Extra final

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Alison

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Alison.

Termino de aplicar el labial en mis labios y me miro al espejo una vez más. Mi vestido en un tono verde oscuro y corto, un poco más arriba de la rodilla, con bordados de flores y unos volados amplios al final de las mangas. Me lo acomodo un poco cuando me levanto del tocador.

—¡Eres un entrometido y preguntón!
—Escucho gritos en la planta baja que me hacen salir corriendo de la habitación.

Al bajar las escaleras los veo. Se están matando con la mirada y yo suspiro.

—¿Que ha pasado?—les pregunto.

—¡El se ha metido a mi habitación sin tocar!
—¡Y ella me ha robado el CD de papá!—Se acusan, hablando a la vez y apuntándose con el dedo.

Mis dos hijos mayores, Jae y Amy suelen chocar mucho, tienen personalidades muy parecidas. Son impulsivos, muy honestos con lo que piensan y a decir verdad tienen un carácter muy fuerte. Amy tiene trece años, la llamamos así por su abuela, la madre de jaden. Me enteré de mi embarazo unas semanas después de nuestra segunda boda. Nos tomó de sorpresa que hasta llegue a entrar en pánico, tenía miedo de convertirme en mi padre pero logré mantener esas ideas fuera de mi cabeza. He trabajado mucho por dejar esa etapa de mi vida, tuve demasiadas sesiones con psicólogos que ni puedo contarlas con mis dedos y tuve medicación por un buen tiempo. Nunca más he tenido ningún impulso violento y estoy agradecida por eso.

Amy saco los ojos azules de su padre y tiene el pelo castaño como cuando el era muy pequeño pero unos cuantos rizos se desenvuelven al final de su cabello. Jae por su parte tiene mi cabello negro y liso, suele peinárselo hacia un lado, todo desordenado como jaden. Jae también tiene sus ojos azules pero su ojo izquierdo tiene una afección que le hace tener más de dos colores. Heterocromía parcial para ser exactos. Tiene un poco de color cafe junto con el azul. No es nada grave, nos han dicho que se debe a la genética. El tiene once y su nombre es el diminutivo del nombre de su padre.

—Primero. ¿Amy porque le haz robado el CD?
—Alzó una ceja con la mano en mi cintura, esperando una respuesta.

Ella baja la cabeza y resopla—Yo solo quería escuchar las canciones de papá. ¡Solo a Jae le han dado uno! ¿Yo que?

—Cariño, ese ha sido su regalo de cumpleaños. Tu haz pedido un libro—trato de razonar con ella.

—Lo sé.

—Amy...si quieres uno puedes pedírselo a papá, el no va a negarse. Sabes que le encanta que conserven su música. Pero solo si te portas bien.—le advierto.

Ella asiente y cruza sus brazos mirando al suelo.

—Ahora, Jae. ¿Porque entraste a la habitación de tu hermana sin tocar?

El deja de mirar a su hermana con enojo y se gira hacia mi.—¡Solo quería recuperar mi CD!

—Vale pero ya hemos hablado de esto. Tu hermana está creciendo y necesita su privacidad.

𝐀𝐁𝐔𝐒𝐎 | Jaden hossler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora