7. Jungkook's Friends

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Ya era media noche, la música estaba realmente alta,  los gritos que se llegaban a escuchar me  irritaban tanto que me dieron ganas de bajar a pegar a todo aquel que estuviera a mi vista silenciándolos a todos.

Dylan estaba dormido en mi cama sin camiseta, como siempre. Observé su camiseta en el suelo y sonreí al ver que era una de mis favoritas, mitad negra y mitad blanca con dos alas; una de demonio y otra de ángel en la espalda.

Me cambié de camisetas para ponerme la suya y salí de mi habitación sin olvidarme de cerrarla al salir. No quería que ninguna chica en celo se aprovechara de mi pequeño gatito Dylan.

En el pasillo había varios adolescentes liándose, pasé lo más rápido posible y bajé las escaleras en busca de gente conocida; puro desconocido. Había varios que si me sonaban de haber visto en el instituto, pero luego había algunos que ni en pintura los había visto.

—¡Bebe, bebe, bebe!

Me abrí paso entre la gente hasta ver una supuesta guerra de beber. Eran cinco, uno de ellos Jeon Jungkook. Ninguno lo había visto antes, por el simple hecho de que eran unas bellezas que no se me olvidarían sus caras si así fuera.

—Toma bebe—me dijo Yura brindándome un vaso de lo que parecía vodka.

—No te voy a decir que no, pero no quiero tanto—dije al percatarme de que el vaso era de los grandes y estaba casi rebosando el borde.

—¿Y a mí qué? Ahora es tu vaso.

Yura se fue a la pista dejándome mirando aquel espectáculo

—Jungkook no bebas más, anda ven conmigo arriba.

En cuento oí aquella irritante voz no me quedó de otra que mirar a Jungkook al lado de la odiosa Sana. Me acerqué a ellos dos y me paré frente a ellos.

—¿Qué haces aquí?—preguntó Sana.

—Eso me pregunto yo, Jeon. Además,¿Por qué tienes un moratón en la cara?

Jungkook me miraba con una leve sonrisita en su rostro mientras giraba levemente su muñeca con un vaso de alcohol.

—Jungkook vámonos—dijo Sana tratando de levantar a Jungkook de aquella mesa.

—No creo que se vaya a mover teniendo tremenda delicia delante. Y estuvo en una pelea antes para separar a un tal Chanyeol y Kevin —dijo uno de los chicos a su lado.

—¿Delicia? Lo siento pero no soy un alimento. ¿Quién coño eres? Espera, ¿Pelea?

—Vaya, tienes carácter. Me llamo Park Jimin, soy amigo del antiguo instituto de este idiota, y no te preocupes no pasó nada grave—dijo señalando a Jungkook.

—Dios los crea ellos se juntan...—dije al ver tremendos partidazos con pocas neuronas.

—¿Quieres dar un paseo?—preguntó otro chico con una sonrisa y lo que parecía un vaso de leche.

—Amigo preséntate antes, y ponte a la cola.

—No hay cola—dije dando un sorbo a mi vaso.

—Kim Taehyung, y lo que tengo en el vaso es leche de avena. Todos me lo preguntan—dijo confuso.

Sonreí ante su inocencia y rodé los ojos cuando escuché de nuevo una voz chirriante gritar el nombre de mi hermanastro.

—Rei, pensé que te quedarías arriba tirándote a tu amigo—dijo Jungkook ignorando por completo a Sana.

—Tienes mucha imaginación, y pensé que teníamos un trato—dije señalando a Sana.

—Yo no la dejé pasar—se excusó levantándose del asiento.

—Fui yo—dijo Jimin con los brazos cruzados.

—Ya me caes mal—dije dando un gran sorbo al vaso.

Me sentía observada, los cinco chicos me observaban sin quitar la vista. Algunos estaban con una chica la cual estaban hablando solas ya que me observaban a mí en vez de prestar atención a la conversación.

—¿Eso lo llevabas antes?—preguntó Jungkook señalando mi camiseta.

—¡Rei! No pensé que bajaras... ¿Por qué llevas la camiseta de Dylan?—preguntó Yeonjun sonriente.

Jungkook pasó de largo directo a las escaleras, suspiré y dejé el vaso en aquella mesa.

—Taehyung, bebe de mi vaso—dije sonriente antes de ir tras Jeon.

—¡Jungkook!—gritaba esquivando a la gente del pasillo.

Este abrió la puerta de mi cuarto entrando en este como si nada. Me apresuré y cerré la puerta tras de mí.

En el suelo de mi habitación estaba la camiseta que tenía antes y los pantalones del chándal ya que me había cambiado a unos vaqueros.

—No es lo que crees, aunque me da igual. Largo—dije tirando del brazo de Jungkook.

Este se agarró la cabeza y empezó a tambalearse.

—¿Por qué gritas tan-?

Dylan nos miró confuso, literalmente tenía a Jungkook inconsciente encima.

—Ayúdame anda—dije esperando a que esté cogiera a Jungkook y lo tumbara encima de mi cama.

Después de meterle en mi cama, le dije a Dylan que le quitara la ropa para que durmiera mejor mientras bajaba a supervisar la fiesta.

—Jeon es un idiota—susurraba mientras buscaba con la vista a Kevin ya que no le veía en la zona de DJ.

—¿Me buscabas?—preguntó Yeonjun sonriente.

—Pues no, pero mira si desde ahí arriba se ve a Kevin—dije riendo.

—Se fue con Chaeyong porque esta última estaba muy borracha.

Suspiré y anduve hasta la mesa donde estuve anteriormente.

—Buenas—dije sentándome de nuevo.

—Hola, ¿eres algo de Jungkook?—preguntó un chico en un tono neutro.

—No lo soporto—dije apoyando exhausta mi cabeza en la mesa.

Estuve hablando tranquilamente con Taehyung, Jimin y aquel chico llamado Yoongi.

—¿Entonces eres Rei?—preguntó Yoongi.

Asentí sin entender la pregunta.

—Sana no paraba de hablar de que eres una zorra y no sé qué—dijo indiferente.

—Envidia que tiene—dije mirando mi teléfono para ver la hora.

—¿Y quien es ese al que se refería Jungkook?—preguntó jimin.

—¿Quién? Ah, mi mejor amigo...ese de allí—dije señalando a Dylan el cual estaba bebiendo en una esquina ignorando a varias chicas.

—Parece que está ligando como nunca—dijo Jimin riendo.

—Que va, las está ignorando. Así es él—dije dando otro sorbo a mi bebida.

Jinae vino sobre las tres y me suplicó que no le dijera a su hermano. Después de fastidiarla un rato accedí.

La fiesta ya había terminado, pero Taehyung, Dylan, Yeonjun y Mike estaban dormidos en los sofás.

—Pues nada, hasta mañana—dije tirando unas mantas sobre ellos.

Subí a mi habitación sigilosamente y abrí la puerta viendo a Jungkook y Jinae dormir pacíficamente. Sonreí y busqué mi pijama para ir a dormir a la habitación de Jeon.

Al entrar me sorprendí bastante, estaba todo muy ordenado. Había algún instrumento, cosas relacionadas con fotografía y algún que otro cuaderno que parecía de dibujo. No le presté mucha más atención por lo pesado que se me hacían los párpados. Me cambié y me tiré en su cama quedando totalmente sumergida en mis sueños.

The Second Side Of The BadBoy-JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora