The Second Side Of The BadBoy-JK

11. Cafeteria

-Ya sé que te gustan mucho las tortitas con nata...-dijo Jungkook seguido de un suspiro después de que le repitiera aquello por tercera vez.

-También me gusta que me presten atención, pero de la buena. Porque sino quien les prestará atención será el médico cuando estén en el hospital.

Jungkook rió aún conmigo en su espalda.

—Se me está haciendo entretenido el viajecito a casa—dijo cuando ya se podía visualizar nuestra casa a escasos metros.

—Perdón por estropear tu momento de fuckboy—dije cuando abrió la puerta de casa.

Jungkook no contestó, se había quedado mirando a la gente que estaba en el salón durmiendo.

—Son amigos de Jinae, la dejé que los trajera—dije bajando de su espalda.

—¿Rei?

—Sigue durmiendo, ya hablaremos mañana—dije al ver a Jinae levantarse del sofá.

La chica asintió y se dejó caer de nuevo sobre el sofá. Me llevé la mano a la cabeza al comenzar a tener dolores y me dirigí a las escaleras.

—Bebe agua—dijo Jungkook agarrándole del brazo.

—Ahora necesito dormir—dije deshaciéndome del agarre y subiendo las escaleras.

Jungkook me siguió hasta dentro de mi habitación.

—¿Dejo esto aquí?—dijo enseñándome el móvil.

—Dámelo—dije cogiéndolo y abriendo el chat.

[Hija, te recuerdo que mañana ya trabajas en la cafetería. Tengo mucha fe en ti ♥️♥️]

—Mierda, mañana curro—dije tirándome a la cama aún con la ropa puesta.

—Te jodes, me voy a dormir fue un día complicado—dijo bostezando.

—Ni que lo digas—dije comenzando a desvestirme.

Desperté por la alarma sobre las ocho menos cuarto. No había dormido mucho y tenía resaca a más no poder. Me metí al baño y me cambié: una camisa blanca de manda larga, unos pantalones vaqueros negros y las Timberland.

Estaba desayunando lo más silencioso posible para no despertar a los dormilones del salón cuando alguien tocó mi hombro.

—Buenas...

Miré con asombro al chico medio dormido que estaba bostezando.

—No me toques—dije empujándolo ligeramente.

El chico abrió los ojos y tosió.

—¿ShinRei? ¿Qué haces aquí? Perdón por molestar yo...

—Cállate, me irritas—dije cogiendo la taza de café y un par de galletas.

El chico iba al instituto, de hecho me lo había encontrado varias veces siendo golpeado. Alguna vez le ayudé con una simple mirada a sus acosadores, otras simplemente seguía de largo.

—¿Te siguen pegando?—pregunté dejando la taza vacía en la pila.

—No...aunque ahora unos me hacen un poco de maltrato psicológico...

—Te llamabas...

—Sunghoon.

—Bueno, si te hacen algo llámame—dije pasando de largo para ir a mi habitación a por la bolsa.

Me despedí de aquel chico y salí de casa directa a la cafetería, la cual abría dentro de media hora.

Estaba descansando después de tres horas de trabajo, mi padre contrató unos ayudantes pero no daban a basto. Últimamente nuestra cafetería estaba a reventar y no dábamos para más.