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Capítulo 25.
La pareja y “la pareja”.

Estaba bastante incómoda. ¿Cherri Bomb se llamaba? La verdad es que no estoy acostumbrada a las compañías macabras de Angel.

— ¿Y tú eres de las que les gusta machacar los cráneos con una piedra o prefieres sacar las tripas? Yo soy más de la segunda, si te soy sincera. Y, oye, ¿te gusta comerte la carne de tus víctimas?

Está bien que fuera habladora, que estuviera animada y que me tomara confianza según hablábamos...
Pero es que no la entra en la cabeza que no soy una demonio, que estoy de decoración hasta que se me lleven.

Vox había llegado, de la nada, para hablar con nosotras. Y, por muy mal que me sentara, le pasé el testigo para relajarme un poco hablando con Husk.
O por lo menos el estómago.

— ¿Y bien?—cuestionó— ¿Qué decías de que iba a ser una chica tranquila y que no daría palique?—se burló.

— Es muy explícita. Me ha descrito con todo detalle cómo ha torturado a dos demonios. Es decir... me sorprende la capacidad de mi estómago de mantener mi comida dentro.

— Por lo menos Vox te ha dado el relevo.—dijo, burlándose de nuevo.

Nos mantuvimos en silencio durante unos instantes. Disfruté del silencio formado mirando al extremo de la mesa larga del minibar.

— ¿Sabes que lo que dijo Alastor no iba a malas?—cuestionó.

— Husk, ya hemos hablado de esto...—suspiré, cansada.

— Lo sé, pero no caes en razón. Fue tan sólo un ejemplo para que Angel le dejara en paz. Venga, perdónalo...—intentó hablarlo conmigo.

— Husk, entiende también mi punto. ¿Por qué puso ese punto si no fue para atacar a ambos lados? Él seguro sabía que me gustaba, y por eso hacía este tipo de cosas.

Husk arqueó una de sus cejas, intentando darme a entender algo que no capté de primeras, por lo que respondí frunciendo el ceño.

— ¿Y crees que tú a él no le gustas?

Mi corazón se encogió. Tragué saliva, muy nerviosa.

— ¿A qué te refieres?—suspiré, perdiendo el pulso por instantes.

— Sé que es más romántico que te lo diga él, pero ya estoy yo para decírtelo. Alastor está enamorado de ti. A muerte.—se encogió de hombros.

Tomó la botella que tenía al lado y bebió de ella, haciendo un par de sonidos bastante irritantes. Eructó, y luego se secó la boca con la pata.

— ¿Cómo mierda te puedes quedar tranquilo tras decir eso?—le cuestioné, elevando el tono de voz.

— Disfruto el drama.—se encogió de hombros— De todos modos, ahora que lo sabes, ¿estás dispuesta a darle otra oportunidad?

— Oh, vamos, Husk, me has puesto espalda contra la pared...—le reproché, algo agobiada por su comentario.

Él me miró a los ojos.
¿Quería darle una oportunidad a Alastor? Tal vez no era el mejor demonio. Tampoco el más caballeroso. Y tal vez el más sanguinario...
Pero no dejaba de ser el hombre que una vez me hizo sentir como si estuviera en el cielo. El único que me preparó de comer, el único que se preocupó desde el principio, estando siempre a mi lado, y el único hasta ahora que me había confesado sus sentimientos al respecto de su vida privada...

━━ 𝐃𝐈𝐋𝐎    Alastor .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora