Alessia cerró los ojos por menos de un minuto. Pelear con Olivia la ponía de pésimo ánimo. No quería que Olivia se enojara con ella cada vez que tocaba el tema. Se propuso un plazo de tres meses, que era lo que faltaba para que su hermana comenzara la universidad. Si no obtenía nada en ese tiempo estipulado, arrojaría la toalla. Tenía que dejar de atormentarse porque colapsaría en cualquier momento.
Brendan tenía razón.
Y al parecer Olivia también estaba de acuerdo.
Guardó unos papeles dentro del cajón y apagó el ordenador. Tenía que entregarle el informe sobre la detención de David Davenport a su jefe, pero decidió retrasarlo para el lunes, o tal vez acabarlo en casa. Esa tarde estaba con el ánimo por los suelos. Ni siquiera la dulce imagen de Billie dormida en sus brazos logró cambiarle el humor.
Tamborileó los dedos sobre el escritorio de madera que compartía con Brendan. Se rompía la cabeza intentando encontrar la punta del ovillo a toda la situación. Habían pasado casi dos años y cada sospechoso era un camino hacia un callejón sin salida.
Y no era solo el asunto de Olivia. La muerte del conserje de la escuela era el tema principal de la investigación. El hombre había muerto por estar en el lugar y hora equivocado. Se trataba de un caso de asesinato en donde no existía ningún culpable.
La idea de que su hermana podría haber corrido con la misma suerte le pasó por la cabeza como un pensamiento desgarradoramente posible. No lo habría soportado.
A las cinco de la tarde, Conan le ofreció un vaso de café mientras bebía el suyo.
—¿Algo anda mal? —preguntó.
—Conan, algo siempre anda mal. Sobre todo en mi vida.
Conan se sentó al otro lado del escritorio.
—Olivia me contó la discusión que tuvieron hoy.
La manera en que Alessia lo miró y cómo alzó ambas cejas, hizo que Conan se encogiera de hombros. Era evidente que al chico le incomodaba hablar de Olivia con ella.
—Eso pasó esta mañana, ¿acaso la viste?
Conan se removió nervioso en la silla y bebió otro trago de café antes de contestar.
—Hablamos por teléfono hace unas horas.
—¿Ah, sí? ¿Quién llamó a quién?
—¿Acaso es importante?
—Sí. Cuando se trata de Olivia es importante.
Conan pareció tomar valentía.
—Yo la llamé, quería saber cómo estaba y además quería... —carraspeó. —Quería invitarla a salir.
Alessia entornó los ojos.
—¿Y estás aquí porque...?
Conan apretó los labios.
—Porque creo que es oportuno. Necesito saber si me vas a sacar los brazos antes o después.
Los ojos de Alessia brillaron con cierta malicia. Conan era un buen muchacho, pero necesitaba asegurarse de que no dañaría a Olivia. Eso era lo único que le preocupaba. No eran solo celos ridículos.
—¿Qué te respondió ella?
—Que sí.
—¿Sin dudarlo?
Conan asintió. De repente parecía haberse vuelto inmune a la fulminante mirada de Alessia.
—¿A dónde quieres llegar, Ale?
—A saber si ella te pidió que vinieras a hablar conmigo.
—No, no lo hizo. Mira, aprecio mucho a Olivia.
—Apreciar no es exactamente lo que creo que te sucede con ella. —lo interrumpió. —No estarás tratando de saltar encima de mi hermana, ¿verdad?
—Dios mío, no. Escucha, soy franco con Olivia sobre mis intenciones. No es culpa mía que quieras mantenerla encerrada. Te falta poner un dragón para que la custodie.
—Yo no la mantengo encerrada.
Conan se inclinó sobre el escritorio.
—Mira, Alessia, solo vine a hablar contigo porque no quería que ustedes volvieran a tener una discusión por mi culpa, y porque creo que me corresponde hacerlo. Sé que el hecho de que Olivia tenga una cita te preocupa, y es a eso a lo que vine. A decirte que no te preocuparas con ella.
—Si llegas a lastimarla. —lo amenazó. —Si llega a caer una lágrima de los ojos de Olivia...
—¡Lo sé! Vas a matarme.
—Primero te romperé las piernas.
—No voy a lastimarla.
Alessia pensó en Finneas y en cómo le había confiado a Billie. Y aunque era distinto porque ellos se conocían desde niños, ella sabía que Conan nunca le había dado razones para desconfiar.
Si había alguien que cuidaría a Olivia cuando ella no pudiese hacerlo, ese era Conan.
Alessia enderezó la espalda y suspiró.
—Está bien, Conan. Puedes tener una cita con mi hermana. Pero quedas advertido.
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DON'T CRY
FanficAlessia Jenkis es una joven oficial de policía que lucha por conseguir justicia para su hermana Olivia, a quien le arrebataron todo. Ella ha estado tantas veces a punto de conseguirlo que no se ha dado cuenta de que su hermana solo quiere olvidar y...