Mi primer suspiro abandona mis comisuras cuando recibo tu mensaje deseándome un buen día, ambos siempre van con una sonrisa tímida y dejan una suave sensación de alegría, un tanto efímera.
Hay tantos como ese que suceden por pequeñeces, no obstante, todo se vuelve magnifico cuando se relaciona a ti.
El último suspiro que abandona mi boca es cuando llega la noche y pienso en por qué no puedes ser mío, cuando siento mis labios secarse a diferencia de mis mejillas que se inundan de mis ilusiones agridulces.
Pero ninguno logra compararse con los que hiciste que abandonaran mi boca al amanecer.
¿Por qué haces como si nunca sucedió? Esperaba que al menos usaras la boba excusa de nuestra amistad o que culparas al alcohol que había en mis venas, incluso que dijeras que todo está mi cabeza. Y aunque lo recuerdo tan tortuosamente bien, yo también mentiría por tu sonrisa.
¿Nunca se repetirá? Sabes que yo daría todo de mí para sentir aquellos toques, no me importaría que eso me fuese rompiendo con el paso del tiempo ...Quiero que mis suspiros sean sólo tuyos y tú lo ignoras.
Deja de jugar con mis reacciones si ya conoces cómo soy cuando estoy contigo, si ya conoces mis labios y mi cuerpo, si te he dicho miles de veces y en silencio que mi corazón es tuyo.
Nada fue coincidencia, ¿cómo es que no lo ves? Absolutamente nada de ello se asemeja a una equivocación.
Déjame si no me quieres, grítame que a ti no te gustó, destrúyeme con esa canción que se ve en tus ojos brillantes. Haz que mi último suspiro sea de amor, de resignación, de dolor, de alivio y de dulce muerte.
No... tan sólo vuelve a tomarme en tus brazos sin segundas intenciones, acorrálame contra la puerta de tu habitación, háblame de la persona que te gusta aunque sepas que me mata, haz que sienta el dolor recién cuando despierte, quéjate de mi risa escandalosa, exígeme que gima cerca de tu oído, dile a tus amigos que tienes mejores cosas que hacer sólo para estar unos minutos más conmigo, haz que la ilusión se vuelva a posicionar en mi pecho, ríe y dime que nuestra amistad nunca se va a acabar, permíteme probar tus labios escasamente para volver a la realidad, pídeme que te olvide aunque ambos sepamos que es imposible.
–Haz lo quieras conmigo, pero deja esa maldita indiferencia asfixiante– Te dije al borde del llanto, absorto en mi desesperación.
Me sonreíste y besaste mis belfos con deseo ¿Por qué te habías demorado tanto en volver a pedirme que me quedara contigo?
Ya no quise seguir pensando, sólo enfocarme en ti y en nuestra fantasía, en la forma que tus manos me tomaban posesivamente por la cintura. Nuestras lenguas jugaban provocando sonidos lascivos cuando te alejaste, sin piedad por mi corazón.
–No quiero lastimarte– Ni yo tu compasión, no soporto la idea de quedarme con las manos vacías nuevamente.
–No necesitas amarme, ambos queremos lo mismo– Pedí en un suspiro y lo aprovechaste para volver a asaltar mis labios.
Finalmente estabas convencido, eso fue lo que te había detenido todo ese tiempo, ¿no? Quería creer que no me ocultabas nada con esa mirada brillante debido a la excitación, que tus labios calientes y enrojecidos estaban igual a los míos porque nos unía algo más que la necesidad.
¿Qué importa si hay amor? Absolutamente nada, eso se trataba de nuestros cuerpos y el placer que podríamos entregarnos mutuamente, de aquello que luego sería un bálsamo para el vacío en mis sentimientos, pero por ahora sólo me quedaba disfrutar de nuestra danza.
–¿Te gusta?– Me encanta cada parte de ti, quise responder mas no era el momento, el mismo que quizá nunca llegaría y con ello me dejaría algo de paz.
