• 𝙳𝚎𝚝𝚊𝚕𝚕𝚎𝚜, 𝚍𝚎𝚝𝚊𝚕𝚕𝚎𝚜 •

1.1K 150 168
                                    


07

[Detalles, detalles]

.

—¿Un trato? —repitió Angel con una ceja levantada.

—¡Así es, mi emocionalmente inestable amigo! —confirmó con mucho júbilo, sin importarle el semblante fastidiado del actor.

—Eh, no. —contestó firme—. No lo quiero.

No obstante (y para nervios de Angel), esa respuesta no pareció molestarle en absoluto. Al contrario, su sonrisa se ensanchó como si tuviera intenciones (más que) oscuras. Y aunque no quería admitirlo ni por un segundo, esa vibra le estaba prendiendo.

—¿Estás seguro de eso, dulzura? —sugirió en el mismo tono tranquilo que el otro día: lento, suave, grave, relajante, cautivador. De un momento a otro, apareció en su lado izquierdo sentado en su cama y rodeó sus hombros con un brazo—. Creo que no estás siendo completamente honesto.

Angel se zafó de su agarre, poniendo distancia entre ellos.

—¿Por qué crees eso? —interrogó con hastío, no le gustaba sentirse expuesto y de algún modo parecía como si Alastor hubiera visto a través de su alma.

No le contestó inmediatamente, en cambio, le dirigió una estudiada mirada y entrecerró los ojos de manera aviesa.

—¿No te sientes un poco solo?

¿A qué venía esa pregunta? Resopló burlón.

—No me estás invitando a salir, ¿o sí? —soltó un poco ofendido.

—Oh, no, no, no, —denegó sacudiendo su cabeza y su mano como si la simple idea fuera inverosímil—, pero podría ayudarte con un poco de magia. —sugirió acercándose más.

—No suena a una buena idea. —para ser honestos, Alastor había tomado un punto sensible en él y... ah, no le gustaba nada lo que estaba insinuando.

—¿Cuándo fue tu última cita? —preguntó con esa misma voz, manteniendo la estática al mínimo como una advertencia lejana. Angel cruzó sus brazos restantes y volteó su rostro al lado contrario con altivez. No le demostraría que le afectaba ese tema (al menos, no más de lo que ya había mostrado).

—¡Pff! ¡No necesito eso! Mis fans me mantienen ocupado.

—¿Y tu última pareja?

—No lo recuerdo. —eludió.

—¿Cuándo fue la última vez que alguien se preocupó por ti?

Se quedó en blanco.

Cherri Bomb era su mejor amiga, siempre estaba pendiente de él, podía confiar en ella para cualquier cosa, pero además de ella y Fat Nuggets, él estaba... solo. Tal y como Alastor acababa de insinuar.

No quiso indagar mucho, por lo que enfrentó al Demonio Radio con otra pregunta.

—¿Qué ganas tú de esto? —los irises color escarlata centellearon aún más, enviándole escalofríos por toda su columna.

—Detalles, detalles. —evadió con un vaivén de su muñeca.

No le diría hasta que accediera.

—¿Y cómo se supone que te pagaré? Val tiene mi alma por el contrato. —expuso, aún sin entender qué buscaba el otro demonio.

—Ah, esa es la mejor parte... —soltó unas risas con restos de estática antes de añadir—: No hay precio.

Si antes había visto alguna bandera roja de advertencia, aquella declaración había encendido todas las señales, focos y letreros rojos y amarillos que no solo gritaban que era riesgoso, sino también "¡PELIGRO! ¡EMERGENCIA! ¡S.O.S.! ¡INCENDIO! ¡MUERTE! ¡DESTRUCCIÓN!" y cualquier otro sinónimo existente.

•|| 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚 ||• [𝚁𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora