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Mis esperanzas de salir de la academia para ir a ayudar a Mia desaparecieron cuando vi que sellaron el recinto completamente, dejándonos encerrados hasta que todo se solucionara. Muchos niños de las diferentes criaturas de la comunidad sobrenatural estaban aquí para mayor protección, mientras los adultos permanecían en sus casas y tan solo unos cuantos ayudaban en el rescate a Mia. La orden principal para ellos era no matar a los experimentos porque aún podían salvarlos.
Daniel y Declan, al igual que algunos de sus hermanos, también debieron ir a ayudar, lo cual me ponía aún más nerviosa. Sé que estarían bien, pero me preocupaba mucho.
—Daniel estará bien —dijo Will a mi lado.
Aún permanecía frente al enorme ventanal que tenía vista hacia la parte delantera de las academias. Lo único que podía ver era como la reja emanaba una luz azul tan potente que desaparecía entre las nubes en el oscuro cielo. Era raro, sin embargo, que desde afuera no las puedes ver a no ser que toques la reja y te queme.
—¿Tú crees?
—Claro que lo creo.
—¿Y crees que Mia estará bien? —pregunté—. Realmente quería escabullirme e ir, pero Sofia me descubrió y no pude hacer nada. Estoy de brazos cruzados. Ni siquiera los portales funcionan.
—Deberías hacer algo más productivo para distraerte.
—Tienes razón. ¿Tú por qué estás aquí?
—Por que Francis lo está, por lo tanto, Adam también.
—¿Cómo está él?
—¿Adam? —preguntó y yo asentí—. Ha tenido días mejores, pero creo que tener a Francis lo hace feliz aunque aún esté inconsciente.
—Me alegro de verdad. —Sonreí, me crucé de brazos y lo miré por primera vez desde que llegó a mi lado—. ¿Puedo preguntarte algo más además de esta tonta pregunta que todo el mundo hace?
—Adelante —dijo riendo un poco.
—Sé que eres lo suficientemente viejo como para saber.
—Auch —dijo fingiendo ofenderse—. Gracias.
—¿Conociste a mis ancestros? ¿Los más antiguos? ¿Alguno que no fuese nefilim? —pregunté—. Sé que sabes mucho de mí porque tuviste que aprenderlo cuando fui tu asignada.
—¿Que no fuese nefilim? ¿Humano dices?
—Lo que sea, pero no nefilim. Uno que haya sido diferente a los demás.
—Había uno —dijo frunciendo el ceño—, pero es incluso ancestro de Sofia.
—¿Lo conocías?
—Lo vi un par de veces.
—¿Qué era? ¿Cómo era? —pregunté ansiosa—. Vamos, no te quedes callado.
—Era un hombre rudo y atractivo para las mujeres del pueblo. Él hizo muchas cosas buenas en aquel entonces y muchos lo odiaban por ser una especie de héroe.
—Genial —dije—. ¿Era o no nefilim?
—No, no lo era. Es una larga historia, Camille, que conlleva mucho más de lo poco que te he contado.
—Algo es algo. Gracias.
De pronto, la luz que emanaba la reja de afuera comenzó a ser más potente de lo usual y fuertes ruidos de truenos me hicieron dar un salto del susto. Había personas afuera y una de ellas intentaba entrar, pero no podía.
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Los Caídos #5 - La maldición del lobo
FantasiCuando la vida de Camille cambia de un momento a otro, debe elegir entre lo que ha creído toda la vida y las historias que un grupo de niños le cuentan. Sin embargo, cuando el pequeño Francis es atacado por uno de los animales salvajes que atacan la...