39 🏐 (Inarizaki pt. 2) 🦊

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   —Esos gemelos Miya son un dolor en el trasero —murmuré con cierta rabia ante los remates, bloqueos y recibidas de los estudiantes de segundo año de la Academia Inarizaki.

  Desde que comenzó el segundo set, aparentemente el objetivo de los saques de Atsumu Miya, había sido Nishinoya-kun. Casi siempre, se intenta evitar al líbero en los saques, pero como eran saques flotantes, tenía que intentar recibirlos desde arriba. La debilidad de Noya-kun. Después otro problema era su bloqueador central, Suna Rintaro, quien tenía un remate especial. Usa todo el torso al momento de rematar y gran parte del tiempo, cuando Daichi recibía, cambiaba de dirección. Eso, en mi opinión, en una jugada que resulta demasiado molesta.
Me sentí mal cuando abuchearon a su saqueador suplente, un chico de primer año quien no se sentía seguro de realizar un saque. Fue abucheado por los fanáticos de su propio equipo. Diría que me dieron ganas de mandar al demonio a la hinchada de Hyogo, para que sus abucheos se fuera al demonio. Si ni siquiera estaban dispuestos a animar a su propio equipo, que dieran sus críticas frente al televisor... El aire se volvió muy tenso en el momento en donde Inarizaki cambió a su estrella por su capitán.

  Terminaron por ganarnos el segundo set con bastante ventaja. Tendrían que vencerlos ahora o, de lo contrario, surgirán grandes problemas con la moral del equipo. Para este momento del partido, sentía que era más conveniente dedicarme a animar al equipo desde el palco junto con el grupo de taiko. Ukai-kun eligió un buen momento para cambiar la rotación del equipo, ya que ahora contábamos con el muro de bloque más igualado (en cierto sentido) en altura. Hasta ahora, manteníamos bien el marcador. Pero cuando Atsumu Miya tuvo la oportunidad de sacar, tanto Kinoshita como yo logramos que Noya-kun saliera de su transe de duda.
  Ese punto lo conseguimos con la recibida de Nishinoya. Veía un rastro de molestia en la cara del rubio. Vimos que nuestro enérgico líbero había vuelto a ser el de siempre, lanzó un grito de victoria al aire mientras señalaba a Kinoshita. Luego, echó un ojo hacia el público y lanzó un beso en mi dirección.

   —Los chico están que arden hoy —comentó Saeko-neesan—, Inarizaki si sabe como dar pelea.
   —En ciertos momentos, resulta ser muy molestos —dije con una cara algo tenebrosa—. Espero que logren terminar este set lo más pronto posible.
   —Necesitamos que estén tranquilos o les afectaran demasiado los nervios —dijo Shimada-san.

  Cambio de lado de cancha, ahora cada equipo estaba del lado correspondiente a sus animadores. A cada punto que anotaban cualquiera de los dos equipos, creaba una atmósfera de emociones combinadas. Las cosas empeoraron con el remate de menos tiempo de los gemelos Miya. Una jugada sucia por parte de Atsumu me puso la cara roja de la rabia, saltar para colocar, pero parecía que iba a rematar. Obviamente, el punto fue para Inarizaki, pero Saeko-neesan pensó que era para nosotros.
  También, la recibida de Hinata con el remate de Ojiro, fue algo que nos quitó el aliento a todos los del Karasuno. Ninguno quiso ceder, pero un mal cálculo entre la distancia del balón, más el ángulo de su trayectoria pensando que iría más al fondo de la cancha. Termino por aterrizar cerca de la red. Pidieron tiempo muerto cuando vieron que los chicos comenzaban a desanimarse, incluso si no estaba ahí abajo, no sabría como alentarlos en estos momentos. Hinata fue el responsable por hacer que los chicos pusieran una sonrisa después de ese momento. No pude evitar acompañarlos en la risa.

   —Lo siento, parezco una loca —me disculpé con los que estaban a mi alrededor.
   —Entiendo que sea un momento para ponerse desesperados, por eso Ukai-kun pidió el tiempo fuera —dijo Takinoue-san—. ¿Cómo es que Hinata mantiene el animo?
   —Supongo que con el simple hecho de estar luchando, como lo hizo mi hermano, es motivo suficiente para no bajar los brazos —mostré una sonrisa, mientras mantenía mi vista sobre la cancha—. Además, como el resto, no quiere que todo termine ahora. Es el único del equipo, quien no puede ocultar lo que realmente piensa.

  Todo el partido estuvo lleno de sorpresas, tanto de Atsumu Miya como de Kageyama, realmente mostraban su nivel. Hasta que Kageyama logró que Tanaka hiciera un recto espectacular. Seguían metiendo presión, con el marcador a favor de Inarizaki, buscaban darle la vuelta y concederle la victoria al equipo. Una vez más, están en una situación de deuce.
  A este paso, los chicos se cansaran tanto que podrían no aguantar más. Me senté sobre el barrote del palco, el cual sostenía la pancarta (yo intentando no tapar el kanji). Con la excusa de lograr que escucharan mis ánimos al anotar o alguna jugada impresionante.

