The Second Side Of The BadBoy-JK

20. Confessions

Estaba esperando a que Jinae terminara de prepararse, el Instagram ya no tenía nada que me entretuviera y la televisión solo hablaba de deportes los cuales no me interesaban.

Sonó la puerta, razón por la que tuve que abandonar mi cómoda posición para abrir; no debí hacerlo.

—¿Tú otra vez?

Sí, Sana había vuelto a molestar de nuevo.

—Sí, yo otra vez.

—¿Quién coño es a esta hora?—preguntó Jungkook bajando las escaleras con su habitual estilo callejero.

—El amor de tu vida—dije bromeando y con obvia ironía.

Dejé la puerta abierta y volví a mi sofá.

—¿Tú otra vez?¿Qué quieres ahora?

—No me trates así, sé que te haces el difícil pero me quieres.

—No me toques los huevos y largo de mi casa—dijo cerrando la puerta en sus narices.

—¿Así tratas a tus amigos?—preguntó Jinae bajando las escaleras con su mochila.

—Déjale, vamos a llegar tarde—dije levantándome del sofá de un salto.

Al llegar al instituto un incómodo silencio se hacía presente en aquel amplio patio. Frente a las escaleras estaba el grupo de Mike, y por como estaban mirando a todos, se acercaba una posible masacre.

Me acerqué a ellos recibiendo numerosas miradas.

—¿Qué os pasa?—pregunté a Mike mirando de nuevo a los espectadores.

—Jeon Jungkook, eso es lo que pasa—dijo Chanyeol levantándose con una sonrisa.

Me di la vuelta viendo cómo Jungkook entraba por la puerta con su aura indiferente y peligrosa.

—¿Qué hizo?

—Digamos que Sana tiene unos problemas con él—dijo Johnny imitando la acción de Chanyeol.

Su grupo funcionaba completamente al revés del mío, si uno tenía un problema todos se metían en él.

Segundos después todo el grupo se levantó y se acercó a él.

—Jeon Jungkook, ¿algo que decir?

—Os veo más feos de lo normal—dijo sonriendo arrogante.

Ese chico se había vuelto un completo lunático, sin duda quería que le mataran.

Chanyeol fue el primero en dar un puñetazo, poco después todo se volvió en una pelea claramente desigual.

—Joder—dije viendo cómo a Jungkook le iban a llevar al hospital.

—Se lo tiene merecido—dijo Kevin con un chupachups en la boca.

—Le están dando bien—dijo Yura observando sentada aquel espectáculo.

—Qué pena, a mí no me caía mal. Qué descanse en paz—dijo Yeonjun.

Jungkook seguía sonriendo, ¿Quería de verdad acabar en el hospital?
Cuando Mike le pegó una patada en la tripa y tosió sangre, sin pensarlo dos veces salí corriendo. Empujé hacia atrás a Chanyeol e hice una llave a Johnny.

—¡¿Rei qué haces?!—gritó Kevin desde la distancia.

—Levanta, ahora—dije a Jungkook con una postura de ataque que me enseñó mi madre en una de las múltiples clases de karate.

—Estas loca.

—¿Tres contra uno?—pregunté dando una patada a Chanyeol.

—Rei, no te metas en lo que no te incumbe—dijo Mike crugiéndose los dedos y el cuello.