The Second Side Of The BadBoy-JK

17. Jokes

—Entonces le pedirás salir el martes,¿Me equivoco?—pregunté a Yeonjun mientras cogía la escoba para limpiar la habitación.

—No te equivocas. ¿Crees que es muy precipitado?

—Te lo digo el lunes, cuando os observé con los prismáticos—bromeé entrando a la habitación.

Eran las siete de la mañana, Jinae se había levantado pronto para ir a casa de una amiga a hacer un trabajo. Y yo había llamado a Yeonjun para que me ayudara a limpiar.

—¿Todos duermen?—preguntó sentado en la cama mientras organizaba las estanterías.

—Deberían.

—¿Gastamos una broma a tu hermanastro?

Sonreí inconscientemente, me parecía una gran idea.

—Dale, ¿qué tienes en mente?

—¿Sabes alguna rutina que haga siempre?

—Se despierta después de que a alarma haya sonado dos veces, abre las persianas y alguna vez se pone la camiseta, se va al baño, creo que se lava la cara y baja a desayunar. Se suele hacer un americano y se tumba en el sofá a mirar el móvil o a molestar.

—Que bien te la sabes.

No me había fijado, pero realmente prestaba atención a lo que hacía Jungkook.

—Tengo el plan, cuando vaya al baño llamas y le dices que vas a hacer café, y que le preparas el suyo. Le echamos vinagre y se lo damos. También podríamos entrar a su habitación y ponerle hielo en la espalda ya que duerme sin camiseta.

—Perfecto, eres un diablo Yeonjun—dije chocando las manos con él.

Bajamos a la cocina y cogimos un par de hielos. Nada más estar frente a su habitación nos dio un escalofrío.

—¿Estás seguro? Hace peleas ilegales, nos partiría la cara—dije mirando la puerta en frente de nosotros.

—No hay vuelta atrás, no siento las manos—dijo con la mano en el pomo de la puerta y la otra temblando por el hielo.

Con nuestra suerte, Jungkook estaba destapado con la espalda entera al aire. Realmente tenía una trabajada espalda.
Yeonjun, con sus dedos, contó hasta tres y dejamos caer los hielos.

—¡Joder!—gritó Jungkook saltando de la cama.

Yeonjun y yo le miramos, segundos después estallamos en risas.

—Ja-ja, muy gracioso...¡Encima son las nueve! Me quedaba media hora para dormir...—dijo frustrado.

—Si no quitas los hielos, mojarás la cama—dijo Yeonjun aguantando la risa.

—Te voy a mojar la cara de sangre hijo de pu-

—Jungkook,¿por qué esos gritos?—preguntó mi padre entrando en pijama en la habitación.

Yeonjun y yo nos habíamos escondido detrás del armario y bajo el escritorio segundos antes de que abriera la puerta.

—Perdón, no volverá a pasar—dijo asesinándome con la mirada mientras aguantaba la risa bajo el escritorio.

Mi padre volvió a su cuarto, salí de debajo del escritorio y suspiré mientras me tocaba el abdomen.

—Me duele de reír.

—Que gracioso fue—dijo Jungkook acorralándome contra el escritorio.

De nuevo comencé a ponerme nerviosa y a sudar. Su pecho desnudo y bastante trabajado mojado por los hielos me estaba distrayendo demasiado.