Ella sufría cada día más y todo por culpa de las personas a las que más ama. Lo ocultaba,no tenía opción hasta que el llega y se convierte en la única persona que puede ayudarla.
❝ Ya no puedo hacer esto, el dolor
no desaparece por más que lo inten...
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—¿No quieres pasar?—observo a la señora Williams desde el otro lado de la calle y como es costumbre lleva un plato de galletas en su mano derecha y me sonríe amablemente.
—¿Me va a retener por mucho?—le pregunto de manera un poco burlona.
Ella mira hacia el suelo y ríe, se le ve más feliz que las otras veces que he pasado por aquí.
—Tengo galletas y chocolate—levanta el plato y señala la mesa a su lado con las tazas y un florero.
No me queda más remedio que cruzar la calle y sentarme a su lado. No quiero que se sienta solitaria.
—¿Como vas en el instituto?—me pregunta tomando un poco de chocolate de la taza.
—Ya sabe, aburrida como siempre.
—Pero vas bien, ¿No?—Me mira de manera inquisitiva.
—Claro, ya sabe cómo es mi padre—Resoplo con pesadez por haber tenido que mencionarlo, no es algo de mi agrado.
Estos días han sido una completa mierda a excepción de la salida con jaden para buscar el relajante y para mi sorpresa no lo he tocado del todo, no lo he necesitado en lo absoluto y es que siempre lo he hecho, siempre he tenido esa rabia acomunada en mi pecho que necesito aliviar.
Después de terminar mi única galleta me despido de mi vecina, ella me ofrece unas cuantas más pero me niego, no me las terminaría comiendo. Serían un desperdicio. Camino sin ánimos hasta mi casa.
Menos mal que hoy es la fiesta de Anthony y que mi padre se ha tragado el cuento de que dormiré en casa de avani. No se que pasaría si se enterara. Por una parte es cierto, dormiré en casa de avani cuando volvamos de la fiesta pero el no lo hubiera entendido. Y no importa prefiero hacer cualquier solo para zafar de estar con el una noche más.
Al entrar veo a mi padre, está concentrado en el partido que pasan por la tele lo que hace difícil que note mi presencia en estos momentos pero es mucho mejor para mi de esta forma. Así que subo las escaleras hacia mi habitación.
Busco un buen vestido entre mi el montón de ropa qué hay en mi armario. En repetidas ocasiones mis amigos me han considerado como una compradora compulsiva pero siempre me niego, hay peores que yo.
Después de tanto buscar encuentro el vestido perfecto. Es negro y un poco ajustado a mis caderas pero siento que es muy de mi estilo, seguramente no lo volveré a usar en mi vida. Además, agarro uno de los bolsos que cuelgan de la parte superior y empiezo a meter desordenadamente el vestido, los tacones y mi maquillaje para poder irme a casa de nessa.
Mi móvil suena de un momento a otro con un mensaje de Vani avisando que ya ha llegado con chase y que están afuera esperando. No teníamos a nadie que fuera nuestro chofer por hoy ya que Ryland saldría con Amelie. No me quedo más remedio que sobornar a Chase. Fue algo fácil, con solo ofrecerle lo sobrante de mi hierba casi sin abrir lo tenia comiendo de mi mano.
