Capítulo 50 "Normalidad"

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Narrador Omnisciente.

Las muertes del grupo que alguna vez fue llamado NCT fueron más de las esperadas, 127 perdió más de la mitad de su gente, quedando tan solo Taeyong, Johnny, Yuta y Taeil vivos, por lo que no tuvieron de otra más que retirarse como mafia, comenzando a vivir una vida nueva, con bastante dinero cabe decir. Sin embargo, sus caminos no fueron separados y seguían juntos, apoyándose unos con otros.

WayV no tuvo pérdidas de los principales miembros, sino de simples soldados para ellos. Como llegaron un poco tarde a la acción, sus muertes no fueron muchas. Seguían siendo una agencia contra grupos criminales, sin embargo, habían dejado en paz a lo que quedaba de 127 y Dream.

En tanto, Dream, de manera inesperada, todos sus miembros sobrevivieron, Renjun fue llevado a las instalaciones de WayV para curarlo, o más bien arreglar el desastre que Donghyuck había dejado al intentar cerrar la herida, lo cual fue un arduo trabajo dado a lo mal hecho que eran las suturas del moreno. A los pocos días, Renjun despertó y pudo hablar con sus amigos sobre todo lo que había sucedido.

En eso, Renjun comprendió que no todo había salido bien. Chenle había quedado herido en la pierna, ahora no podía caminar correctamente, ya que una pierna se mantenía recta aun cuando intentaba doblarla, y lo más probable es que el daño fuera permanente. Los demás se encontraban físicamente bien, sin embargo, había cosas que por más que intentaran curar, nunca lo harían.

En tanto, todos se preguntaban dónde estaban Donghyuck y Mark, o que había sucedido, sin embargo, a los pocos días de su desaparición, salieron en las noticias como criminales peligrosos y buscados nacionalmente. Ese año, no hubo persona que no hablara sobre las atrocidades que dos jóvenes cometieron, deseando su muerte o encierro.

Mas, otras pocas personas los veían como héroes, ellos habían acabado con Exo, y aunque fuera solo NCT que lo sabía, no cambiaría el hecho que hicieron algo importante para el país.

Ahora, luego de cinco años, todo se había calmado.

Renjun se encontraba en su escritorio administrando los números con una computadora mientras con otra se encontraba haciendo una tarea de su último año de la universidad. Habían dejado de vender drogas dado a que todos habían tenido suficiente de ese mundo y con el dinero obtenido iban a hacer una empresa, pero primero tenían que sacar títulos universitarios.

Sus días eran tranquilos, sus problemas no superaban los comunes, amor, fiestas, tareas, notas, era extraño, como si nunca hubieran hecho cosas terribles y fueran otros jóvenes más. Sin embargo, lo que los diferenciaba, era su mentalidad y la lealtad, mientras unos fácilmente pueden hablar mal a las espaldas de sus amigos, ellos no harían algo tan estúpido como eso.

Vivían juntos, comían juntos, se decían las cosas de frente aun cuando eran hirientes, eran hermanos, una familia, dañada, pero unida. Tantos malos momentos que pasaron juntos, que tan solo podían confiar en los unos con los otros.

—¡Renjun ah!— el grito proveniente del primer piso hizo que detuviera cada movimiento para escuchar mejor— ¡Baja ya! ¡Chenle se está impacientando! — debía admitirlo, Jaemin tenía buenos pulmones.

Renjun gritó un ya voy como respuesta en tanto apagaba sus computadoras y dejaba los papeles en su cajón. Se vió por última vez al espejo y aprobó la vestimenta que hace unas horas atrás se había colocado.

Bajó las escaleras encontrándose con sus 4 amigos esperándolo enfrente de la puerta principal.

—Al fin te dignas a aparecer— Jeno extendió su brazo, pasándolo por los hombros del mayor, para luego atraerlo hacia él— Vámonos ya, que los menores parecen estar emocionados por lo que nos tienen que decir—

DREAM - [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora