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Ƒirst Kiss

Todo Neo Culture Technology le miraba curioso y Zhong simplemente no podía evitar sentir su rostro arder.

Entonces se rindió y lo soltó en un murmuro –No he dado mi primer beso–

Los ojos del canadiense se abrieron de la impresión y los propios también ante la confesión de éste –Yo tampoco–

–¿Por qué no lo han hecho?– Preguntó Haechan burlesco y en lugar de una respuesta coherente, sólo hubo una serie dispar de balbuceos y expresiones avergonzadas.

–Entonces deberían besarse– Sugirieron Ten y Johnny al mismo tiempo.

Estaban celebrando su perfecta sincronización cuando fueron regañados por parte de Jaehyun, es decir, trataban con su dongsaeng favorito. Entonces Dongs intentó calmarlos, pero la idea se veía demasiado tentadora para que estos desistieran de ella y su voz se perdió entre la de los otros tantos miembros.

–De acuerdo, cada uno a su furgoneta excepto por Minhyung, Winko, Jungwoo y Chenle– Comunicó Taeyong –En cuarenta minutos nosotros iremos en otra–

–Hyung, ¿por qué debo quedarme?– Preguntó el menor de los nombrados sin terminar de entender, para evadir al líder de su sub-unidad.

–Mark dijo que no lograbas hacer bien algunos pasos de We Go Up, así que él te ayudará por delatarte. Buena suerte–

En la sala sólo quedan ambos vírgenes de labios y en el aire se podía sentir el nerviosismo del par. No era la primera vez que se quedaban más tiempo para practicar o que estaban solos en un lugar cerrado, sin embargo, en ese momento todo se sentía diferente.

Colocaron la pista y bailaron sin conversar mucho al respecto, ninguno estaba realmente pendiente de cumplir con su rol para que el baile saliese perfecto.

Sus miradas inquietas hicieron que surgiera el tema tras unos escasos minutos, pese a que ambos querían evitarlo a toda costa –¿Por qué no lo ha hecho?–

–Una vez una chica me intentó besar, sin embargo, me dio mucha vergüenza y me alejé de ella, quedé como un bicho raro– Hizo una mueca por aquel recuerdo y ocultó su rostro entre sus manos apenado.

–En mi fue porque no tenía tiempo para hacer amigos entre tanto concierto, ensayo y estudio, además de ser muy pequeño entonces, y luego me vi rodeado de demasiada gente. Supongo que nunca se dio el momento–

–La idea de los Hyungs no es tan extraña si tomamos en cuenta en skinship– Ambos rieron, aunque la risa del chino sobresalía evidentemente.

–No comprendo por qué es tan importante con quién sucede– Comentó el menor tras pensarlo por unos instantes.

–Porque es un momento importante, debe ser con alguien especial –Sonrió y negó– No lo sé realmente, yo no soy quien para responder a eso–

–Es especial para mí, Hyung– Le sonrió.

–Tú también eres especial para mí, Lele– Sus corazones se sintieron cálidos por un momento.

–Makku, lo admiro mucho– El nombrado le miró con ternura –No me molestaría que fuera con usted– El otro tragó con fuerza y la vergüenza lo invadió rápidamente, se notaba en su escurridiza mirada.

Zhong quiso bromear con él para quitar el ambiente extraño de la sala. En realidad, no considerara importante todo ese asunto y tampoco tenía intenciones de dar su primer beso.

–¿Estás seguro?– Le preguntó con dudas y un poco de temor en su voz.

–Si no tiene problema con ello– Respondió y cerró sus ojos con una sonrisa, esperando que entendiera el mensaje.

Esperaba una risa o un golpe en su hombro, jamás que lo besara, pero así sucedió. En ese preciso instante sus labios estaban siendo presionados por los de Mark.

Abrió sus ojos impactado, el canadiense se alejó con un temor que se convirtió en pánico al ver la expresión del otro.

–Yo sólo jugaba– La boca del moreno formó un círculo y mandíbula cayó al suelo, rápidamente se disculpó.

–De verdad lo lamento, creí que hablabas en serio– Incluso parecía que iba llorar y el menor se apresuró a hablar.

–Hyung, por favor cálmese, no fue tan malo–

Sus cejas se enarcaron levemente –¿Qué quiere decir eso?– Allí el chino comprendió que había tocado su ego. Comenzó a sentirse nervioso y sin saber que hacer, lo besó fugazmente.

–Que está bien, no me arrepiento –Intentó sonreírle tranquilo, mas estaba lejos de estarlo.

Inconscientemente tocó sus labios con su mano y el contrario imitó su acción. De pronto el silencio se instaló en el lugar.

–¿Quiere hacer como si no pasó nada? Después de todo, fue mi culpa–

–No lo sé– Murmuró –Te seré honesto: somos compañeros de grupo, no debimos besarnos, pero me agradó– Aclaró su voz –Así que prefiero no olvidarlo–

Chenle quedó perplejo y pestañeó varias veces –No sé qué sentí...– Susurró decepcionado –¿Podría besarme otra vez?–

Su mirada viajó por el rostro del más alto hasta llegar a sus labios, mientras que él se acercaba con sus faroles resplandeciendo.

Podía sentir su corazón latiendo veloz, sus manos temblar y luego sus ojos cerrarse lentamente esperando su contacto.

Los belfos de Lee eran cálidos y dulces, tenían un sabor a cereza, entonces sintió su aroma a salvia; combinaban de una manera extraña, completamente única.

Saben que está mal. Les decían sus mentes inquietas, sin embargo, jamás les habían prestado demasiada atención.

Quizás no eran unos besadores experimentados, mas estaban seguros que el ritmo era perfecto.

Al momento de apartarse, sin querer alejarse, el menor puso su mano en el pecho de Mark; quería seguir sintiendo el contacto suave del otro. 

Sentía sus mejillas arder incluso más que cuando hizo su confesión –Quizás podríamos repetir esto de vez en cuando, siendo discretos y si acepta, por supuesto– Minhyung asintió emocionado y con una expresión tan dulce como sus besos.

–Vamos a la furgoneta, ya pasó el tiempo y no deberíamos levantar sospechas tan pronto– Dijo tras colocarse de pie y extender su mano hacia el peliverde.

En el camino no hablaron, sentían que no era necesario tras haber dicho todo en aquellas cuatro paredes. Llegaron hasta el automóvil donde se encontraban sus mayores y se subieron con calma.

–¿Cómo les fue? –Cuestionó TY con amabilidad.

–Lele consiguió aprender toda la coreografía– Respondió Mark rápidamente.

–Sin embargo, quisiera estar más preparado ¿Podría ayudarme con eso, Hyung?– Sus sonrisas cómplices aparecieron mientras sus dedos jugaban y se entrelazaban bajo los asientos.