Ella sufría cada día más y todo por culpa de las personas a las que más ama. Lo ocultaba,no tenía opción hasta que el llega y se convierte en la única persona que puede ayudarla.
❝ Ya no puedo hacer esto, el dolor
no desaparece por más que lo inten...
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Me bajo del coche sin olvidar mi mochila, la necesito. Lleva dentro un cambio de ropa que no use cuando fui a ver a mi madre así que me es útil ya que me he fugado de mi propia casa.
He tenido que aparcar en la siguiente cuadra para no causar problemas. Ya es muy de noche, prácticamente no debería estar aquí.
Empiezo a caminar por el vecindario. La brisa mueve mi desordenado cabello levemente y la claridad de la luna me ayudan a ver un poco mejor el camino. Es un barrio calmado, no escucho ningún tipo de ruido. Supongo que todos estarán durmiendo.
Veo su casa no muy lejos, ya he estado aquí varias veces así que no puedo equivocarme. Busco en la segunda planta y solo en una habitación puedo distinguir que las luces están encendidas, así que supongo que será la suya. Puede que me esté arriesgando mucho y que lastimosamente termine en la habitación de sus padres pero me da igual, lo haré de todas maneras.
Camino hacia la parte trasera y empiezo a hurgar en el césped en busca de alguna piedra pequeña que pueda usar. Se que puedo utilizar el móvil para avisarle que estoy acá abajo pero prefiero ser un poco más original, esa técnica ya la he usado y además quiero asustarla un poco, ya se ha vuelto una costumbre.
Al final he encontrado unas cuantas que van a servirme así que cojo un poco de impulso y sin más tiro la pequeña piedra hacia su ventana. Me tomo un momento esperando que alguien se asome, cualquiera. Sería de mejor ayuda que saliera ella.
Nada, no hay rastro de nadie.
Hago un segundo intento y tiro la piedra, un poco más fuerte que la vez anterior pero sin causar ningún daño, por supuesto. No sería tan idiota. Entonces escucho un poco de ruido en la habitación, no puedo detectar si son pasos o algo más pero van aumentando a cada momento. Y ahí es cuando la veo a ella, a Alison.
Puedo ver fácilmente su expresión de indignación mientras abre silenciosamente la ventana—¡Por Dios, jaden! ¡Casi me matas del susto!
Yo río—Tiendo a tener ese efecto cuando me ven en persona—bromeo.
—¡Oh, cállate!—Exclama con sus ojos entrecerrados.
—Bueno... no suelen asustarse, me dicen que soy la persona más caliente que existe en el planeta.
Ella rueda sus ojos—Nah, no creo que lo hagan.
—Mientes.
Se que lo hace, lo puedo ver en su expresión y también se que está de acuerdo con lo que he dicho, además es la pura verdad.