Aquella vez no habías dicho ni una palabra que me reconfortara, sólo tiraste tu cabeza hacia atrás intentando controlar tus jadeos, en cambio, en ésta me sonreíste con dulzura pese a tu mirada lujuriosa y guiaste mis manos aún más profundamente por tu erección.
Una corriente recorrió mi espalda y me alejé por impulso, quise reír ante tu suave gruñido y ocultarme de tu mirada inquisitiva –Quiero sentirme impregnado por ti– Demandé sin pensarlo.
Lamiste tus labios con ansias y sonreíste nervioso. Te empujé con suavidad y te dejaste caer sobre la cama. Entonces pude respirar con alivio, no dudabas de lo hacíamos bajo la sobriedad, mas te inquietaba el hecho de no ser quién tuviera el control, te conozco lo suficiente.
–Sólo relájate, Mark– Susurré mientras quitaba con cuidado las prendas que nos quedaban y me subía sobre tus piernas, sin poder alejar mi mirada de la tuya.
Tomaste mi mano para jalarme hacia ti y juntar nuestros labios, sonreí complacido, sabiendo que lo hacías porque estabas nervioso por lo que vendría; yo no lo estaba, en cambio.
Me distancié y comencé a introducir tu miembro en mi cavidad. Suspiré, era como el punto exacto en que se unen el cielo y el infierno.
Tu rostro atónito y mis labios entreabiertos, tus ojos envueltos en placer y yo intentando recobrar el aliento, ambos queriendo acostumbrarnos al contacto tan íntimo que experimentábamos para poder comenzar a movernos.
Tus manos volvieron a posicionarse en mi cintura. Me elevé y volví a bajar con más fuerza, llegando aún más profundo. Era evidente tu exasperación por haberte quitado el privilegio de la primera estocada, sin embargo, era mi turno de apropiarme de cada uno de tus suspiros.
¿Te quedarías conmigo hasta que mi garganta deje de arder y las lágrimas retenidas por la efervescencia se conviertan en ríos por mis mejillas? No, me dejarías sin saber qué decir para consolarme, pero al menos te permitirías dejar escapar algunos resuellos camuflados entre nuestros jadeos.
Quitaste cada pensamiento de mi mente al moverte con fuerza y dejarme bajo tu cuerpo. Sentía que enloquecía cada vez que tus embestidas tocaban mi próstata sin clemencia.
Mordiste y succionaste mi cuello sabiendo que el clímax se acercaría para ambos, como si quisieras, al igual que yo, que no acabase tan pronto ¿Admirarías la marca con cariño o sólo es parte del juego de tu ego?
Mis ojos se iluminaron aún más, sin saber si se debía a la tristeza o a la presión en mi recto. Mis últimos gemidos ya no pudieron ocultar mi suspiro desgarrador luego que nos corriéramos y salieras de mi interior con cuidado. Me abrazaste preocupado, creyendo que me habías lastimado, si tan sólo supieras...
Te sonreí y besé tus labios fugazmente antes de intentar dormir, esperando que no notaras mi desgracia por el hecho de que todo eso quedaría nuevamente en el olvido.
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Oᥒᥱ-Shots Mᥲrkᥴhᥱᥒ
FanfictionPᥲrᥱjᥲ: Mᥲrkᥣᥱ / Mᥲrkᥴhᥱᥒ (Mᥲrk Lee x Zhong Chᥱᥒᥣᥱ, de NCT Dream). ~✬• Porqᥙᥱ ᥲᥣ Mᥙᥒdo ᥣᥱ fᥲᥣtᥲᥒ mᥲ́s fᥲᥒfιᥴs dᥱ ᥱstos sᥱrᥱs hᥱrmosos ᥴomo ᥴoᥙρᥣᥱ. ~✬• Advertencia: Puede variar la extensión de cada one-shot y tener temáticas completamente distintas...