Dicen que no se puede vivir sin amor, pero yo digo que el oxígeno es más importante.
Si me disculpan, procedo a decir buenos días.
——————
Billie no podía dormir. Después de que Alessia le avisara que no llegaría a la cena, comió sola y se fue a la cama. Se puso los audífonos y subió la música de su celular a todo volumen.
En su casa reinaba un silencio sepulcral. La manzana entera también parecía estar en absoluto silencio a esas horas. Era normal siendo un jueves a esas horas.
Se dejó caer en la cama y se levantó para mirar el reloj.
00:47
El tiempo no pasaba más.
Volvió a la cama y se dejó caer de espaldas.
Antes de que pudiera dormirse por completo, oyó un ruido extraño en el jardín trasero. No le dio mucha importancia. Se convenció de que era Shark. Le encantaba pasar por debajo de las sillas del jardín y tirarlas al suelo. Era un perro bastante diabólico, como decía Alessia.
Sin embargo, volvió a escuchar un sonido metálico, como si a alguien se le hubiera caído un cubierto.
Se levantó y fue hasta el pasillo. La oscuridad parecía cubrir cada espacio de la casa. Nunca antes se había sentido tan sola allí.
—¿Finneas?
Nada.
No podía ser Finneas. Él trabajaba hasta las dos.
Su corazón comenzó a acelerarse. Golpeaba su pecho con tanta fuerza que dolía.
De pronto oyó a Shark ladrar y su pulso se ralentizó. Al parecer el perro estaba en la cocina. Entonces decidió bajar. Después de ese pequeño instante de incertidumbre, le habían dado ganas de beber agua. Volvió al cuarto y recogió la taza que había dejado en su mesa de noche.
Bajó al living y encendió la luz. También optó por encender la televisión y ponerla en el volumen más bajo. Arrastró sus pies hasta la cocina. No llegó muy lejos. En cuanto atravesó el umbral, se arrepintió de haber bajado.
Quiso gritar. No pudo. Le temblaban las piernas. Tendría que haber sabido que habría alguien allí. Alguien que en ese momento le estaba tapando la boca con una mano.
—Te vas a quedar calladita, Billie. —susurró una voz ronca.
Billie comenzó a llorar.
...
Alessia estaba examinando unas fotografías cuando el móvil comenzó a sonar.
Su nombre apareció en la pantalla.
Olivia.
¿Por qué estaría llamando a esas horas? De repente se le pasaron millones de cosas por la cabeza.
—¿Olivia?
—¡Alessia, ven a casa ahora! —la voz de su hermana sonaba desesperada.
—¡Olivia, cálmate! Dime qué ocurre.
—Pasó algo en la casa de Billie, ¡ven rápido!
Alessia sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor y ella no podía hacer nada. Miró a la agente Sulewski, quien le preguntó qué estaba sucediendo, y un nudo se le formó en la garganta. No pudo contestarle.
«Algo pasó en la casa de Billie.»
Esperó un par de segundos pegada al teléfono sin decir nada. Hasta que encontró las palabras que necesitaba.

ESTÁS LEYENDO
DON'T CRY
FanfictionAlessia Jenkis es una joven oficial de policía que lucha por conseguir justicia para su hermana Olivia, a quien le arrebataron todo. Ella ha estado tantas veces a punto de conseguirlo que no se ha dado cuenta de que su hermana solo quiere olvidar y...