The Second Side Of The BadBoy-JK

10. Drunk

Aparqué la moto y corrí con la bolsa a un baño público que había allí mismo. Me cambié de ropa y salí por patas hacia el callejón que me había dicho Dylan.

Suspiré al escuchar claramente a la gente gritar antes d entrar en aquel callejón; que poco cuidado tenían los supervisores.

Llegué a la zona de descansos después de múltiples empujones y aprovechados que me tocaban.

—¿Lan?—pregunté a uno de los luchadores.

—Derecha sala A, le toca en dos minutos la tercera—dijo sin apartar la vista del espejo.

Al contrario que en las carreras, en las luchas callejeras si se mostraban las caras; simplemente se ponían nombres distintos. Pero si alguien contaba la identidad de otro o le veía por la calle y mencionaba su sobrenombre... imagínate que harían si son luchadores callejeros; seguramente no te vuelven a ver.

—Lan soy yo—dije llamando a la puerta sin apartar la vista de los chicos que me observaban como carne para perros.

—Entra.

Entré encontrándome a Dylan curándose el labio.

—Estás como nuevo —dije sarcástica.

—Calla, tengo que salir ahora contra uno nuevo.

—¿Nuevo?

—Sí, "Eagle". Dicen que se ha mudado hace poco—dijo levantándose y poniéndose los guantes.

—Dale, no vine hasta aquí para aburrirme.

Le seguí fuera hasta el ring.

La mochila era un incordio, por donde quiera que fuera chocaba con alguien. Además ya recibía miradas a pesar del cubrebocas y la capucha.

Dylan estaba ya en el ring, pensando en una estrategia que funcionara mientras analizaba al contrario.

Impactados, confusos, curiosos y anonadados estábamos ambos. El contrincante estaba en el ring con una sonrisa arrogante, y no era nada más ni nada menos que Jeon Jungkook.

Todo el ring estaba en silencio mientras el árbitro explicaba las normas.

—¿Qué hace aquí?—me susurró Dylan.

—Yo que sé.

—Luchadores—dijo el arbitro llamando a Dylan y Jungkook para que se acercarán al centro.

—No pierdas—dije chocando puños con Dylan.

Ambos se miraban con arrogancia y cierta sorpresa. Todo me cuadraba ahora, Jungkook se estaba poniendo los guantes antes de salir para este encuentro.

—Preparados.

Dylan y Jungkook se quitaron la camiseta como solía hacerse y comenzaron a dar leves saltitos en el sitio.

—Go!

Veinte segundos eran los que les quedaban a ambos para derribar al contrario. Llevaban quince minutos y ninguno se había rendido aún. Ambos estaban realmente golpeados pero ninguno se rendía, seguramente por orgullo.

—Tres, dos, uno...¡Empate!—gritó el árbitro separando a ambos.

Dylan escupió fuera del ring y miró con desprecio a Jungkook.

Dylan estaba poniéndose la camiseta cuando se escucharon una sirenas de policías. Ambos nos miramos y salimos corriendo de allí.

Dylan subió a mi moto rápidamente mientras la gente salía de aquel callejón despavorida. Arranqué la moto directa a la casa de Dylan.