68. Around you

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Estaba todo lleno de periodistas, Jungkook estaba dando una charla ya que muchas fans habían estado preocupadas. Muchas me echaron la culpa de que Jungkook se viera tan mal y dijeron que le agredía. A pesar de que Jungkook destacaba que no era yo quien le agredía acabé consiguiendo un gran odio. Daeyeon nos dio permiso para confirmar nuestra separación, por lo que seguramente Jungkook iba a aprovechar ese momento para anunciarlo.

Me hice paso entre los periodistas los cuales comenzaron a grabar al reconocerme.

—¿Entonces su novia no tiene nada que ver con esto?

—Nada, sobretodo porque no tengo no-

—¡Jungkook!

Este miró como subí al pequeño escenario y salté sobre él besándole frente a todos.

—¿Qué estás haciendo?—susurró alejando el micrófono.

Tenía la cara roja y no había rastro alguno de que estuviera molesto por mi acción.

—Te quiero, te amo, te adoro—dije antes de besarle de nuevo pasando los brazos por su cuello.

Jungkook me cogió de la cintura acercándome más a él.

—¿Estás diciendo qué-?

—Quiero volver contigo, fui una estúpi-

Me besó rápidamente de nuevo y sonrió.

—Este es el mejor regalo de cumpleaños—dijo cogiéndome de los muslos.

Cierto, era uno de septiembre. Ahora era mayor de edad.

—Esta es mi mujer, y en ningún momento ha hecho tal acto como agredirme. A lo mejor verbalmente suele ser bastante grosera—le golpee el hombro ligeramente—y puede que sí me de algún que otro golpe. Pero las contusiones de mi cuerpo no tienen que ver con ella, ella es mi mundo—dijo mirándome con sus ojos llorosos.

—No llores que había quedado muy bonito—dije acariciando sus mejillas.

Bajamos de allí y entramos a la empresa, dónde Daeyeon nos enseñó el dedo pulgar en aprobación.

Amaba a ese idiota que estaba engullendo una gran dona de chocolate.

—Fui un estúpido, ya pensaba que te había perdido para siempre—dijo con la boca llena.

—Debí hablar contigo antes de decir aquellas palabras...—dije mirando con una mueca la ventana.

Estábamos en una cafetería, en el segundo piso exactamente en la ventana.

—Debías, casi vuelvo a ser lo que era antes—dijo dejando el plato vacío en la mesa.

Miré con culpabilidad a Jungkook, ¿por qué era tan cabezota e idiota?

—Debería agradecer a Dylan, me hizo entrar en razón. No volverías a mí sí volvía a ser lo que era antes...

—Es todo mi culpa, ¿por qué soy tan impulsiva? Solo estabas hablando con una chica en la playa...

—Tenías razón, fue un calentón y me olvidé de que estabas ahí para ayudarme con él—dijo riendo ligeramente—además el verte con Yato tan feliz me bajó la autoestima.

—¿Bajarte la autoestima?

—No te agrada mucha gente. Yo estuve en tu lista negra, al primero que odiabas en la faz de la tierra. Él entró a tu vida estando en la lista de los agradables y en los que podías confiar. El solo pensar que él te hacía sonreír tanto y no tuviste que pasar por depresión e insomnia por su culpa me hizo percatarme de que era fácil perderte. Tardé meses en darme cuenta en lo mucho que me haces falta y lo idiota que había sido. Cuando quise cambiar del todo ya estabas rodeada de mejores candidatos que yo, habías pasado por tantos problemas por mi culpa que mi mente se estaba dando por vencida y... caí de nuevo—dijo sin desviar la mirada de la ventana.

—Nunca pensé en cambiarte por otro. Aunque si que he pensado que eras un idiota adicto al sexo; lo que me llevó a sentirme un poco un juguete sexual. Tu te la pasabas caliente todo el día, querías las cosas cuando te venían bien a ti, ¿has pensado en algún momento en que oficialmente hemos tenido una cita?

—Soy un desastre—dijo echándose el pelo hacia atrás.

—Quiero cambiar, pero quiero cambiar para bien junto a ti—dije mirándole a los ojos rezando para que quisiera volver conmigo de verdad.

—Yo no sé si lograré cambiar, pero nunca dejaré de quererte—dijo cogiendo mi mano—¿quieres volver conmigo?

Mi mente explotó, la tristeza y la culpa se esfumaron en un chasquido en cuanto escuché esas palabras. No era tarde aún para arreglar mis errores.

—Vale, hasta aquí. Demasiado empalagoso—dije echándome atrás en la silla.

—Lo mismo te digo, demasiado romántico y mucho sentimiento. Estaba preocupado de que te hubieras vuelto empalagosa—dijo riendo ligeramente.

—Pensé que ya no había rastro de badboy. Estaba aterrada—dije llevándome las manos a los bolsillos de los pantalones negros cargo.

—Con las pintas que llevamos y aquí, hablando como auténticos escritores de una novela adolescente de romance empalagoso, iugh—dijo Jungkook levantándose del sitio.

Sonreí y dejé dinero en la mesa.

—Hoy te pago la dona, mañana me pagas el medicamento para el dolor.

—¿Qué dolor?—preguntó confuso Jungkook mientras salíamos.

Me acerqué a su oído y le susurró de la manera más sensual posible; en resumen, que en la noche la pasaríamos bien.

—¿Estás segura?

—Voy a aprovechar, mañana viene tu madre.

—Oh, cierto. Llevaba bastante sin verla, no me dejaban visitarla—dijo con una cara entristecida.

Besé castamente sus labios provocando que este sonriera.

—¿Como pude vivir sin tus besos repentinos?

—Yo echaba de menos tu nariz, me hace apreciar lo chiquita que es la mía—dije para molestar.

Jungkook negó con la cabeza mientras se ponía el cubrebocas.

Estábamos llegando a casa, Jungkook no paraba de decirme que estuvo haciendo mientras no estábamos en una relación.

—A veces te visitaba mientras dormías, suena turbio pero lo hacía. Además de las pajas que me hacía con tus fotos en bañador.

—Eso sobraba Jungkook—dije negando y sacando las llaves.

Entramos de la mano, mi padre nos observó y una sonrisa iluminó su cara.

—¡Sí!—gritó Dylan al ver nuestras manos entrelazadas.

Jinae aplaudió ilusionada mientras mi padre corrió a abrazarnos.

—Parecen más felices que nosotros—dije riendo.

Cenamos en el patio mientras hablábamos de el ingreso a la universidad.

—A mí me gusta diseño, aunque audiovisuales me parece interesante—dije pensativa.

—Decídete porque tienes una semana para el examen de entrada.

—Yo quiero montar mi propia empresa de entretenimiento, estoy harto de que me traten como basura en las demás.

—Daeyeon te trata bien—dije sonriente.

—Daeyeon se irá en unos meses. Al parecer su padre no está contento con ella, vendrá su hermano mayor.

—Su padre necesita gafas—dije llevándome a la boca un triángulo de pizza.

—Ese era mío.

—Es una pizza—dije tragando.

—Sí, pero estaba en mi plato.

—Nuestro plato—dije cogiendo otro pedazo.

The Second Side Of The BadBoy-JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora