• 𝙲𝚘𝚖𝚙𝚕𝚒𝚌𝚒𝚍𝚊𝚍 •

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🐽[Complicidad]🐽

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Había muchas cosas que Alastor no recordaba de su vida humana, sin embargo, no las extrañaba. Le agradaba su existencia en el infierno, por lo que eran muy escasas las ocasiones en las que se preguntaba cómo se sentía alguna situación de aquella época.

No obstante, una de las cosas que definitivamente no quería experimentar era la migraña y justo en ese instante no podía deshacerse de una muy potente. Tenía cerca de media hora con esa agonía, lo que le causaba un mal humor, así que hizo lo más sensato: sentarse en la barra con Husk a beber. Quizá el licor le distraiga un poco.

O ese era el plan. No contaba con que Angel fuera a buscarlo con aquella expresión de fastidio. Lo último con lo que quería lidiar era con reclamos.

—Tenemos que hablar.

Con esa sola frase, su jaqueca se intensificó. Bebió un trago de su vaso antes de contestar.

—¿Podría ser en otro momento? —preguntó con una voz que si bien, tenía el tono cantarín que lo identificaba y la usual estática, se notaba algo cansada.

Detalle que o no fue percibido por la araña, o no le importó, ya que tomó asiento en el banquito a su lado.

—No. —fue su corta respuesta—. ¿No vas a preguntar de qué es?

—¿Es sobre la prisma?

—No.

—Entonces no me interesa. —sentenció antes de beber el resto del vaso, bajarlo con un notable sonido y deslizarlo hacia el demonio gatuno. Husk, entendiendo el gesto, le sirvió más.

—Es sobre tu sombra.

—Ajá... —murmuró sin mirarle.

—Me sigue a todas partes.

—Así es... —confirmó con la vista fija en el fondo del vaso. ¿Era la cuarta o quinta vez que le rellenaban el vaso?

—Dile que no lo haga. —Alastor mordió un hielo y unió sus cejas, como si realmente fuera una petición tan extraña. Volteó hacia el actor.

—¿Por qué? —Angel abrió más los ojos, incrédulo. ¿No era obvio?

—¿No lo entiendes? —cuestionó—, Despierto y está ahí, paseo a Nuggs y está ahí, me baño y está ahí, y antes de ir a dormir, ¿qué crees? —el pelirrojo mordió otra pieza de hielo. Ni siquiera se molestaría en adivinar—, Está ahí. —remarcó Angel—. Es horrible.

—Pero no te hace nada... —minimizó apoyando su mejilla izquierda en su palma. Comenzaba a sentir sueño y eso no era nada bueno.

—Alastor, me siento acosado, me asusta verla en todas partes y si no haces algo, voy a empezar a cobrarte —amenazó.

—Entonces, ¿cómo sabré a qué hora despiertas? —desvió de forma sutil.

—Ahm, no lo sé, ¿tocando la puerta como una persona normal haría, tal vez? —contestó con marcado sarcasmo. Alastor lo pensó unos segundos antes de desechar la idea.

—Qué aburrido. —Angel posó sus puños en la cintura con enojo.

—No seas infantil.

—¿Y cómo sabré a qué hora sales del trabajo? —evadió con otra pregunta porque él no era infantil, en absoluto.

—Consigue un infernófono, no es tan difícil.

—¡Pff! ¡Tonterías! —rebatió como si su solución fuera estúpida, a lo que Angel no pudo ocultar su indignación.

•|| 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚 ||• [𝚁𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora