Te Quiero Para Mí (+18) [SAP#2]

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Dominic.

Miro como mi hermana me tira el contrato firmado de Akim Daugherty la miro sin poder creerlo.

— Te dije que lo lograría — me afirmó riéndose de mi.

— ¿Cómo le hiciste? — pregunté para ver cada firma donde decía que cada mes enviaría una gran cantidad de dinero.

— Tengo mis trucos — me susurró para sentarse en el sofá.

— Bueno está todo bien — dije para guardar el contrato en un cajón.

— Está bien, Dominic escuche que harás un contrato con la empresa House Knightley — asentí y ella me sonrió.

— ¿Por qué me lo preguntas?.

¿Qué estará tramando?.

— Puedo ayudar con la firma de los contrato — negué.

— No ahora vete.

Ella bufo y salió de mi oficina.

¿Por qué insiste tanto?.

Prendí el ordenador y un mensaje llamo mi atención.

Deseo tanto está noche que creo que cambiaré de opinión de no tener sexo.

Me reí por el mensaje provocativo de Emma.

No imaginas cómo me tienes al imaginarte caminar por la habitación desnuda expuesta para mí. Le respondí.

Me mordí el dorso de la mano.

Y yo deseo tener mi cuerpo pegado al tuyo porque tentaciones como tú hay pecadoras como yo.

Solté una carcajada por su mensaje.

Pero tú eres mi única tentación una tentación prohibida que hace que te deseo demás. Le respondí.

Me recosté en la silla mientras miraba otras cosas.

Hoy era el día de la cena que teníamos Emma y yo. Como deseo a esa mujer.

— Señor Dominic — levanté la vista del ordenador antes el llamado de Yvonne.

— ¿Qué desea?.

— Su entrevista empieza en unos minutos.

Asentí y ella se retiró tengo una entrevista con los reporteros sobre la empresa. Y algo sobre mi vida.

Apague mi ordenador y tome mi gabardina hacia mucho frío. Salí de mi oficina seguida de Yvonne que traía muchos documento.

Camine hacia la sala de juntas.

Abro las puertas y había seis reporteros.

— Buenos días señores — saludé para sentarme en la cabeza de la mesa donde había muchos aparatos electrónicos — ¿Está bien si empezamos con las preguntas?.

Ellos asintieron.

— ¿Qué se siente ser el dueño de todo esto? — pregunto un reportero que me apuntaba con un micrófono.

— Cuando pase al ser el dueño de esta empresa jamás pensé en tener que lidiar con todo esto, para hacer un buen trabajo hay que hacer las cosas con paciencia — dije para mirarlos serios.

— ¿Usted tiene pareja? — me río por la pregunta que me hizo la chica de cabello rubio.

— No no tengo, por ahora, normalmente siempre le he dedicado casi todo mi tiempo a esta empresa — dije para jugar con un lapicero.