The Second Side Of The BadBoy-JK

35. Enough

Íbamos de la mano por la calle, Jungkook silbaba mientras yo no paraba de quejarme.

—Me parece mal que me pongan siempre retrasos por tu culpa,¿me estás escuchando?

—Fuerte y claro.

—Encima me pierdo las asignaturas que me interesan y menos me gusta estudiar, ¿Entiendes?

—Totalmente.

—Y todo por tu arrogancia, ¿puedes quedarte calladito de vez en cuando? No te pido que no ha les pero joder no hacían falta muchas de tus opiniones.

—Confirmo.

—¿Me estás vacilando?

—Ni lo dudes.

—¡Jungkook!—dije soltando su mano y llevándolas a mi cintura.

Este rió y se adelantó hacia la cafetería.

Abrí la puerta de la cafetería.

—No creas que te vas a escapar Jeon Jungkook—dije nada más entrar a la cafetería.

—Buenas hija, me alegra verte por aquí.

—Sí, buenos días padre. Jungkook te estoy hablando—dije cogiendo un delantal al ver que él llevaba uno en la mano también.

—No te preocupes, es imposible no escucharte si me persigues—dijo entrando a la zona de trabajadores.

—Me alegra escuchar eso, pero no me estás respondiendo.

Jungkook cerró la puerta y besó mis labios sin movimiento, un simple besó que sabía claramente que lo usaba para callarme.

—¡No me callo tan fácilmente Jeon!

—Fue un buen intento—dijo dejando su sudadera en una de las taquillas.

—Eres molesto.

—Y tú también, un rato y nos vamos—dijo saliendo sin esperarme.

Suspiré de frustración y salí con el delantal lista para servir.

—Os noto enérgicos—dijo mi padre sonriente mirando a Jungkook atender con una sonrisa.

—Sí, sí, es irritante—dije dejando un vaso recién lavado en su respectivo lugar—por cierto contigo quiero hablar yo—dije dándome la vuelta.

—¿De qué?

—Debes hablar con Taeyeon. Su comportamiento es inaceptable.

—Bueno, tampoco es para tanto...

—Jinae se ha ido de casa, creo que si es para tanto padre.

—No me hables así, me haces sentir culpable.

—¿Qué le ves? Osea los primeros días era un amor, pero si las cosas no van como quiere se vuelve insoportable.

—Tú también, de hecho me ha llamado el colegio...

—Vale sí, pero yo no hago daño psicológico, y menos a alguien que quiera como ella a sus hijos.

—Hablaré con ella, mientras tanto evita hablar con ella y listo.

—Si fuera tan fácil...

Mi padre rió y me abrazó.

—Ya tiré la basura—dijo Lyn con su sonrisa.

—Bien, bien. Relevo, necesito darme una vuelta—dije cogiendo algunos pedidos para ofrecerlos a los de la terraza.

—Aquí tiene...