𝟏𝟕| Festival

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Abril, 2019

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Abril, 2019

—Solo tienes que vestirte, hermosa ya eres.
—Me alienta Avani desde el otro extremo de la habitación.

Estoy rebuscando en mi armario un vestido desde hace aproximadamente dos horas, sin exagerar. Avani dice a todo lo que le muestro que le parece bien pero a mi ninguno logra convencerme del todo. Es de esas veces en las que no te queda igual que las primeras o segundas en las que te lo haz puesto o probado y alcanzas a ver cada inseguridad de ti misma.

—¡No hay nada!—exclamó un poco alterada.

Vani rueda los ojos cansada, no se que cómo sigue aquí después de tantas quejas y malas caras de mi parte. Se levanta del colchón y empieza a caminar a mi dirección.

Recorre con la mirada cada parte del interior de mi armario hasta que sus ojos paran en
una esquina y una pequeña sonrisa se esboza por sus labios. Volteo rápidamente a ver que es. Puede que logre convencerme y tiene que hacerlo porque es la última opción que tengo, de otra manera tendré que quedarme en casa. No quiero quedarme en casa.

Observo el vestido que avani me tiende en la mano. Es rojo, ajustado y con un poco de escote, perfecto.

¿Como me conoce tan bien?

Agarro el vestido de inmediato y me coloco frente al espejo para poder admirarlo mejor. Me deshago de la ropa que ya tenía puesta
para darle paso a la pieza roja que tengo en
mis manos. No me molesto mucho en cambiarme frente a avani, tenemos suficiente confianza entre ambas.

Al ponérmelo quedó totalmente impresionada porque se ajusta completamente a mi cuerpo y se ve espléndido en todos los perfiles.

—¡Lo encontramos!—Hablo con entusiasmo mientras que busco unas botas para terminar de vestirme.

Avani bufa—Lo he encontrado yo, si fuera por ti seguiríamos otras dos hora más.

Yo ruedo mis ojos, ignorándola—La perfección cuesta vani, cuesta—le remarco mis más sabias
palabras.

Termino de aplicar el labial que he escogido, no es tan fuerte pero tampoco pasa desapercibido. Avani por su parte está finalizando con las sombras que se ha colocado en los ojos que se ven mucho más profesional que las mías.

Nos miramos por última vez al espejo,
parece que todo está en orden y finalmente podremos salir.

—Mi hermano ya está afuera—anuncia Avani mientras bajamos las escaleras.

—¿Vino con Amelie?—le pregunto. Esos dos no se separan ni para ir al baño, supongo que será por esto de ser una nueva pareja.

Ella asiente—Nos van a dejar en el lugar y se irán. Ya sabes no pueden perder ni un segundo—se burla.

Yo rio—Vale.

Llegamos a la planta baja y puedo ver a mi madre cocinando. Le hago unas señas Avani para decirle que me espere afuera.

𝐀𝐁𝐔𝐒𝐎 | Jaden hossler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora