ya estaba afuera. No iba a ir sola, tendría que tener un compañero de espionaje o algo parecido.
—¡Nunca había estado tan emocionada en mi vida!—dice avani cuando ya he salido de mi casa.
—Tienes que adentrarte en tu papel, no queremos que nos vean—trate de remarcarle que para lo que íbamos a hacer teníamos que estar calmadas.
—¿Me trajiste aquí para ver a dos niñas jugar?—Chase sale de la nada y yo le mando una mirada asesina a avani.
—Supongo también que te olvidaste que éramos sólo las dos—ella se encoge de hombros y me da una leve sonrisa.
