Oᥒᥱ-Shots Mᥲrkᥴhᥱᥒ

Ɓrucɛ Lɛɛ

–Sabes que antes de ti hubo otra persona, ¿cierto?– Intentó recordar algún indicio de una conversación similar, sin embargo, no lograba encontrar más que sonrisas del chino –Él quería sentar cabeza, pero teníamos estilos tan distintos que nada me aseguraba que pudiéramos soportarnos para toda la vida–

–¿Y qué hay de mí, seré el indicado para ti?–

–Supongo que tendremos que descubrirlo– Comenzó una ronda de besos robados y mimos empalagosos para quién los viese, mas ellos estaban en su propia burbuja, nada los podía sacar de ella ...a excepción de cierto tema.

–¿Cómo terminaron las cosas entre ustedes?– La confianza que se tenían les permitía indagar en el pasado del otro sin problemas, sin embargo, tampoco quería que sonara como un interrogatorio.

–No de la mejor manera– Jugó un rato con las manos del otro para continuar –Mandé a su mejor amigo a decirle que se fuera a la mierda y él se lo tomó como un adiós indefinido. Eso fue más o menos en el tiempo en que nos conocimos. Bueno, Lee supo de tu bella existencia y ya te imaginarás cómo reaccionó ante la noticia–

–¿Acaso es Bruce Lee? No me importa, enfrentaría a quién sea por ti– El menor rió y negó.

–¿Qué hay de tu hermosa fisonomía? No, aunque creas que eres un feroz león, para mí eres un dulce gatito, nada de peleas. Sólo quiero que me tomes de la mano cuando deba decírselo–

——

–¡Jeno, ya suéltalo!– Le exigió el chino.

–Si te tocó, aunque sea un sólo cabello, lo moleré a golpes–

–Eso ya no es de tu incumbencia– Mark intentaba zafarse inútilmente de su agarre –Pero no, no me ha hecho absolutamente nada, puedes estar tranquilo. Ahora suéltalo– El más alto accedió.

Pese a su actitud y fuerza, Chenle podía manejarlo fácilmente.

–Esto no estaría sucediendo si me hubieras dicho directamente que no querías estar conmigo–

–Habíamos discutido y creí haber sido claro– Bufó intentando recuperar su paciencia –Mira, el punto es que ahora estoy con Mark, soy muy feliz a su lado y debes aceptarlo–

–¿Y qué hay de mí, de los sentimientos que compartíamos? ¿Acaso ya no te importo?–

–Lee JaeNo, calma– Tomó su mano con cariño –Contigo viví muchas cosas inolvidables, me brindaste un amor a lo motociclista y quizá eso fue demasiado para mí. Sé que harías lo que sea para verme contento, pero no quiero que cambies por mí, porque sé que llegará alguien– Se corrigió –Que hay alguien que te ama y acepta tal como eres, sólo hace falta que abras tus ojos y lo veas– Rio burlándose del pelinegro y éste mostró su eyesmile al comprender aquella pequeña broma interna –Hay alguien que te ama por lo que hay en ti sin necesidad de que te quites tu chaqueta de cuerina, pero no soy yo; encontré un Lee que no sabe diferenciar el freno del embriague, quien me complementa perfectamente, y tú también podrás encontrar a ese alguien que está hecho para ti, Bruce Lee–

——

–Esto carece de todo sentimiento– Reclamó suavemente y con parsimonia –Se siente insípido, casi vacío–

–Es sólo un borrador– Se excusó rápidamente –Quise escribir todo tal cual lo recuerdo antes de hacerlo en serio–

El menor quiso discutir por la necesidad del subjetismo en los escritos no científicos, mas el amiente estaba demasiado penable y fúnebre para intentar desgastarse en ello.