• 𝙳𝚒𝚜𝚙𝚊𝚛𝚊 •

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🐽[Dispara]🐽
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Algo que a Angel no le gustaba de Alastor era su insistencia en aparecer de la nada en momentos más inesperados.

Justo como ese día.

Lo curioso es que por primera vez Alastor se arrepentiría de no tocar la puerta antes. O mínimo, de avisar que entraría en ese instante porque al transportarse al cuarto del actor, éste estaba sobre su cama con la enorme caja de "mierdas del trabajo" limpiando sus juguetes.

Y ahhhh, que incómodo.

Se cubrió la cara en cuanto distinguió los artefactos en sus manos y dio media vuelta dispuesto a irse.

—Hey, ¿a dónde vas?

Le preguntó Dust sin esconder lo divertido que estaba. Vaya, incluso estaba un poco sonrojado el terrorífico Demonio Radio.

—¿No puedes hacer eso en el baño? —cuestionó sin querer ver el dildo en su palma.

—No, aquí es más cómodo. —contestó con simpleza—. ¿No ibas a decirme algo?

El demonio ciervo se rascó la cabeza, lidiando con la incomodidad que no lo dejaba tranquilo.

—Bien. ¿Has olvidado tu parte del trato? Solo recibo evasivas de ti.

—¿Evasivas? Pero si eres tú quien no me ha preguntado nada. —dijo con falsa inocencia, luego inquirió burlón—: No es por lo de nuestro besito, ¿cierto?

Alastor volvió a cubrirse la cara, enrojeciendo y Angel soltó unas carcajadas.

—¡No te rías! —exigió avergonzado— ¡Me largo!

—Oye, estoy libre ahora. Yo que tú, aprovecharía. —sugirió lanzando el dildo limpio a la cama. No podía remojar los electrónicos, así que estaba con un jabón especial en atomizador.

—Aghh, ¿puedes hacer eso después? —pidió en un tono ligeramente suplicante.

—Nop, no sé cuando vaya a necesitarlos y deben estar limpios. Así que... —lo apuntó con un dildo como si fuera una pistola y sonrió travieso—... ¡dispara! —bromeó, refiriéndose a las preguntas.

Alastor suspiró considerando retirarse. No tenía por qué lidiar con eso (y menos sabiendo lo burlón que era el otro). Sin embargo, era cierto que no le había preguntado nada en tres días. Todavía lo despertaba en las mañanas con el desayuno, lo acompañaba al trabajo y de regreso, pero por algún motivo, Alastor no se había sentido... cómodo.

Aquel gesto de Angel le había congelado y... no sabía cómo lidiar con eso, ¡y sí, sabía que estaba dándole demasiada importancia a un pequeño besito pero agh! ¿Por qué tenía que hacerlo? Le apenaba pensar en eso y a la vez, era lo único en lo que podía pensar.

Y eso lo tenía en un terrible conflicto que no quería enfrentar, por lo que sencillamente no habían conversado de nada en tres días. Si acaso le habría dicho un "¿quieres jugo?", pero eso no contaba como plática.

—De acuerdo... —exhaló, volteando a una pared lejana de la cama a pesar de que su mano cubría sus ojos—, platícame de tus padres.

•|| 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚 ||• [𝚁𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora