—¡Es hora de irnos! —nos llamó el entrenador Ukai, para subirnos al autobús que nos llevaría a la capital—. Solo nos iremos unos días, no están yendo a la guerra.
—Deles unos minutos más, entrenador —le pedí a Ukai, veindo las expresiones de algunas madres que creían que no verían a sus hijos nunca más—, además Tokio no se irá a ninguna parte, con que lleguemos algunos minutos más tarde.Algunas madres de los chicos habían venido a despedirlos y a desearles suerte en el torneo de primavera, hace unos minutos Aki había venido a desearme suerte y a decirme que dentro de unos días vendría a vernos a Tokio, para ver como jugábamos en la cancha. La cara que pusieron los chicos del club fue algo incomodo, incluso Noya quien ya lo había conocido tenía una cara que daba miedo. Lo peor fue cuando Aki estaba demasiado cerca de mi cara, que parecía querer besarme en los labios. En ese momento, Tanaka lo alejo lo suficiente como para poder "regañarlo" por su atrevimiento con aquella acción.
Yachi se acerco junto a su madre y Kiyoko-senpai para asegurarse de que todo estuviera en orden, pero sinceramente, estaba sin palabras por todo lo que pasaba a mi alrededor. Después de varios minutos de los últimos saludos, todos subimos al bus que nos llevaría hasta la posada en donde nos quedaríamos, mientras yo iba a arreglar algunas cosas al Gimnasio Metropolitano de Tokio. En comparación a las veces anteriores, los chicos comenzaron a pelear por sentarse conmigo y algunos (como Hinata y Kageyama) parecían que podían llegar a los puños.—Vaya, que viaje tan corto resultó ser. ¿Cierto, _________-chan? —dijo Takeda-sensei, quien estaba a mi lado.
—La verdad sensei, siento las almas del resto muy pesadas —respondí muy nerviosa, ya que la mayoría comenzó a negarlo—, por aquí está bien Ukai-san. Haré los últimos arreglos y los veré en el gimnasio.
—¿Estás segura ________-chan? —preguntó Daichi-kun, mientras el resto del equipo parecía pararse para acompañarme—. No es seguro que andes por esta ciudad...
—Tranquilos, volveré con mi hermano —dije cuando me baje del vehículo, que había estacionado a unas pocas cuadras del gimnasio—. ¡Ya me voy!Una vez dentro, vi que todo ya estaba armado para la ceremonia y los partidos de mañana. Fui a las oficinas para arreglar el error por las inscripciones del Karasuno, el cual para mi suerte no fue un trámite largo. Cuando estaba por salir del gimnasio, escuché que alguien me llamaba desde la otra punta.
De curiosa, me di la vuelta y me encontré a una persona, a quien no quería ver en ese momento aún que sabía que me lo encontraría tarde o temprano. Se trataba de Atsumu Miya junto con la estrella de su equipo, Aran Ojiro. Estudiante de tercero, 1,84 de altura, ojos color almendra, piel oscura, pelo muy rapado pero se veía su color negro. Sabía que podríamos enfrentarnos a ellos si estuviese la posibilidad, así que no mostré mis emociones usuales. Estaba totalmente neutral.—¿Qué haces por aquí, __________-chan? ¿Acaso tu equipo te dejó para hacer el trabajo sucio? —notaba como Miya-kun comenzaba a burlarse de mis compañeros, solo podía mirarlo a él con cierto "odio" frente a ese comentario—. No es algo para dejarle a una chica tan linda como tú...
—Es raro que haya jugadores aquí en estos momentos, Miya-kun —dije mientras caminaba hacia la salida—. Sinceramente, esperaba encontrarte directamente en cuanto tuviésemos que enfrentarnos.
—Bien, que así sea. Hoy estás de mal humor, lo entiendo —dijo el armador—. Pero dentro de dos días espero verte de mejor humor, no es saludable que estés así de rabiosa con la gente.
—No molestes a la chica, Atsumu —escuché que la estrella lo golpeaba y el otro se quejaba—. Lo siento, sé que es molesto pero no es un mal tipo.
—Está bien, es un placer conocerte en persona, Ojiro-senpai. Me llamo Udai _______, estuve en el campamento juvenil con este tipo —hice una reverencia en forma de saludo y luego de erguirme continué—. Aunque dudo sobre lo segundo que dijiste. Conozco a varios idiotas en todas las escalas posibles, sin embargo a Miya-kun estaría en otra franja en donde preferiría no nombrar. Si me disculpan, debo ir con mi equipo, antes de que las cosas se pongan complicadas —y me fui directo para la posada, antes de que alguno de los dos me contestara.
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El arcángel de los cuervos (Haikyuu x Reader)
Fiksi PenggemarDentro del Karasuno, _______ Udai se siente como en casa. Los miembros del equipo masculino de volleyball son su segunda familia. Pero, ella siente que algo es distinto, después de comenzar su primer año de preparatoria dentro de Karasuno. Como si m...