Te Quiero Para Mí (+18) [SAP#2]

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Casino y hotel en
Multimedia.

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Emma.

Hoy es el maldito día, tiró mi equipaje vacío a la cama haciéndolo rebotar, abro mi armario y saco vestidos, pantalones, faldas y mis lencería. Los acomodo bien, para hacer mi otro equipaje más pequeño.

Donde guardo mi maquillaje.

Cierro la cremallera de mi vestido rojo, até mi cabello en una coleta alta. Tome mis tacones rojos y me los coloques. Tome mis dos equipajes y bajé las escaleras consumo cuidado.

Al final de las escaleras. Suspiro y joder me duele mi espalda.

— Buenos días cariño — saludo mi padre.

¿Qué tienen de bueno? Porque para mí no, levantarme muy de mañana para este estúpido viaje.

— Buenos días — abogue y me senté en el comedor.

— ¿Cómo amaneciste? — pregunto mi madre.

¡Joder amanecí como la mierda!.

— ¿Y cariño qué estabas haciendo ayer cuándo te llame? — pregunto mi padre.

Lo mire fijamente y entre cerré mis ojos.

No estoy de un buen humor con mi padre. ¿Por qué?, Porque ayer en la noche eran las 12:00 a.m de la madrugada apunto de ser follada cuando mi amado padre me llama diciendo que tenía que dormir para el viaje y que llegara a casa ahora mismo. Fue tan vergonzoso estar a punto de follar cuando mi amado padre me interrumpe para decirme tonterías.

— Amanecí muy bien — argumente irónicamente.

— Emma — me reprendió mi madre.

Escuche la risa de mi padre.

Tome un pan tostado y la mermelada de manzana.

Mire la hora y es hora de irme.

— Creo que ya me voy — dije para levantarme de la mesa y caminar hacia las escaleras dónde dejé mi equipaje.

— No hagas nada malo allá Emma — dijo mi madre para ayudarme con el equipaje.

No puedo prometer nada, a lo mejor hallo a un hombre muy guapo y me lo follo.

— No prometo nada madre — susurré para llegar a la cochera y sacar la camioneta color azul. Bajé de la camioneta y abrí la cajuela y metí mi equipaje.

Llevaría horas manejando hacia Nebraska pero no importa.

— Una cosa Emma, te quedarás en el casino  — hablo mi padre.

Me monte en la camioneta y lo mire.

— ¿Por qué? — pregunté para abrochar el cinturón de seguridad. No me quiero quedar en el hotel del casino.

— Porque allí se van a hospedar y ya — hablo mi padre para besar mi frente y golpear la camioneta.

Rodeo los ojos y  empecé a conducir. Apoye mi codo en la ventanilla. El viento golpeó mi cara elevando mi cabello.

¿Qué tan malo será este viaje?. ¿Quién carajos es el otro dueño del casino?. Muchas pregunta sin repuesta.

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Pare en una gasolinera, joder llevaba más de dos horas manejando hacia Nebraska con ayuda del GPS. Bajé de la camioneta no había bebido nada de agua. Sentía mi garganta seca.

Acomode mis gafas oscuras para mover mi cabello hacia atrás. Mis tacones resonaban.

— Hola buenas tarde — hablé a un señor o más bien un anciano.