Ella sufría cada día más y todo por culpa de las personas a las que más ama. Lo ocultaba,no tenía opción hasta que el llega y se convierte en la única persona que puede ayudarla.
❝ Ya no puedo hacer esto, el dolor
no desaparece por más que lo inten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Alison.
Hay solo una pocas cosas que recuerdo. Son pequeñas visiones que aparecen en mi mente y se esfuman fugazmente como si fueran sueños. Todo parece tan irreal que hace que mi cabeza de vueltas. Recuerdo como sacaba las cuchillas de aquella caja y me sentaba en el suelo del baño. En como pensaba que había hecho todo lo que tenía en mente y en que estaba completamente preparada para matarme. El dolor no desaparecía y mi tristeza era infinita, sentía que no podía cargar con ella mucho más. Me encontraba en un solo túnel, oscuro y solitario: el mío.
Algunas veces cuando me despertaba a media noche pensaba que en este año todo lo que había ocurrido había sido creado gracias a mi imaginación y puesta en una horrible pesadilla pero era solo por unos pocos segundos, no duraba tanto como quería.
Recuerdo como mis manos temblaban y la duda quería invadirme. Como me pregunte a mi misma si era lo correcto, si en verdad era lo que quería o necesitaba.
Recuerdo como tome un suspiro largo antes de gemir de dolor al sentir como cortaba mi muñeca y como cerré mis ojos al ver la sangre bajar lentamente sobre esta. Como solté las cuchillas y recosté mi cabeza cuidadosamente contra la pared, pensando en mis amigos, mi familia y sobre todo, en él.
—Deberías colocar una bola disco, ¿No te parece?—gire mi cara hacia un lado para verlo de frente. Los dos estábamos recostados en su cama, mirando a la nada. Se notaba el entusiasmo en mi voz y siendo sincera era la tontería más grande que hubiera propuesto en toda mi vida pero en ese momento fue lo que mejor pude decir.
Jaden río fuertemente y con burla ante mi propuesta. —No lo dices en serio.
Alce mi ceja junto con una expresión seria sin mencionar ni una sola palabra.
Su sonrisa se borró—Oh, lo dices en serio....
—Podríamos ponerla ahí—le interrumpí señalándole con mi dedo hacia el techo de su habitación.
El lo miro y frunció su ceño—No creo que sea una buena idea—murmuro después de unos segundos, temeroso de mi respuesta.
No le tome importancia y seguí con mi increíble persuasión. Porque algo que había notado de jaden en este último año y de la manera en la que se comportaba conmigo era que siempre me escuchaba, nunca tenía una excusa o algo por hacer. Puedo jurar que amaba escucharme parlotear por horas.
—Le darían ambiente a los conciertos que harás cuando termines de escribir tu canción.
Y si, jaden llevaba unas cuantas semanas poniendo sus ideas en un pedazo de papel para una de sus primeras e increíbles canciones.
Sacudí su camisa para sacarlo del transe pensativo en el que estaba. Seguro estaría en una lucha interna. ¿Que debería hacer? Si le digo que no se enfadara conmigo y se irá o consigo esa maldita bola de disco que tanto desea para cumplir uno de sus sueños. Algunas veces me encantaría saber que ocurre en su pequeña cabeza...
