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Capítulo 31.
P a r t e _ 2 .
El verdadero diablo.

— Escuchadme bien, malditos pecadores insensatos, porque esto tan sólo lo diré una maldita vez, y quiero que me respondáis. ¿Dónde está la chica?

Alastor rebosaba de ira. La luz había vuelto para cuando él ya se encontraba con una de las cabezas de los demonios entre sus manos, víctima de su ira.
No se encontraba a ninguno de los que estaban sentados en aquella mesa. Angel, Charlie, Vox, Katie... y la que más preocupaba a Alastor, __________.
El silencio sepulcral invadió la sala, después de haber sido atacada por el pánico de varios demonios a la oscuridad.

— ¡Responded!—su voz se hizo eco por toda la sala.

Los demonios estaban incluso más perdidos que él, sin saber siquiera qué había ocurrido. No hubo tiempo para asimiliar nada.
Husk se acercó a él, en un intento fallido para calmarlo. Todos estaban preocupados, no sólo él.

Pero el hecho de que le quitaran delante de sus narices a la mujer a la que amaba... Aunque siquiera pudiera ver, él debería de haber estado con ella en todo momento.

Y ahora se temía que su mayor fuente de cariño y aceptación se marchase al igual que sus padres.
No iba a permitir que la muerte se la llevara.
No a ella.

— Largo de aquí, Husk, voy a matarlos uno a uno hasta que me digan dónde se la han llevado.—dijo, realmente dolido.

Quería llorar.
Por primera vez en su mísera no-vida quería llorar. Que le robasen lo que más amaba sin poder hacer nada sólo le causaba impotencia. Dolor. Rabia. Quería matarlos a todos, dejar sus cadáveres pudrirse allí mismo y seguir matando hasta saber dónde mierda se la llevaron.
Siquiera pudo escuchar cuando se la llevaron.

— No hagas ninguna estupidez, Alastor. Cálmate.—le fue a tocar el hombro, pero una mano se lo impidió, la propia de Alastor— No conseguirás nada matándolos. Nadie sabe nada.

En el fondo lo sabía.
Pero dolía más que te lo recordaran.
El odio se fue intensificando en Alastor.
Pero no reaccionó.

Giró su rostro. Pudo ver a Vaggie llorando en el suelo siendo consolada por Niffty. No era el único afectado, había más víctimas.
No le importaba en lo más mínimo Vaggie, pero se juró a sí mismo que destrozaría a todos aquellos que los hicieron sufrir.

— Levantaos.—ordenó.

Su tono volvió a resonar por la sala, severo, llamando la atención de las dos chicas que estaban en el suelo. Vagatha no sabía cómo debía reaccionar ante sus órdenes, pero por una vez, se levantó.
Niffty ya estaba levantada desde que Alastor pronunció sus palabras.

— No pienso descansar hasta que la encuentre. Dos son mejor que uno. Así que vamos.—ordenó, apoyando su mano durante unos instantes en el hombro de Vaggie, según iba pasando a su lado.

Husk observó a Alastor. Sabía perfectamente que eso no se iba a quedar en un “salvaremos”. Sanguinario, lleno de ganas de venganza, odioso. Sabía que Alastor mataría y expondría los cadáveres de los secuestradores, sin ningún ápice de compasión por ellos.
No sabía si aquello estaría bien o mal... Y sobretodo sabiendo que __________ quería que Alastor fuese al cielo.

Pero Alastor no opinaba lo mismo.
Sabía que no conseguiría perdón pasase lo que pasase. Y sabiendo que en tan sólo unos años se la llevarían, le afectaba... pero más le afectaba pensar que se la habían llevado ahora, y que podrían matarla sin reparo alguno a las consecuencias.

━━ 𝐃𝐈𝐋𝐎    Alastor .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora