05
[Anhelo]
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Niffty estaba sentada frente a la barra de Husk revolviendo las cartas para empezar a jugar cuando vio como Angel caminaba para subir las escaleras. Lo notaba distraído y cabizbajo desde unos días atrás, así que animada lo invitó a unirse.
Él alzó su mano para negarse sin embargo pensó que un trago no le haría daño, por lo que se encogió de hombros y se sentó a la izquierda de la joven. Ella con una linda sonrisa decidió abrir algún tema para conversar.
—Estaba pensando si hacer espaguetti o lasaña para comer, ¿ustedes qué dicen? —Husk bebió de una botella antes de hacer una mueca.
—Lo que sea está bien para mí, niña. —ella asintió, luego miró a Angel, quien estaba bastante callado.
—¿Y tú, Angel? —el nombrado respingó y sacudió su cabeza.
—No lo sé —contestó sin mucho interés, revisando su mano y... vaya, no podía hacer ninguna jugada buena. Bufó. Maldición. Husk dejó un vaso con licor frente al actor, quien no dudó en beberlo de un trago.
—Estás muy callado. —comentó Husk a pesar de que no le gustaba mucho entrometerse en los asuntos de los demás. Angel, en cambio, apoyó su barbilla sobre su palma derecha, revisando las cartas en sus manos inferiores.
—Cosas del trabajo —evadió tirando una carta y tomando otra. La pequeña y el demonio gatuno compartieron una mirada sin creerle mucho, aunque tampoco hicieron ningún comentario al respecto. Husk se aclaró la garganta y cambió de tema.
—Vi la película que me dijiste. —empezó con cuidado, captando la atención de aquellos ojos bicolor; en cuanto lo notó, bufó y volvió a su voz aburrida, desinteresada—. Y sí, es muy estúpida.
—Pero te reíste, ¿no? —intuyó con una sonrisa creciendo en sus labios.
—Sí pero de la vergüenza, no puedo creer que de verdad me la recomendaras. —se quejó sin poder contener una sonrisita.
—Mi escena favorita es cuando dicen el chiste de la leche en polvo. —el demonio frente a él se cubrió la cara con una de sus garras en cuanto reconoció la escena.
—Por favor, no lo digas... —pidió. Niffty paseaba su ojo de un lado a otro con suma curiosidad, ¿de qué hablaban?
—«Tu mamá es tan vieja que su leche materna es en polvo y te amamanta así»* —citó acercando su puño a la boca y soplando como en la película, Husk rió cubriéndose la boca, ¡no quería admitir que ese chiste le daba risa pero así era!
—No digas esas cosas frente a la niña... —evadió antes de tomar todas las cartas y barajarlas. Niffty notó cómo sonreían mutuamente, cómo se miraban y cómo se dirigían al otro mientras jugaban, sin embargo, no estaba lo que ella buscaba.
Los tres voltearon al escuchar como la princesa del infierno se lamentaba con Vaggie.
—¡No entiendo! —decía ella mostrando un aparatito en sus manos— Le di sus juguetes, lo bañé, le di sus premios, jugué todos los extras, le compré más ropa y hasta le adopté un amiguito, ¿por qué está tan triste? —decía con verdadera pena. Su pareja le sonrió conmovida antes de pedirle el telefonito.
—Déjame ver, cariño —ella revisó y soltó una suave risa al percatarse de lo que sucedía con su mascota virtual—, ¿Cuándo fue la última vez que le diste comida? —la rubia abrió su boca para responder y al no recordarlo, sonrió apenada.
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•|| 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚 ||• [𝚁𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝]
أدب الهواة[𝐑𝐚𝐝𝐢𝐨𝐝𝐮𝐬𝐭] •[ sinopsis ]• Si había algo que podía sacar de sus casillas a Alastor era que le arruinaran un buen trato, y para su mala suerte, eso era lo que le estaba pasando los últimos años. Molesto por los tratos arruinados y los hurtos...