   —¡_______-chan, ten cuidado! —exclamó Shimada-san, al ver que me balanceaba de adelante hacia atrás—. Ya es suficiente que tengas el pie torcido, por favor no hagas alguna locura.
   —Tranquilos, no es la primera vez que... —me callé al darme cuenta de lo que decía—. Ah... Olvídenlo.
   —_________ —me advirtió Saeko-neesan—, normalmente te alentaría a hacer locuras, pero no esta vez.
   —¿Tadashi-kun podría matarte si le llegase a pasar algo a _______-chan? —preguntó divertido Takinoue-san—. Hasta pareces su padre.
   —¡Cállate idiota! —respondió su amigo, de fondo las exclamaciones de los animadores del Inarizaki—. Mientras más lo pienso, me da más miedo.
   —Ustedes dos, enfóquense en el partido en vez de andar comentando el después.

  Hinata volvió a hacer una recibida impresionante, en donde Tsukishima confió completamente en él. Algo que me sorprendió de la jugada, luego del remate genial de Asahi contra tres bloqueadores del Inarizaki. De verdad, era una pelea entre monstruos.
  Las decisiones comenzaron a tomarse apresuradamente, el entrenador Ukai quería que se calmaran lo suficiente para pensar el ataque con calma. Incluso si eso significaba, que le diese más tiempo al rival de volver a posicionarse para defender mejor. Entre Hinata, quien me dio una mirada concisa y mi idea, logramos que el equipo no tomase la iniciativa de anotar a toda costa.

  El chico de primero volvió a recibir desde muy atrás de la cancha, mientras que yo creaba una melodía suave con la flauta. Aún que el Inarizaki consiguió frenar el ataque sincronizado y hacer que nosotros tuviésemos algún que otro problema al recibir, lo que impacto entre los jugadores y la audiencia fue el punto decisivo con el que ganó Karasuno. Los gemelos quisieron volver a anotar un ataque rápido, pero Hinata y Kageyama lo bloquearon. El gimnasio entero se llenó de vítores y gritos de alegría o desesperación.
El tercer set tuvo como resultado 30-32. Aquellos que estaban en la banca, corrieron desesperadamente a abrazar a los que se encontraba en cancha. En el palco de Karasuno no faltaban los gritos, las lágrimas y las sonrisas. Durante esos pequeños segundos de festejo, Takinoue-san me dio una palmada sorpresiva en la espalda, haciendo que perdiera el equilibrio y me fuera de cara en dirección al suelo. Por fortuna, reaccioné lo suficientemente rápido como para sujetarme de uno de los barrotes.

   —¡________-chan! Lo siento mucho, no pensé que estarías distraída y... —se disculpó el rubio, mientras recibía varias regañadas de Saeko-neesan y Shimada-san.
   —Está bien, Takinoue-san. Aunque, ahora que lo pienso... ¿Podría darme una mano para volver a subir?

  Entre él y Shimada-san me sujetaron del brazo con el que me sostenía, subiéndome a la fuerza y dejándome en una de las sillas cercanas a ellos. Los chicos se acercaron para agradecernos, haciendo que las personas del público solo les diéramos aplausos por el partido que tuvieron. Como mi pie ya estaba mejor, caminé despacio hasta el piso inferior, pero me encontré con los gemelos Miya en mi camino.

   —_______-chan, no le digas a Tobio-kun que dije esto... Pero, fue un partido asombroso —Atsumu evitó mirarme a los ojos directamente—. Y, lamento si fui un...
   —Completo idiota, tirano y egoísta —dije al unísono con su gemelo, entre ambos nos lanzamos una sonrisa socarrona.
   —¡Oh, por favor! —gritó berrinchudo—. No es justo que lo hayan planeado desde antes.
   —No lo hicimos —volvimos a decir al unísono, solo que esta vez no cruzamos miradas. Yo al menos, estaba comenzando a ruborizarme.
   —________-chan, los oniguiris estuvieron deliciosos —comentó Osamu muy bajo, que apenas pude escucharlo—. ¿Con qué los rellenaste exactamente?
   —Salmón y atún, pero los condimentos son un secreto de familia —respondí algo tímida—. Espera, ¿ya te los devoraste?
   —No, los degusté como se debe. Estuvieron exquisitos.
   —¡Oigan, ustedes dos! —volvió a intervenir Atsumu—. Ni se les ocurra andar cuchicheando como si fuesen los mejores amigos de toda la vida.
   —¿Y eso qué debería importarte a ti? —criticó su hermano.
   —Recuerda esto, __________-hime-chan —Atsumu llamó mi atención—. El próximo año los destrozaremos.

  Así fue como me despedí de los gemelos más famosos del voleibol de preparatoria, no sin antes intercambiar los números (a petición de Osamu, pero después Atsumu se puso caprichoso). Me reuní con el resto, una vez que se cambiaron y volvimos a la posada con el atardecer acompañándonos en todo el viaje.

El arcángel de los cuervos (Haikyuu x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora