Oᥒᥱ-Shots Mᥲrkᥴhᥱᥒ

Sɛcrɛts

Mark se sentía ahogado cada vez que entraba por aquella puerta de madera, pues sabía bien con quién se encontraría. Ya habían pasado varios meses desde que esa ambigua sensación había comenzado, desde que intentaba convencerse a sí mismo que no podía ser, a como diese lugar, porque no podía gustarle el hermano menor de su mejor amigo.

Jaehyun y Johnny debían hacer un trabajo para la universidad, y el Lee estaba allí sólo para completar el Team de los Foreigners Sweaters. Cielos, no debía estar allí.

Suh le miró con diversión –Jae, ¿cuántos años dijiste que tiene Chenle?–

–Es menor que Mark por dos años, ya lo sabes–

–¿Crees que sea muy pronto para que conozca el amor?–

–¿Qué insinúas? Chen-chen es un bebé y quien se atreva a tocarlo terminará enterrado en mi patio–

Pese al miedo que tuvo el pelinegro, éste volvió su mirada a la ventana de donde se podía ver perfectamente a dos chicos en un columpio.

Claro, Jeffrey, si fuese así no dejarías que sea tan cercano a ese tal Park Jisung, no permitirías que le sonría viéndose tan lindo.

El menor de los Jung notó la mirada antena del canadiense y le saludó con una sonrisa mientras que el contrario simplemente enarcó sus cejas para darse la vuelta e ignorarlo.

–Mark, debes estar aburrido, ¿por qué no vas abajo a ver la televisión?– Le propuso con amabilidad el de hoyuelos.

El nombrado se puso de pie y cuando estaba por abandonar la habitación se giró sobre sus talones para devolverle la jugada a Johnny.

–Recuerden terminar el trabajo después de hacer sus cosas– Sonrió con falsa inocencia y se fue del lugar.

Al llegar a la primera planta volvió a mirar hacia afuera y los menores ya no estaban. Sintió un pequeño espacio en su pecho, quizás estaba en la habitación de Chenle y eso no debía importarle, a no ser que estuviesen en una situación comprometedora. Sin darse cuenta, volvía a estar celoso de un chiquillo, no podía sentirse más estúpido.

–Hola– Aquella voz le sacó de sus pensamientos y se giró para encontrarse con un par de ojos brillantes.

–Hola, ¿qué sucede?– Se forzó para no sonar nervioso ni tajante, vaya que le descolocaba estar cerca del otro.

–Seré directo: He notado la forma en que nos miras y quiero que me seas claro sobre tus sentimientos– Sus miradas se unieron al mismo tiempo que el corazón del mayor se detuvo– ¿Te gusta Jisung? Si es así debes decirme para ser más cuidadoso, no quiero que te sientas mal, Hyung–

–Ni siquiera lo conozco bien– Se excusó cuando salió de su pequeño ensueño, uno en el que se creyó capaz de demostrarle al chino que se moría de ternura y emoción cada que lo veía, mas aquellas palabras sólo tenían pureza y preocupación por parte del otro, no tenían indicios de ser correspondido.

–¿Entonces por qué se comporta de esa manera cuando nos ve juntos? Si no se trata de celos, es porque Sung no le agrada– Murmuró para sí mismo.

–Tal vez sí sean celos– Dijo con suavidad, llamando la atención del menor.

Mark no sabía qué más decir, no se sentía preparado, pero la mirada del más bajo estaba llena de brillo y curiosidad, incitándolo dulcemente a continuar.

Ningún ruido parecía querer salir de su boca y Chenle se acercó a él con inquietud, entonces el canadiense aprovechó para besarlo.

Estás demente, Lee Minhyung. Y eso qué importaba si finalmente tenía aquella bella figura entre sus brazos, si sentía cada parte de él tocando su pecho, y había conseguido aquello que ni siquiera se permitía imaginar.

El menor logró llevarle el ritmo y sincronizar como en una sinfonía, haciendo que ambos soltaran pequeños suspiros.

Se separaron para recuperar el aire, olvidando la sensatez. Se sonrieron con la repentina vergüenza que los había atacado, en cambio, sus rostros tenían un fuerte color rojo y parecían brillar debido a la lujuria.

Lee mordió su labio y levantó al menor hasta dejarlo sobre la isla de la cocina. Hizo un camino de besos húmedos por todo su cuello mientras tocaba suavemente la entrepierna del otro. Los jadeos comenzaban a aumentar de intensidad y Mark le besó con más fuerza, explorando la dulce boca del menor.

–M-makku, espera– Susurró con dificultad antes de dejar un casto beso en sus labios.

–¡Chenle!– Escuchó la voz de Jaehyun acercándose y se distanció del más bajo lo más rápido posible –¿Estás bien?–

–Sí, Hyung. Me había mareado un poco, pero Mark-hyung me ayudó– Respondió esquivando su mirada rápidamente para ocultar sus labios rojizos.

El americano apareció a sus espaldas y miró al Lee con una sonrisa cómplice, los había descubierto sin necesidad de verlos.

–Jae, ahora que sabes que está en perfecto estado, mejor volvamos a tu habitación– El nombrado asintió y dejó unas leves caricias en el cabello de su pequeño hermano antes de irse con el más alto.

–Eso estuvo cerca– Susurró con una pequeña sonrisa –Entonces, ¿no te gusta Jisung?– Bromeó.

–No me gusta Jisung, me gustas tú– Confesó, colocándose nuevamente entre sus piernas níveas para besar su frente con cariño –La verdad es que me encantas hace mucho– Y unieron sus labios en un toque fugaz.

Por el momento tendrían que quedarse con ganas demás para mantenerse con vida, algún día encontrarían la circunstancia perfecta para decirle a YoonOh sobre su afecto y luego poder terminar lo que habían comenzado. Minhyung sonrió para sí mismo al pensar con tanta osadía, porque incluso si el mayor se oponía, ellos encontrarían la manera de verse y amarse a escondidas, y quizás con algo de ayuda del americano para distraer al hermano sobre-protector.

Les aviso que Jae aparecerá bastante en los oneshot y fics porque Lele es su dongsaeng favorito y fue mi primer bias de todo el grupo, simplemente apreciemos un poquito su relación c: