• 𝙽𝚊𝚍𝚊 𝙴𝚜𝚝𝚞𝚙𝚒𝚍𝚘 •

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🐽 [Nada estúpido] 🐽

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Abrió la puerta de su habitación tarareando, dejó su saco en el colchón mientras llamaba a su cerdito y volvía a tararear. Se bajó la falda, se quitó las botas, luego tomó una toalla y francamente, era como si Alastor esperara a que estuviera indispuesto para entrar en escena, porque justo cuando ya estaba en ropa interior y medias, el Demonio Radio apareció a su lado, haciéndole brincar del susto.

—¡Hola, mi no tan repulsivo amigo! —saludó extendiendo sus manos al aire.

—¡Deja! ¡De hacer! ¡Eso! —le gritó haciendo espacio entre las palabras para ver si así le entraba en la cabezota, mientras se cubría con la toalla.

—¡Sabía que sí te asustabas! —afirmó victorioso antes de cruzar sus brazos y apoyar su cadera contra el mueble.

—¿A quién no vas a asustar con eso? ¡Eres horrible! —chilló molesto.

—¿Entonces por qué no reaccionaste así en la barra? —preguntó con verdadera intriga, lo que le pareció bastante curioso a Angel. ¿En serio?

—Sabía que aparecerías tarde o temprano y no puedo dejar que me asustes en público. —explicó poniendo su mano en la cadera.

—Pero, ¿por qué? Eso es lo divertido. —sentenció con seguridad antes de soltar unas risitas  que no parecieron afectar en nada al actor.

—Porque ya hay bastante terror con tu nombre.

—¿Y? —cuestionó—. No veo el problema. —la araña exhaló con pereza.

—No seré uno más de los que te temen. —Alastor parpadeó sorprendido. No esperaba eso—. Vaggie ya nos contó de tus hazañas y Husk también anda esparciendo historias de terror sobre ti, pero yo no te tengo miedo.

Una macabra risa desde el fondo de su garganta se escuchó y se acercó, tensando a Angel.

—¿Estás seguro?

El actor observó su cara, su cabello, sus cuernos y se detuvo en sus hipnotizantes ojos, como un accidente que sabía que pasaría y que sin embargo, no podía dejar de ver. Le perturbaba el rojo de sus irises y le inquietaba pero de una manera... agradable. Como las cosquillitas que sentía antes de subir a una montaña rusa o al saltar de un precipicio del que no sabía si se quebraría solo una pierna o cinco brazos y las dos piernas.

—Sí, muy seguro.

Dijo finalmente después de varios minutos distraído. Alastor, si bien, no era alto, Angel se había inclinado tanto sobre su tocador que ahora estaban a una estatura similar, incluso, el Demonio Radio parecía un poco más grande.

—¿Ya pensaste en mi oferta? —el actor asintió lento sin apartar su mirada—. ¿Y bien?

—No lo sé.

Alastor, por primera vez en ese hotel rodó los ojos con gran hastío, sorprendiendo al otro, ya que regularmente solo mostraba su sonrisa, no gestos de ese estilo y menos tan... humanos, tan reales. Parecía impaciente, algo que Alastor presumía carecer.

Sin embargo, hubo otro detalle que le impactó aún más y era que Alastor le estaba observando. De verdad. No solo mirando de manera superficial. Realmente estaba escaneando su rostro con descaro e incluso bajó la mirada a su cuello. ¿En qué estaba pensando?

—Oye, —habló y chasqueó sus dedos, logrando que desviara su vista de ahí a sus ojos—, sé que te gusta verme pero debo recordarte que usualmente cobro por esto. —dijo señalándose con la misma mano, ya que en la otra sostenía la toalla que le cubría y las dos restantes estaban apoyadas en el mueble a su espalda.

•|| 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚 ||• [𝚁𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora