Mitsuki cada vez se sentía peor, no quería decirle nada a Ace para no preocuparle, cada vez le costaba más irse a dormir, se ponía a pensar y le entraba insomnio, el pecoso se tiraba mucho tiempo esperándola creyendo que estaba ocupada, cuando la pelirroja se despertaba notaba fuertes punzadas en el estomago, y estaba siempre agobiada, se enfadaba a la más mínima, no tenía nunca hambre y sólo entrenaba, parecía que estaba en depresión, aunque siempre sonreía y reía cuando se olvidaba de que Ace estaba en peligro, Shanks al darse cuenta de que algo pasaba le permitió a su sobrina que se fuera a una de sus aventuras para despejarse y no estuviera siempre en el barco, ella le hizo caso, organizó su mochila, así bajándose en la siguiente isla, todo marchaba bien, hasta que un día sintió un gran dolor en el estomago, por un momento creyó que la habían apuñalado pero no había ningún cuchillo ni había nadie, sin embargo su camiseta se tiñó de rojo, se la levanto viendo su estomago lleno de sangre, pero sin herida, empezó a gritar muy fuerte, le faltaba el aire, escupió un poco de sangre, estaba realmente preocupada, mordió muy fuerte al cinturón de su katanlleta aguantando el dolor, se quedó sentada apoyada en la pared aguantando, hasta como si nada hubiera pasado, la herida desapareció, de improvisto, como si hubiera sido una simple ilusión, Mitsuki tuvo un mal presentimiento, tenía angustia, sentía lo que pocos podrían entender, algo horrible había pasado, corrió a coger su Den Den llamando a su tío, al ver que no lo cogía se montó en un bote y empezó a remar siguiendo a su log pose y la vivre card, sabía como llegar hasta Shanks e ir en los mares de Grand line para ella no era complicado, tras horas remando se encontró el barco de Shanks, se subió en este, llamando la atención de su tío, quien se quedó francamente sorprendido al verla llena de sangre.
-Mitsuki ¿Qué te ha pasado?-Preguntó preocupado, la pelirroja soltó su Katanlleta, trago saliva y respiró hondo.
-Eso debería preguntar yo.-Dijo ella nerviosa, él se puso serio, ya que había recibido la noticia hace poco.
-Mitsuki siéntate.
-No.-Negó ella seria, estaba inexpresiva, mirando fijamente a los ojos de Shanks.
-Mitsuki, por favor siéntate.
-¡DILO DE UNA VEZ!-Le gritó cabreada, Shanks miró a los ojos de su sobrina, lo cuales parecían que tenía una chispa de esperanza, la esperanza de que no hubiera pasado nada, de que hubiera sido su imaginación.
-Ace... Ace a muerto.-En el momento en el que pronunció esas palabras esa chispa desapareció, estaba completamente inexpresiva, parecía que no tenía alma, sus ojos ya no tenían brillo, estaban vacíos, algo dentro de ella murió junto al pecoso. Toda la tripulación se quedó inmóvil esperando la peor reacción de Mitsuki: a que se desplomase que empezara a llorar, a romper cosas, a pegarle a su tío, pero no hizo nada, se quedó inmóvil, en estado de shock.
-¿Quién?-Preguntó. Su voz sonaba muy seria, no tenía ese tono alegre lleno de vida, era una voz seca y fría.
-¿Perdona?-Preguntó Shanks sin saber exactamente lo que preguntaba.
-¿Quién lo ha matado?-Preguntó Mitsuki entrecortada.
-No quieras saberlo.
-No te lo repetiré de nuevo, solo dímelo.
-Akainu... tu padre.-Contestó el pelirrojo con la voz temblorosa sintiendo una gran pena por su sobrina, ella asintió, y volvió a coger la katanlleta y se fue al interior del barco.
-Me voy a entrenar.-Anunció, todos asintieron con un nudo en la garganta, y así hizo, sin echar ni una lágrima entrenó muy duro, tras asearse y cenar sin decir ni una palabra a lo largo de la comida, no se tomó ni la mitad de su plato, nadie sabía que decirle, pensaron que lo mejor sería hacer como si no pasara nada, aunque todos sentían preocupación y pena, entonces fue cuando Mitsuki se fue a dormir, el fondo blanco se había teñido de negro, y sin esperarse lo que iba a venir a continuación, vio a Ace, la cara sería de Mitsuki se transformo en horror y sorpresa, al ver el agujero que tenía el pelinegro en su estomago, inconscientemente, ella se acarició la barriga recordando el dolor, estaba lleno de heridas, Ace al ver la expresión de la chica intentó esconder la herida con sus manos.
