CAPÍTULO 24
Antes, ella solía culparlo por su indiferencia en momentos como este, pero estos días era todo lo contrario.
Cuando estaba con la reina, seguía hablando con ella sin saberlo, y se preguntaba si debía sentir lástima por él mismo por intentar hacer contacto visual con ella y fracasar.
Ni siquiera sabía por qué sucedió esto.
Si hacía memoria, parecía que fue desde la fiesta de los fundadores cuando sus pensamientos por ella comenzaron a cambiar.
Sintió una extraña sensación de asombro en el Banquete Internacional, ya que vestía un vestido de color oscuro diferente a los de antes y miraba a su alrededor con la barbilla levantada y con un poco con arrogancia.
En ese momento, la joya que llevaba era la favorita de su abuela, así que la reina le recordó a la antigua reina.
Su abuela, la reina Jeon, era una princesa de un país nuevo. Pensaban que era absurda, pero en realidad era una persona muy hermosa y arrogante, que se aferró a al mundo social hasta su muerte.
Esa abuela y la reina confinada, que podían ser intimidadas aquí por el mundo social, eran un poco similares entre sí. Sin embargo, la actitud que mostró la reina después de eso fue suficiente para cambiar su percepción de ella.
Estaba muy disgustada e irritada porque le dieron trabajo, pero era todo lo contrario de lo que solía ser antes, cuando se oponía completamente a la idea de sentirse avergonzada por su falta de habilidad e incluso de expresar su incapacidad para hacer cosas.
Ahora, no se negaba a hacer su trabajo, y entregó el proyecto de ley de presupuesto del palacio con un análisis preciso del problema lo suficientemente admirable como para descubrir la malversación del ministro del interior.
Ojalá hubiera vuelto a la vida y empezado a trabajar duro, pero el problema era que antes todo el afecto que tenía por su esposo había sido desmedido e ido demasiado lejos, a veces dudando si eso era normal o no. Pero en estos días, esos sentimientos parecía que habían desaparecido.
Al principio, incluso dudó de si estaba fingiendo o no.
Sin embargo, parecía ser cierto que había perdido la memoria y todos sus recuerdos parecían haber desaparecido.
Al principio fue agradable, pero ahora estaba muy decepcionado.
No podía dormir en el palacio separado en estos días.
Cuando se le ocurrió esta idea de 'unión', durmió mucho mejor acá que en su propia habitación.
En ese momento se preguntó si eso se debía al té que le había dado la reina, así que lo llevó al palacio principal y lo bebió, pero ahora tampoco podía dormir en el palacio separado.
Acostado junto a la reina, siguió poniéndose ansioso sin saberlo, y su mano fue a su cabello esparcido sobre la almohada.
Incluso si me acostaba con los ojos cerrados a propósito, escucharía su respiración y todos los pensamientos sobre ella se arremolinaron en su cabeza.
Curiosamente, no recordaba las cosas que sucedieron al comienzo de su matrimonio.
Apenas recordaba a la reina de ese entonces y la que estaba frente a él era tan diferente ahora.
Todas las cosas que le seguían viniendo a la mente eran cosas recientes.
El momento en que bailaron juntos en el salón de banquetes durante el festival de los fundadores, el toque de sus suaves manos colocándolas sobre las suyas mientras disparaban la flecha.