La promesa de sangre -Fan fic One piece-

Capítulo 35 El sueño de Mitsuki, conociendo a un héroe.

Es normal odiar a las personas que te hacen daño, que nunca te dieron cariño y nunca estuvieron a tu lado, es normal odiar a alguien que ha creado tantas tragedias, es normal odiar algunos tipos de justicia, y es normal amar lo que al parecer es malo; pero el odio por una persona nunca fue ni será por siempre, hubo un principio y habrá un fin, lo importante es saber perdonar, aunque sea imposible, eso es lo que las personas buenas hacen ¿no? pero ¿y si una persona se merece el odio eterno? tan malvado como un demonio ¿merece que alguien lo quiera? ¿algún día alguien lo amará?

La madre de Mitsuki tenía el don de ver lo bueno de las personas malas, de alguna forma desconocida fue destinada a amar al mismísimo demonio, a un hombre que es capaz de realizar verdaderas tragedias, Akainu. Ella era capaz de perdonar muchas cosas menos que hicieran daño a lo más importante para ella, y su marido lo sabia, aunque...

-¡¡¡¡¡¡BARCO MARINE!!!!!!!!-Gritó una pequeña niña de tres años que se asomaba en la copa de un árbol en lo alto de la montaña.

Años después de su fallecimiento...

-Mitsuki baja de ahí.-Gritó un chico con pelo blanco.-Siempre igual...-Murmuró poniéndose la mano en la cara.

Dejará de querer al diablo...

-¡VALE!-Gritó Mitsuki mientras bajaba corriendo, aunque tuviera tres años era increíblemente ágil, y su pequeño cuerpo se movía por las ramas sin sufrir ningún daño.

Siendo traicionada.

-Ten cuidado.-Dijo preocupado Akira.

-Sí, sí ¡¡¡PERO HOY VIENE MI PADRE!!! ¡POR FIN LE VERÉ! ¡ES UN VICEALMIRANTE! ¡Y ES EL MÁS FUERTE DE TODOS! ¡Es un superheroe!-Gritó emocionada corriendo todo lo que podía para llegar a la orilla del mar.-¡¡¡¡MAMÁ!!!!-Gritó Mitsuki al ver a su madre de espaldas con el pelo suelto moviéndose delicadamente con el aire, como si su cabello estuviera jugando una hermosa danza.

-¡Mitsuki!-Gritó su madre sonriendo cogiéndola en brazos.-¿Estás preparada?-Preguntó feliz, ya que esa sería la primera vez que vería a su padre.

-¡¡CLARO!!-Gritó enérgica.-¿Quién es?-Preguntó curiosa, mientras marines salían del barco, un hombre delgado y alto, con el pelo negro y rizado salió del barco dando pasos lentos.-¿Ese es?-Preguntó algo decepcionada mientras su madre se reía.

-No, ese es Aokiji, el compañero de tu padre.-Dijo sonriente.

-Hola.-Dijo el hombre acercándose a las pelirrojas.-Harumi, cuánto tiempo, tan bella como siempre, y tu debes de ser la pequeña Mitsuki.-Dijo acercándose a la pequeña sonriéndola, ella se agarró a la manga de su madre en signo de no gustarle nada ese acercamiento.-Eres muy guapa.

-Mamá hay un viejo pervertido intentando ligar conmigo.-Dijo ella sin quitarle el ojo de encima.

-¡Mitsuki!-Gritó la madre avergonzada, Aokiji comenzó a reírse.-Lo siento, ella es muy... la verdad no se dónde aprende estas cosas...-Se disculpó dejando a la niña en el suelo.

-No te preocupes.-Dijo sonriendo, agachándose para estar a la altura de la niña.-Voy a intentar darte una mejor impresión, mira, una hermosa niña como tu, es merecedora de una frágil y preciosa rosa de hielo.-Dijo formando una rosa de hielo en la palma de la mano.

-Vaya.-Dijo Mitsuki con los ojos brillando.

-Ten cuidado, está muy frió.-Dijo entregándoselo, ella lo cogió con las dos manos comenzando a notar el frió.

-¡Frío! ¡frió! frío!-Gritó aguantando el hielo.-¡Me quemo!-Gritó sin saber que hacer, metió la rosa de hielo en la boca, lo que no fue una gran idea.-¡¡¡¡¡MMMMMM!!!!!-Gritó corriendo de un lado para otro mientras la madre, Aokiji y todos los marines la observaban con una gota de sudor en la frente, pero algunos sin poder evitar reírse, hasta que al fin se trago el hielo entrándole un escalofrió.-Que frió... ¡Mamá... el viejo pervertido ha vuelto a ligar conmigo dándome una rosa y casi muero!-Gritó exagerando lo que había pasado.