Estaba parada delante del gimnasio donde solía entrenar mi hermano, durante sus años de preparatoria. Con mi corta estatura, todo me resultaba como si estuviese construido para gigantes. Nii-chan siempre decía que ser el "pequeño gigante" dentro de la cancha, era de intimidar al oponente en una rivalidad individual. Sin embargo, recuerdo los momentos en los que me escabullía de la escuela para verlo practicar o cuando tenía partidos oficiales. Por supuesto, recibía todo tipo de sermones por parte de mis padres y mis profesores. Aun que, Onii-chan siempre me mostraba una sonrisa junto con un guiño. Nuestra manera de apoyarnos, incluso si a simple vista no parece ser así. El mejor recuerdo que tengo, fue cuando Nii-san compitió en el torneo nacional y buscaba lucirse en aquella cancha enorme en Tokio.
Todavía estoy en secundaria, mi hermano se graduó hace unos años ya. Pero algo que herede de él, fue mi pasión por el voleyball. Incluso, cuando él todavía vivía con nosotros practicábamos pases juntos. En estos momentos, mi hermano dejo el deporte para centrarte en su trabajo. Lo cual me llama con frecuencia para pedirme algunos consejos.Me estoy alejando bastante de la realidad. Hoy estaba ahí, porque tendría que ir a casa de unos amigos de mis padres, esperando a que terminaran de trabajar. Preferían dejarme con conocidos de la familia, en vez de que me encargue yo de resolver mis cosas. Estaba ahí con Tashiro Hidemi, el actual capitán del equipo. Supuestamente, me iría con él a su casa, después de la práctica de hoy. Solo debía esperar sentada, sin molestar a los jugadores y ponerme a hacer tarea o cualquier cosa. Aburrirme por algunas horas, básicamente eso.
—Lamento la tardanza —gritó Hidemi-senpai una vez que se sacó las zapatillas para entrar al gimnasio—. Tuve que encargarme de algo...
—Lo estamos viendo —murmuró uno de los chicos del equipo, agachándose a mi altura mientras que sacudía su mano sobre mi cabello—. ¿Es tu onee-san?
—¡¿Qué? No! —respondió mi acompañante, totalmente nervioso—. Es la hija de unos amigos de mis padres. Me pidieron que la mantuviera vigilada.Yo solo me solté de su agarre de manera brusca, me fui a un rincón a sentarme tranquilamente, mientras sacaba mi revista de volley mensual de mi mochila. No volví a escuchar otra palabra de los tipos del equipo, hasta que la puerta del gimnasio produjo un sonido que llamó mi atención. En la entrada había tres chicos con la ropa de educación física. Los tres parecían bastante nerviosos, pero se notaba por su aura que tenían entusiasmo.
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El arcángel de los cuervos (Haikyuu x Reader)
FanfictionDentro del Karasuno, _______ Udai se siente como en casa. Los miembros del equipo masculino de volleyball son su segunda familia. Pero, ella siente que algo es distinto, después de comenzar su primer año de preparatoria dentro de Karasuno. Como si m...