Hɛathɛr

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Mark colocó aquella bufanda con delicadeza en el cuello contrario con una gran sonrisa y luego se abrazaron.

¿Cuándo se habían vuelto tan cercanos? Chenle estaba impactado, indignado, y no pensaba desgastarse en disimularlo. El mayor lo notó y pasó de Mina para acercarse al chino.

–Le pedí a mi madre que le tejiera una bufanda a una de las personas más importantes para mí; recordé que para estas fechas siempre usas el mismo hoodie y busqué el color que combinara mejor con él–

–Lo lamento, Chenle, no creí que– El chino lo interrumpió.

–No creíste que fuera tan importante–

–Que reaccionarías así– Corrigió y el otro bajó la mirada arrepentido.

–Sobreactué, lo siento– En realidad se disculpaba por la impresión que dejaría en el mayor, no por sus palabras.

–Normalmente no actúas de esa manera, si lo hiciste es porque lo creíste necesario o porque te sentiste de esa manera–

Zhong al verse descubierto y vulnerable, no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran.

–Sólo espero que ella se lo devuelva porque si no– El canadiense se sintió intrigado al ver que un suspiro interrumpió su advertencia –Ella será mi Heather–

Chenle se despidió sin más y le pidió que volviera con aquella chica. Camino a su casa, éste no hacía más que suspirar pesadamente. Claramente el mayor no lo había entendido ¿Acaso vivía en una cueva?

Terminó enviándole el link de la canción de Conan Grey sin subtítulos; sabía que lo entendería mejor así, no porque estuviera en su idioma natal sino porque de esa forma no se distraería con las letritas como siempre sucedía.

Mark abrió el enlace con curiosidad. No había un mensaje antes que le explicara el contexto, lo que normalmente era mala señal, pero el título le inquietó de sobre manera.

¿Convertirse en su Heather? Todos tienen una persona como ella, explicó el cantante en una entrevista ...Si Mina era Heather, claramente Chenle sería Conan, ¿y él el crush del menor?

Rio escandalosamente, era una idea descabellada y no podía evitar ponerse nervioso, sobre todo ante la pequeña posibilidad que fuese cierta.

Decidió llamar al menor, sentía la ansiedad acumularse en sus venas mientras sonaba el tono de espera y pensó en cortar, no obstante, no quería crearse falsas ideas y sólo podría deshacerse de ellas de esa manera.

–¿Ya escuchaste la canción, Makku?– Preguntó apenas puso su celular en su oreja y sólo recibió un monosílabo como respuesta –¿No tienes nada que decir al respecto? –

El más bajo se escuchaba bastante tranquilo y eso le hizo sentir estúpido, se estaba alarmando por absolutamente nada, en cambio y muy por el contrario, el ritmo cardíaco de Zhong asimilaba al de una maratón.

El silencio se instauró sin remedio. El chino esperaba una respuesta y el otro no podía preguntarle de qué se trataba todo eso. No querían insistir ni lastimarse.

–¿Desde cuándo Mina es tu Heather?–

–No es la primera, Makku, sólo que jamás creí que aquella prenda terminaría en sus manos ¿Te la devolvió? –

–Aún no– Contestó en un murmuro.

–Recupérala y me llamas–

–Pero no puedo ir de la nada a su casa y arrebatársela, Lele, no me pidas que haga eso–

–Lo que digo es que si aceptas mis sentimientos, deberás demostrármelo de alguna manera, porque sé que nunca encontrarías las palabras– Y antes de recibir cualquier sonido por parte del moreno, colgó la llamada.

Renjun lo miró con las cejas enarcadas –No lo creo, Chen, ¿qué acabas de hacer? –

–No es la primera vez que hago una estupidez por amor–

–No me refiero a eso. Estás enviando tu amistad de años con Mark a la basura y sabes que él no querrá perderla; prácticamente lo estás obligando a corresponderte–

–No, estoy protegiéndome. Me duele su amistad y pensar que no soy suficiente para él, porque ya hubo miles de Heather antes que Mina, y quizá también habrá en algún momento un chico que sí logrará acelerar su corazón y me romperé aún más al ver que pude ser yo–

Al parecer el chino mayor no tuvo nada más que decir, no le correspondía meterse en el sentir ajeno, no era quién para criticar el actuar de un corazón afligido.

Zhong reunió algunas cosas de su habitación y las metió en su mochila con rapidez -¿Vas a huir?-

–Ambos lo conocemos lo suficiente, vendrá a casa a pedirme que hablemos y lo solucionemos, y yo no tengo fuerzas para ello– Contestó rápidamente mientras bajaba las escaleras.

–¿A dónde irás?– Era su hermano mayor, se preocupaba por él más de lo que dejaba ver.

–A casa de Jaemin, no se lo digas– El más alto negó –Y tal vez pase por casa de Mina, necesitaré esa bufanda para no morir de hipotermia durante el recorrido–

El menor abrió la puerta antes de ser reprendido o brutalmente amenazado por su hermano y se encontró con dicho objeto en manos del canadiense.

–En realidad sí tenía la bufanda, se la pedí cuando te fuiste, pero sigo sin entender qué te hizo creer que hubo una Heather o que la habrá–

–Hyung, ni siquiera puedes mirarme a la cara y con Mina-Noona pareces estar en el cielo, es obvio que te gusta y yo no quiero seguir sufriendo por eso–

–¡Qué idiota! No puedo creer que sea mi propio Heather– Ambos se miraron sin saber qué decir, el moreno queriendo golpearse a sí mismo y el chino sumamente confundido.

–Ya me confundí, ¿eres tu propio Heather? ...No sabía que tuvieras tan elevado el ego–

–¿Qué? ¡No! Me refería a que nos gustamos mutuamente y creamos obstáculos que no existen–

–Oh... – Murmuró antes de sonreír con timidez.

–Se van a besar, ¿o qué? – Los interrumpió Renjun –Está muy frío para que sigan con la puerta abierta–

Chenle ni siquiera se giró para mirar desafiante a su hermano. Tomó la bufanda que seguía en manos del mayor para colocársela en el cuello y besarlo rápidamente –Se ve mucho mejor en ti–




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