-Hola.-Dijo sonriendo, Mitsuki estaba de nuevo inmóvil sin poder gesticular ni una palabra, Ace se acercó a ella, cuando estuvieron a escasos centímetros el uno del otro, intentó tocarle la mejilla, pero cuando iba a entrar en contacto con ella, la traspasó como si fuera vapor, en ese instante Mitsuki se despertó gritando, haciendo que su tío entrara corriendo encendiendo la luz.
-Mitsuki.-Dijo preocupado, ella miró a su alrededor asustada y horrorizada, Shanks suspiró al pensar que era solo una pesadilla, se sentó junto a su sobrina y la abrazó con su único brazo.-Sólo fue una pesadilla.
-No lo fue.-Dijo ella casi susurrando.-He visto a Ace, por la flor, ¡le he visto! está vivo... pero esta gravemente herido y no me puede tocar...-Dijo murmurando.-Estaba gravemente herido... esa herida... ese agujero.-En ese momento se puso pálida al recordar la herida, entrándole nauseas.
-Mitsuki... siento lo que ha pasado.
-Por favor, no quiero oír ni una palabra de compasión, llevo un día bastante chungo.
-Pues no has echado ni una lágrima siendo tu tan llorona.-Chinchó Shanks intentando que Mitsuki se enfadara por sus piques.
-Ya va siendo hora de dejar de ser una niña pequeña, es momento de madurar y ser fuerte, si esta es la justicia del mundo, quiero que no quede ni una chispa.
-Mitsuki, no pienses así, sólo te convertirás peor que ellos.
-Si vas ha intentar darme un sermón, prefiero que te vayas, te lo agradecería.-Dijo Mitsuki sin mirarle, el capitán suspiró levantándose y yéndose.
-Voy a ir al funeral de Ace y Barbablanca, puedes venir o quedarte si quieres, haz lo que quieras.-Dijo cerrando la puerta, Mitsuki se acurrucó aguantando las ganas de llorar, no sabía cuánto iba a resistir sin derramar ni una lágrima, cuando volvió a dormir otra vez vio la imagen de Ace, con el mismo fondo, y aún seguía con la misma herida.
-Mitsuki.-Dijo suspirando.-Yo, lo siento mucho.
-¿Qué está pasando? ¿por qué te veo de nuevo?
-He oído lo que pensabas y la venganza no es el mejor camino.-Continuó hablando Ace.
-¡ACE ESTÁS MUERTO! ¿Cómo que escuchas lo que pienso? ¿cómo es que veo esa herida? ¡¿Por qué te veo?!-Gritó agobiada. Tras aquello Ace intentó volverla a tocar pero de nuevo se desvaneció, Mitsuki ya sin comprender lo que pasaba cogió el mini Den Den de la bruja, quien le explicó que al estar muerto es posible que su alma siguiese con ella, es como si mutuamente se la hubieran vendido, y él permanecería con ella hasta que el poder de la flor lo viera necesario, el tema de no poder tocarla es tan simple que al estar muerto tú no puedes tocar a esa persona, pues aquí es lo mismo, es como el aire, también saber lo que piensa habría que tener en cuenta que Ace es como si estuviera siempre dormido, por lo que en vez de esperar en aquel lugar oscuro es capaz de ver los pensamientos y lo que le ocurre a Mitsuki, algo bastante curioso, y finalmente la herida desaparecería con el tiempo. Cuando la pelirroja resolvió todas sus dudas, entrenó cada vez más para que dentro de dos años cumpliera su promesa, para proteger a Luffy.
El día del funeral, la pelirroja se quedó en el barco sentada en la cama mirando a la nada, en cuanto acabó y todos se fueron, ella cogió sus cosas y salió de allí, tenía que verlo, la tumba de Ace, lo último que quedaba de él, cuando se aseguró de que no había nadie se sentó enfrente de esta, observando su sombrero y su navaja, pero ni una sola lágrima recorrió su rostro, se tiró allí mucho tiempo, alimentándose del pescado que pescaba y de algunas frutas del bosque, entrenaba como podía y el resto de tiempo se tiraba mirando la tumba, donde releía una y otra vez "Ace, puede tu valiente alma ser eterna porque siempre estará entre nosotros" un día, en el que hacía muchísimo frío, Mitsuki acababa de cambiar las flores y estaba como siempre sentada enfrente de esta, acurrucada, dándose calor a si misma, cuando de pronto notó una tela cubriendo su cuerpo, alzó la mirada y vio a un hombre rubio, con un gorro de copa y una cicatriz en el ojo derecho, al instante supo quien era.
-Sabo...-Susurró.
-Mitsuki.-Saludó él con medía sonrisa.
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La promesa de sangre -Fan fic One piece-
FanfictionCabello color rojo sangre, dicen que su pelo es tan rojo ya que este se tiñó con la sangre de sus víctimas, no estamos hablando de Shanks, sino de uno de sus nakamas, de las personas más importantes para él, no tiene recompensa, porque sus crímenes...