Parte 14

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CAPÍTULO 14

Salió después de cambiarse de ropa, el Rey ya estaba acostado.

Estaba inmóvil y con los ojos cerrados, miró su rostro rígido como el de una escultura, entre más lo veía más real se sentía esta situación.

"De todos modos, parece no verse afectado."

Yuna pensó para sí misma, entró bajo la manta al otro lado de la cama y se acostó en el extremo, casi al borde de la cama, para así dormir tranquilamente.

No podía saber si el Rey estaba durmiendo o no, debido a que no se escuchaba ningún ronquido.

Hace solo unos meses atrás vivía con su madre y padre, los tres estaban en un pequeño espacio con solo una cama, y Yuna que ya se había acostumbrado a esta soledad, nuevamente se sintió muy incómoda por estar con alguien.

Creyó que no podría dormir, pero para cuando abrió los ojos ya era de mañana.

Quizás estaba tan cansada de quedarse despierta toda la noche durante los últimos días, que ayer, que ya no tenía que preocuparse por el tema de la unión con el Rey... en algún punto se relajó y se durmió.

El Rey ya no estaba allí, y no había rastro en la almohada donde había estado durmiendo, salvo algunas arrugas.

Yuna se estiró y disfrutó un poco más del tiempo a solas por la mañana.

Se levantó como de costumbre y llamó a la criada.

Sin embargo, fue la niñera con cara de emoción la que entró con una sirvienta que la ayudó a lavarse la cara y peinar su cabello.

— ¡Su Majestad la Reina!

Yuna sintió que esto iba a ocurrir, pero por otro lado, tuvo la intuición de que estaría cansada en el futuro debido a esto.

— ¡Majestad! ¿Dormiste bien anoche?

La niñera sonrió y le habló.

— Sí. Pero estoy un poco cansada. ¿Estás aquí para hablar de algo?

Yuna comenzó a lavarse la cara y cambiarse de ropa, tratando de no hacer contacto visual con la niñera tanto como fuera posible.

La niñera la perseguía, hablando constantemente y tratando de averiguar algo.

Sin embargo, la negociación de ayer con el Rey era algo que ni siquiera podía decirle a la niñera.

Yuna decidió descartar las excesivas expectativas de la niñera aceptando de manera educada las palabras de la niñera.

— En el futuro, el Rey dijo que dormiría en este palacio dos o tres veces al mes. ¿Es esto cierto?

— Así es. Por favor consulte con el jefe de personal, fija la fecha e infórmame con antelación sobre sus visitas.

— No, este palacio está muy lejos, debes estar muy incómoda, así que ¿por qué no dejas que te lleve al palacio de la Reina?

— Todavía es un poco temprano. Los nobles y la gente también lo saben... Dijo que se encargaría de la situación en el momento en que lo del heredero fuera resuelto...

— ¿Le ruego me disculpe? ¿Cómo puede saber lo que pasará en el futuro?

La niñera respondió con voz aguda.

Rápidamente cambió su rostro y le habló a Yuna de una manera amistosa.

— No hagas eso... Hablemos de ello la próxima vez que venga el Rey. No, ¿hay alguna otra arma que sea tan poderosa como tener a su esposa esperándolo en la cama?

14 R3!N4 C0NF!N4D4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora