CAPÍTULO 23
— ¿Qué pasó? ¿Pasó algo con el Conde Tachion? ¿Qué diablos te pasó? ¿Tu memoria volvió un poco?
Preguntó el rey, pero Yuna no pudo dar ninguna respuesta.
Las lágrimas seguían brotando y era difícil respirar, así que lo sostuvo con fuerza.
Como no dejaba de llorar, el rey ya no hizo más preguntas.
Ella extendió la mano para empujarlo, pero cuando sintió un pañuelo siendo empujado en su mano, se vio obligada a llevárselo a la cara.
Después, un par de largos brazos se extendieron y cubrieron el cuerpo de Yuna, atrayéndola hacía él y dejando que el rostro de ella descansara sobre su hombro.
Pensó que tenía que levantarse y apartarlo, pero ella no podía hacer eso, siguió temblando y llorando.
— No llores. — Sintió la mano del hombre frotar su espalda.
Pensar que estaba haciendo esto la avergonzaba demasiado, pero en este momento terriblemente angustioso, el hecho de que no estaba sola y de que alguien la estaba tratando de consolar era tan reconfortante que no pudo resistirlo y enterró aún más su rostro en los hombros de él y continuó llorando durante mucho tiempo.
El Duque Mutaha suspiró molesto.
El rey Ethan Dahar era un hombre sorprendentemente inteligente y sofisticado en comparación con su incompetente predecesor, y aunque era un rey leal y de buen corazón, a veces se comportaba de una manera más allá de la comprensible.
A pesar de que esas acciones espontáneas y absurdas, siempre estaban ligadas a otras cosas que más tarde darían resultados sorprendentes, y al final, no tendrían más motivo que admitir que había tenido razón.
Pero no importa cuánto lo piense, solía ser así.
Fue un logro admirable el encontrar la casa de apuestas de Gide Doris y rastrear la corrupción del Conde Doris a través del desfalco de dinero que la Reina reportó.
Aunque el trabajo se superpuso con el período presupuestario, y casi todos los funcionarios de la administración bajo su mando pasaron varias semanas por la noche desvelándose, el resultado fue aceptable.
Pero ahora, en el momento en que apenas estaban cerrando el caso, de repente pensó en si había alguna clase de relación entre la Reina y el Conde Tachion, ¿qué clase de mierda es esa?.
— Disculpe, pero Su Majestad, tal vez...
El duque de Mutaha apenas se tragó las palabras que casi iba a decir. 'Su Majestad ¿Acaso ha pescado alguna enfermedad?'
Eso fue lo que el primer ministro no pudo decir.
La posibilidad de que la Reina tuviera algo que ver con el Conde Tachion era casi nula en opinión del primer ministro.
Incluso antes de que la reina fuera confinada, luchó por la atención del rey Ethan ella sola, y no estaba en buenos términos con el ministro del palacio.
El Conde Tachion no expresó descontento con la reina como lo hizo la Sra. Solian en aquel momento, pero mirando hacia atrás ahora, parece que más que nada lo hizo porque quería que se mantuviera ignorante sobre el manejo presupuestario del palacio.
Además, tras ser confinada, la reina y el ministro interior del palacio ni siquiera pudieron reunirse, hasta que el rey ordenó que la reina fuera quien aprobara el presupuesto de la corte.
Además la reina Yurishina fue quien reveló la malversación del Conde Tachion.
Al ver Primer Ministro tragarse sus palabras con una expresión compleja, Ethan continuó sus palabras con una mirada seria.