La promesa de sangre -Fan fic One piece-

Capítulo 44- Mitsuki se hace conocer, Marineford se prepara.

-En la actualidad, en Impel Down-

-Mañana es el día.-Suspiró la chica mirando al suelo mientras sonreía, en cambio Chopper estaba muy serio mirando a la nada.

-Mitsuki... no quiero que mueras.-Dijo el reno llorando, la chica giró la cabeza así mirando al pequeño.

-Mitsuki.-Dijeron unos hombres y Hannyabal.-Te vamos a transportar al barco marine que te llevará a Marineford.-Le informaron así abriendo la reja.

-¡No lo permitiré!-Gritó Chopper transformable.-Kung fu point.-Dijo empezando a atacar a los hombres.

-¡¡CHOPPER!!-Gritó Mitsuki cabreada levantándose, sus brazos se tiñeron de negro y con un pequeño movimiento de brazos las esposas que tenía puestas dentro de la celda durante todo aquel tiempo, se rompieron como si fueran de arcilla.-Quieto.-Dijo autoritaria, todos los marines al verla romper la esposas la apuntaron con las pistolas y escopetas, la chica dio un paso al frente poniendo las muñecas juntas pidiendo que le pusiera las otras esposas para llevarla al barco.-El reno también viene.-Informó.-Si tenéis algún problema con eso habladle a Akainu, pero se enfadará si me escapo por no dejar al reno venir conmigo.-Dijo seria y autoritaria.

-Ponedle las esposas.-Dijo Hannyabal.-El reno también viene.

-Gracias.-Dijo la pelirroja haciendo una reverencia, acarició la cabeza del reno sonriendole relajada mientras a Hannyabal se le ponía los ojos en forma de corazón.

-Que linda, justo como me gustan a mi.-Dijo babeando, los soldados le pusieron temerosos otras esposas a la chica, esta vez unas de acero para asegurarse, todos empezaron a andar hasta el ascensor, el silencio tenso se palpaba en el ambiente, Mitsuki ya no tenia su sonrisa vacilante en su rostro, estaba seria analizando la situación, todo lo que tenía planeado, tenía que conseguir su objetivo, no podía morir.

-Este ascensor es muy lento ¿no creen?-Preguntó sonriendo rompiendo el silencio.-Deberían arreglarlo, así no hay que estar durante media hora sin hablar nada, es aburrido.-Opinó, pero nadie respondió volviendo el silencio.-Me encanta las ganas de conversación que tenéis, oye tengo una duda ¿tenéis algodón de azúcar?-Preguntó sonriente mirando a Chopper guiñándole el ojo.

-No.-Negaron los soldados esperando a que se callara

-Jo... lo siento Chopper.-Se disculpó la pelirroja acariciando al reno quien la miraba con lagrimas en los ojos.

Tras otros minutos largos subieron a Mitsuki a un barco marine sentándola junto a Chopper en la cubierta del barco, el Vicealmirante miraba de vez en cuando a la chica por si hacia algo raro.

-Hola.-Saludó la chica sonriente mientras el marine la miraba con desprecio.-Hoy hace un día hermoso ¿cierto? es curioso, toda mi vida ha sido en el mar pero nunca me había fijado en el cielo tan azul cual parece que se derrite en el horizonte convirtiéndose en un azul más intenso siendo el mar, si te fijas, el océano es el cielo en el que puedes nadar, los peces son aves con escamas que surcan los océanos para llegar al mar al cual nunca podrán nadar, el cielo.-Tanto el vicealmirante, como los reclutas y Chopper la miraron sorprendidos.-¿ Tenéis algodón de azúcar?-Preguntó cambiando totalmente de tema haciendo que a todos se les asomara una gota de sudor en la frente, el Vicealmirante suspiró y asintió a uno de sus reclutas para que trajera lo que pidió.-Gracias.-Agradeció sonriente.-Mira que bien, Chopper vas a tomar algodón de azúcar.-Le felicitó mientras le acariciaba.

-Mitsuki...-Susurró sin poder aguantar las lagrimas.-¿Por qué no te escapas?-Preguntó enfadado.-Tu puedes romper la esposas como antes y vencerlos ¿por qué no lo haces?-Preguntó confundido.

-Porque el destino decide lo que pasará, si escapo como un cobarde, ora mejor alargaré mi vida o acortarla, pero de cualquier forma será siendo una cobarde sin poder enfrentarme a la realidad, sin poder ver lo que Ace vio, Chopper la historia se esta repitiendo, pero a diferencia de la última vez, no permitiré que muera nadie a quien yo quiera, es vuestra era, este no es mi lugar.