55. Still with you

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Llevaba tres días en Japón. Aún no había hecho nada literalmente, había estado caminando alrededor y hablando con Dylan y Jungkook. Jungkook me mandaba fotos como prometió, y Dylan me hacía llamadas en las noches cuando me aburría.

—Venga levanta, está vez si tenemos agenda—dijo la CEO.

Ambas estábamos en un apartamento bastante amplio. En el apartamento estábamos nosotras dos y el secretario de la CEO.

—Recuerda, frente a las cámaras soy Park, pero háblame como Daeyeon mientras no nos graben.

Asentí mientras me cepillaba los dientes.

—Ponte esto, tenemos que ir a la agencia a que te hagan un par de fotos para la revista de "Fashion 2000".

Asentí y cogí la ropa que había elegido: una camiseta corta blanca, una chaqueta rosa chicle y unos pantalones cortos altos azules. Me puse unas botas negras y una gafas de sol de cristal rosa las cuales el secretario me dio sin ninguna palabra.

—Entra—dijo abriendo la puerta del coche negro.

Entré y observé las calles desde la ventanilla mientras Daeyeon hablaba cual loro.

—Primero te presentarás con el CEO de esa empresa, sabes japonés, ¿no?

Asentí rodando los ojos, no se callaba en ningún segundo.

—Por favor, hazlo con respeto. No el que me tienes a mí, aún más.

—Depende de cómo me hable él al principio—dije viendo como el coche paraba en un semáforo en rojo.

—Igualemente, luego te harán una sesión para esa revista con la marca Chanel. Al parecer en Japón eres bastante reconocida.

—Ajá—dije ignorando lo que decía.

Mi teléfono vibró, Jungkook me había mandado una foto a pesar de ser se tuvo y las nueve de la mañana.

Mi teléfono vibró, Jungkook me había mandado una foto a pesar de ser se tuvo y las nueve de la mañana

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[Haciendo pellas]

Rodé los ojos con una sonrisa al ver la foto. Este chico era un caso perdido.

—¿Me estás escuchando?—preguntó Daeyeon cuando el coche aparcó frente a una empresa.

—Ni lo más mínimo—dije abriendo la puerta.

Bajé del coche y observé aquel edificio. Estaba en una calle bastante concurrente a pesar de la hora, gente salía y entraba de ella. Era realmente alta, llena de cristaleras y con varias pantallas de anuncios.

—Vamos—dijo mi jefa andando hacia dentro.

Seguí al secretario Lee en silencio mientras observaba las paredes de alrededor.

The Second Side Of The BadBoy-JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora