Ella sufría cada día más y todo por culpa de las personas a las que más ama. Lo ocultaba,no tenía opción hasta que el llega y se convierte en la única persona que puede ayudarla.
❝ Ya no puedo hacer esto, el dolor
no desaparece por más que lo inten...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No te muevas. Esa es la única frase que mi cerebro repite constantemente.
Ninguno de los dos hace ningún movimiento, el hombre mira fijamente a Chase y este le devuelve la mirada de manera valiente, por así decirlo.
De verdad que parece un campeonato de miradas y puedo afirmar totalmente que si las miradas matarán chase estaría diez metros bajo tierra. Si es que ya no está condenado.
La parte tonta de mi pide a gritos que haga algo lo más pronto posible.
¡Dios, estoy ganando mi propia tumba!
Suspiro pesadamente y sin pensarlo o prácticamente sin hacerlo desde un principio me interpongo entre ambos.
La punta del arma roza mi mandíbula levemente lo que me hace tragar grueso por la sensación de desesperación que cargo encima.
—¡Lo pagaremos!—Exclamo.
—¿Que?—suelta chase confundido aunque no se si es exactamente por incluirme en la situación o por lo estúpida que he sido al mentir con tal descaro.
El hombre enarca a una ceja y me mira divertido.
—¿Ah, si?—Suelta burlón—¿Como se supone que harás eso?
Lo miré con frustración, ¿Quien se cree?
Estaba a un segundo de ponerlo en su lugar pero rápidamente me acuerdo de el arma que tengo enfrente mío, así que me callo.
—Te lo devolveremos, lo prometo—dije de manera segura.
Chase me aparta de enfrente suyo—No, ella no estará en esto—dice—soy yo el que no te ha pagado.
Negué con mi cabeza varías veces pero al ver la expresión de frialdad en el rostro de chase entendí que iría peor si le refutaba de alguna manera.
—Una lástima... ella habría atraído muchos clientes.
Lo miro con desagrado. No lo conozco ni se su nombre y ya me cae como un grano en el culo.
—Ni lo pienses—masculla chase—No la haz visto, no ha venido aquí y no estará en tu sucio negocio de mierda—exclama.
El hombre ríe por la actitud de chase y rápidamente se guarda la pistola con una expresión de falso miedo en forma de burla hacia mi amigo lo que me hizo querer romperle la cara una vez más pero respiro al saber que por ahora seguiremos con vida.
