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Capítulo 16.
Paseo por el infierno.

— Vale, continua.—dije.

Angel estaba leyéndome de nuevo su librito horrendo de torturas sexuales.

— Ay, no sé si cambiar esto...—dijo.

Ignoré por unos instantes su comentario, buscando debajo de la cama. Tomé una cajita, y la saqué.

— ¿El qué?—dije, abriéndola y tomando una galleta.

Le lancé otra a él para que pudiera relajarse por lo menos. Las galletas eran un regalo de Vox, las cuales quise esconder de Alastor porque sabía que se volvería loco si supiera que había tomado algo de Vox.
Escondí de nuevo las galletas, y luego me tumbé en la cama, tomando el cuaderno de  Angel.

— La tercera línea de la segunda página. ¿Crees que es muy fuerte?

Mi atención se vio desviada por unos instantes. Un pequeño monigote rodeado de corazoncitos había asomado por la esquina de la primera página.

— Angel... ¿este de aquí es Husk?

— Sí, ¿por qué?—preguntó engullendo la galleta y tomando asiento a mi lado, en la cama.

— Es que ha sido muy inesperado, perdona.—reí— Vale, a ver...

Tocaron a la puerta cuando iba a replicar. Miré a Angel, confusa.

— ¿Esperas a alguien?—pregunté.

— Qué va.

Me levanté, dejando su cuaderno en la cama. Caminé algo confusa hacia la puerta, y la abrí tímidamente. Alastor apareció de la nada.

— Dios mío, me había asustado.—dije, abriéndola al completo y dejándole pasar.

— ¿No deberías de haberte ido ya a casa?—le dije, tomando su cetro y dejándolo sobre el escritorio.

— ¿Y vosotros no deberíais estar durmiendo?—cuestionó, no muy amistoso.

— ________ me estaba ayudando con mi libro.—dijo, tomando el cuaderno.

— El mal nunca descansa.—sonreí, tirándome de espalda hacia la cama, aplastando a Angel.

— Veo que la fiesta ya estaba montada.—comentó— Sin embargo quiesiera interrumpirla.

— ¿Eh? ¿Interrumpirla?—cuestionó Angel.

— Sí. Interrumpirla. Quisiera llevarme a ________ a dar una vuelta.—dijo sentándose en el lado libre de la cama.

— ¿A estas horas? Es un poco tarde...—comenté, tímida.

— Y si te la llevas me sacas a mí también.

— ¿Quieres venir, ________?

— Claro...

Alastor volvió a tomar su cetro y salió de la habitación. Tragué saliva. Estaba apostando conmigo misma que estaba planeando alguna tontería para alejarme de Vox. Sin embargo, me pudo la curiosidad. Me puse las zapatillas y le seguí.
Cerré la puerta, deseando unas buenas noches a Angel.

━━ 𝐃𝐈𝐋𝐎    Alastor .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora