𝐔𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈

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Silencio de la radio.

     Charlie y Vaggie estaban coqueteando mientras yo me quedaba quieta observando por la ventanilla de la limusina

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     Charlie y Vaggie estaban coqueteando mientras yo me quedaba quieta observando por la ventanilla de la limusina. La verdad es que me lo había pasado bastante bien, habíamos ido a comprar a un par de tiendas, Charlie me compró varias piezas de ropa para que pudiera vestirme con algo más que unos harapos, y luego fuimos a tomar algo a una pequeña cafetería muy pintoresca.
     Sin embargo, este camino de vuelta es... Simplemente algo que hubiera evitado. Tal vez una caminata hubiera estado mejor.

     Sin embargo, en el fondo estaba disfrutando de un rato de relax, sin tener que abrir la boca para decir nada de nada. Estaba en un pequeño mundillo de mi mente, probablemente producto de mi aburrimiento.

     — Oye, ________.—me llamó Charlie, tras un rato de no decir una sola palabra— ¿Estás bien?

     — Definitivamente sí.—contesté, pensando en una historia dramática de cuernos y asesinatos por amor.

     Sonreí con malicia tras pensar en las posibilidades de hacer que un personaje podría ponerle los cuernos al otro.
     Finalmente ya sabía porqué las telenovelas enganchaban tanto a las personas que las ven.

     — Hemos llegado.—anunció Vaggie, sacándome de mi trance.

     — Bien.—contesté, aunque prefería quedarme en el coche pensando.

     Entré al hotel cargada de bolsas hasta las cejas. Subí como pude las que tenía al segundo piso, y dejé una gran parte en el cuarto de Charlie, siendo estas de ella y de Vaggie.
     Llevé las mías al mío, y con las viejas perchas que estaban ahí -por no llamarlos alambres directamente- empecé a clasificar la ropa. Me rasqué los ojos, producto del sueño, a pesar de que era a penas medio día. No estaba acostumbrada a salir.

     Escuché la puerta abrirste, y me giré para encontrarme a Charlie frente a mí.

     — Oye, ¿de verdad estás bien? Quiero que sepas que no quería que te sintieras incómoda ni nada...

     — No pasa nada, he estado reflexionando sobre... temas.—contesté, sin querer confesar mi obsesión con los dramas.

     Charlie tomó por válida mi respuesta de nuevo. Se marchó, no sin antes pedirme por favor que fuera a hablar con Alastor para que les ayudara a buscar clientes para el hotel.
     Terminé de colgar la ropa, y decidida, bajé a hablar con Alastor.
     Aunque se me fue automáticamente la decisión en cuanto le vi charlar en la puerta con una demonio. No quise interrumpir, así que disimulé que iba a hablar con Husk, y entré en el mini bar.
     Ahí me lo encontré, bebiendo, para no variar.

━━ 𝐃𝐈𝐋𝐎    Alastor .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora